Una separación no siempre marca el final.
Luego de que el novato colapso atendí sus heridas con ayuda del diacono Alphonse, afortunadamente ninguna de sus numerosas heridas era de gravedad.
-"Debe tener cuidado señorita Ariadna, no vuelva a permitir que su compañero vuelva a cometer tamaña imprudencia"-, dijo en un tono suave el diacono Alphonse.
Pero a pesar de decirlo de manera suave esa frase se sintió casi como una amenaza.
-"Que quiere decir con eso diacono?"-, pregunte de manera cautelosa.
-"Usted también fue capaz de sentirlo no es así? La oscuridad que se oculta dentro del joven Leif, una fuerza así no es algo con lo que los mortales deban tener contacto",- dijo el diacono Alphonse.
Su tono fue mucho más severo en la última frase.
Tenía razón, cuando el novato libero su poder mágico para terminar con la pelea era como si se hubiese convertido en una persona distinta.
Recordé el momento en que nuestras miradas se encontraron, la sensación de escalofríos que recorrió mi cuerpo en ese momento.
Esa mirada había sido como la de un lobo a punto de abalanzarse sobre un cordero.
Debería hablar con el novato una vez que despierte, no debería correr esa clase de riesgos, él no está solo.
Quede meditando sobre lo que había pasado hasta que el momento de cambiar la guardia con el diacono Alphonse.
Al día siguiente el novato ya estaba despierto pero cuando intente hablar con él una gran sensación de incomodidad me abrumo.
Los días pasaron pero no podía deshacerme de la intranquilidad que presionaba mi pecho, al final no tuve el valor de hablar y simplemente continuamos con nuestro camino hasta que llego el momento de separarnos del diacono Alphonse.
Aunque el novato se estaba recuperando bien de sus heridas me sentía responsable de lo que había pasado, eso sumado a la intranquilidad que sentía me hizo tomar una decisión.
Asumiría la mayor parte de la carga de trabajo, para que el novato pueda recuperarse rápidamente decidí que yo me esforzaría mas y haría la mayoría de las tareas.
Regañaba al novato cuando intentaba esforzarse y cuando hacíamos guardias nocturnas lo dejaba dormir por más tiempo.
Pero todo ese sobre esfuerzo paso factura a mi cuerpo, comencé a tener malestares hasta que colapse enferma.
Me sentía mareada y jadeaba pesadamente, Eli y Angie me miraban preocupadas mientras que el novato me cargaba para luego recostarme contra un árbol a un lado del camino.
Luego se saco uno de sus gruesos guantes y comenzó a tocar mi frente mejillas y cuello.
-"Esta ardiendo en fiebre, no soy doctor pero probablemente solo sea por la fatiga acumulada"-, dijo el novato mientras fruncía el ceño.
-"Que podemos hacer señor Leif?"-, pregunto Angie con una cara preocupada.
-"Tengo algunas hierbas medicinales, pero ahora lo mejor que podemos hacer es dejarla descansar"-, contesto el novato.
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Mi segunda vida en un mundo de fantasía
FantasyDespués de vivir una larga vida en la tierra finalmente llego el momento de partir, postrado en la cama de un hospital, rodeado de una numerosa familia, entre sollozos y miradas tristes de despedida, llevando numerosos recuerdos, unos buenos, otros...