La inocencia de la niñez
-"Parece que le fue bien monsieur Greenhill"-, dijo el mismo recepcionista que me había recibido al entrar.
-"Si el supervisor Sancor parece una persona muy agradable"-, contesté.
-"Es uno de los supervisores más confiables y capaces"-, respondió el recepcionista.
-"No es el único?"-, pregunté.
-"En total son unos 20 supervisores, pero no todos se encuentran al mismo tiempo, algunos salen a actuar como mediadores en reuniones entre los distintos gremios, por sobre ellos está el Maestro del Gremio que también ocupa un asiento en el consejo de la ciudad"-, dijo el recepcionista.
-"Entiendo, quisiera saber si hay alguna misión disponible que pueda ser realizada por una sola persona, además si hay alguna posada que recomiende el gremio"-, pregunté.
-"Sobre las posadas, existen de nivel bajo, medio o de clase alta, cual prefiere?"-, pregunto el recepcionista.
-"Una de nivel medio estaría bien"-, contesté.
No necesitaba de muchos lujos, pero quería un lugar limpio y tranquilo.
-"La posada "El sueño Plácido" es recomendada por el gremio aunque son pocos los mercenarios que van allí debido a que se encuentra lejos de las puertas, está en el cuadrante este, entre la segunda y tercera muralla sobre la calle principal"-, dijo el recepcionista.
Mientras hablaba con el recepcionista se acercó de secretaria del supervisor Sancor con una nota en la mano.
-"Monsieur Greenhill"-, dijo llamándome la secretaria.
-"En qué puedo servirle"-, contesté.
-"Monsieur Sancor ha preparado un trabajo para usted a modo de prueba, pero usted es libre de rechazarlo sin consecuencias si así lo desea, pero si lo completa el monsieur Sancor estará en deuda con usted"-, dijo la secretaria mientras hacía una elegante reverencia.
Que tipo de encargo será me preguntaba, podría tratarse de algo problemático, por contra el que un supervisor del gremio de mercenarios me debiera un favor era una carnada tentadora, tras pensarlo rápidamente tome el papel de las manos de la secretaria.
-"De qué tipo de encargo se trata"-, pregunté amablemente.
Haciendo una encantadora sonrisa la secretaria habló sobre los detalles del encargo, debía de buscar a una persona llamada 《Edena》 que vivía en el cuadrante sur, el distrito residencial, en el papel estaban instrucciones detalladas de cómo llegar a su domicilio, posteriormente debía de encargarme del problema que agobiaba a esa persona, la nota no especificaba de qué problema se trataba y cuando le pregunté a la secretaria solo contestó que el supervisor Sancor confiaba en mi capacidad de resolverlo y que no necesitaría salir de la ciudad para hacerme cargo.
Un encargo que podía ser realizado dentro de la ciudad, me preguntaba qué tipo de encargo se trataba.
-"De acuerdo, puede informar al supervisor Sancor que tomaré su petición"-, dije con confianza.
-"Sabía que lo aceptaría monsieur Greenhill"-, dijo la secretaria mientras daba una reverencia.
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Mi segunda vida en un mundo de fantasía
FantasyDespués de vivir una larga vida en la tierra finalmente llego el momento de partir, postrado en la cama de un hospital, rodeado de una numerosa familia, entre sollozos y miradas tristes de despedida, llevando numerosos recuerdos, unos buenos, otros...