Capítulo 38: "Bajo vigilancia"

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Asechados como las presas de una manada de chacales



-"Que es eso novato?"-, preguntó curiosa Ariadna.

-"Ah es una carta que me enviaron mis padres"-, contesté

Pero Ariadna seguía mirándola con curiosidad.

-"Quieres leerla?"-, pregunté

-"Pero..."-, dijo Ariadna con una cara de duda.

Pero no la deje terminar.

-"Son solo palabras de mi madre y mi padre, no te preocupes por eso"-, contesté

Entonces Ariadna tímidamente tomo la carta y comenzó a leerla lentamente, podía verla parafrasear la carta, fue bastante divertido de ver.

-"Cuando termines apaga la lámpara"-, dije y me recosté en la improvisada cama para dormir.



A la mañana siguiente volví a despertar antes que Ariadna, vi que había dejado la carta cuidadosamente doblada en la misma posición en que se encontraba la noche anterior, silenciosamente fui al baño, tomé un rápido baño en agua fría para despertar el cuerpo y el espíritu, al salir vi que Ariadna comenzaba a despertar.

-"Buenos días compañera! iré a buscar para nuestro desayuno"-, dije a la par que la saludaba con la mano.



-"Buenos días novato"-, respondió Ariadna de manera aburrida.

Parece que pudo conciliar mejor el sueño esta vez, salí de la habitación y baje a la recepción, la señora Irta me saludo alegremente, pedí un nutrido desayuno para llevar a la habitación, mientras esperaba conversaba de cosas banales con la señora Irta, podía escuchar cantar alegremente a su esposo el señor Roy mientras trabajaba en la cocina.



Cuando el desayuno estuvo listo regrese a la habitación con él, Ariadna ya estaba totalmente preparada y esperaba sentada frente a la mesa de la habitación.

-"Oye novato siempre recibes cartas así?"-, preguntó curiosa Ariadna.

-"No de hecho esa es la primera que recibo aquí"-, contesté.

-"Que quieres decir con eso?"-, preguntó algo desconcertada Ariadna.

-"Recuerdas cuando te conté mi historia, salí de la aldea cuando tenía 16 años, en ese entonces pasaba los veranos trabajando como guía en la ciudad de Ciliana y a veces mis padres me mandaban cartas allí"-, contesté.

"Ahh, ya veo, nunca pensé que la gente pudiera expresar emociones de esa manera"-, dijo Ariadna algo emocionada.



-"Bueno hay muchas otras maneras de expresarse, alguna vez has leído un libro?"-, pregunté.

-"Solo los libros para niños que tiene mamá"-, contestó algo avergonzada Ariadna.

-"Bueno no se puede evitar, después de todo los libros son costosos"-, contesté.

-"Y tu novato?"-, preguntó Ariadna.

-"Solo algunos que mi padre trajo consigo de su tierra natal"-, contesté.

Mi segunda vida en un mundo de fantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora