12. "L" de Liam

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*Capítulo +18, rikisimo, pornvideos, se recomienda discreción. Ahre*

—¿Tú de verdad entiendes lo que me estás pidiendo? —Gia soltó, incrédula.

Incrementé mi puchero, intentando sacar mi mejor carita de "yo no fui" para tratar de convencerla.

—Por favor, por favor, por favor por mí —insistí en una súplica, juntando mis palmas a la altura de mi pecho.

—¡Liam..! —alargó en una queja— ¡pero yo no quiero besarlo...!

Estábamos en Texas, dentro de una tienda Nike, pretendiendo que "mi novia y yo" habíamos venido a comprar zapatillas.

La verdad era que salimos a una de las calles más transitadas sólo para que los paparazzis para nada contratados por Modest! nos tomaran unas fotos "desprevenidos".

—Sólo debes tomar su mano, reírte y caminar por el parque con él unos minutos —repetí en voz baja.

Papá me había conseguido un joven actor de mi edad y algo parecido a mí físicamente... se llamaba Xavier. Así que le había contado a la rubia delante de mí sobre mi plan...

Ella no estaba tan feliz al respecto.

—Sería muy obvio si no me beso con él... y, ¡oh, vamos! Liam, tus fans se van a dar cuenta...

—No se darán cuenta...

—¿Debo recordarte qué tipo de madres tienen? —acusó alzando una de sus delgadas cejas— Ellas saben incluso cuántos lunares tienes.

¿De verdad?

Xavier se parece mucho a mí, solo se pone unos lentes de sol y ya es idéntico, incluso tiene mi sonrisa —animé.

Gia exhaló fuerte a la vez que dejaba un par de zapatillas negras en su sitio.

—¿No crees que va a ser muy sospechoso que "lleves" los lentes puestos por tanto tiempo? —inquirió.

Hice una mueca con mis labios en disgusto. Me di cuenta de reojo que, el grupo de jóvenes que había saludado hace unos minutos, ahora me grababa "discretamente" a unos metros de distancia.

Me acerqué a Gia y bordeé su cintura con mis manos, juntando su pecho con el mío.

—Nadie se dará cuenta, lo prometo —susurré acercando nuestros rostros—. Hazme este favor, te deberé una grande.

Gia lució confundida por los primeros segundos, ya que no estaba acostumbrada a que yo sea tan cariñoso con ella cuando estábamos a solas. Pero al notar a la distancia al grupo de amigos grabándonos, ella comprendió, y con un suspiro que sonó a desilusión, asintió, aceptando mi propuesta.

—No entiendo qué estoy haciendo mal para que no quieras estar conmigo —musitó con tristeza.

—No eres tú, Barbie —prometí acariciando su mejilla—. Sólo que quiero salir con Abby y ellos no me dejan... tú eres la única que puede ayudarme.

Juro que Gia es una de las niñas con la mirada más dulce (cuando quería) que he visto... y eso, justo ahora, no me ayudaba.

Y qué casualidad que quieras salir con ella exactamente hoy cuando nosotros tenemos que salir para las fotos.

Hice un esfuerzo sobrehumano para no rodar los ojos. Sólo tragué saliva, recuperando mi poca paciencia.

—Gia, solo dime si puedes fingir con Xavier o no —mascullé.

LIAM STYLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora