ROOMIES ━━ [En curso] 《13》

2. New soul

Escuchaba música a alto volumen como lo acostumbrado, entretanto, trataba de mover el pesado sofá de cuero, color caramelo, ya que su brillo labial había caído debajo de éste, y el espacio era muy reducido como para meter la mano o algún otro objeto para poder recuperarlo.

Mientras sus zapatillas se resbalaban en el reluciente piso de madera, y jadeaba empujando con todas sus fuerzas, Law estaba parado observando a poca distancia, tenía una expresión tanto de confusión, como de impaciencia. No habían pasado ni diez minutos de su llegada, cuando la chica ya estaba causando algún incidente.

«Le pido que me espere mientras atiendo una llamada, ¿y esto es lo que pasa al dejarla sola?» se preguntaba escuchándola quejarse, a la vez que la canción continuaba sonando fuerte.

—Te quedarás sorda rápidamente... —dijo con la absurda esperanza de que ella lo escuchara—, ¿(Tn)-ya? —habló más fuerte, pero no obtuvo respuesta alguna—. ¡¿(Tn)-ya?! —intento fallido, ella no lo escuchaba.

—Mue-ve-teeeee... —mascullaba luchando por mover el sofá, pero éste era demasiado pesado.

Law liberó un suspiro de impaciencia al rodar los ojos y restregarse la cara, habría sido mejor haber aceptado un chico para ese experimento que estaba realizando en secreto, así no tendría que contenerse intentando ser suave y quizá un poquito amable.

Se acercó y la ayudó a levantar el mueble fácilmente, por lo que ella volteó hacia él y le sonrió de manera infantil mostrando la dentadura, para seguidamente recoger su brillo labial.

—Gracias... —dijo al incorporarse.

—Eres débil (Tn)-ya.

—¿Qué cosa? —Inquirió al quitarse un AirPod de la oreja, así la música pararía de sonar.

—Dije que eres débil, y te repito: quedarás sorda si sigues escuchando música a tan alto volumen.

—L-lo siento —dijo un poco ruborizada—, es que mi brillo se resbaló de mis manos y... bueno... gracias.

—No importa, disculpa por la tardanza, ahora, déjame mostrarte el departamento.

—De acuerdo...

Ella trataba de actuar lo más serena posible, pero es que le era tan difícil... hasta el punto de cuestionarse el porqué de su estado tan atolondrado al tenerlo cerca, guiándola por cada espacio del enorme lugar.

—¿(Tn)-ya? —le llamó la atención un poco serio—. ¿Escuchaste algo de lo que dije?

—S-sí, sí claro. —respondió sin tener la mínima idea de lo que se suponía que él le había dicho.

—¿Y estás de acuerdo? Bueno, ya se lo había comentado a tu prima Giulliany, y no sé si ella te lo dijo a ti, pero... ¿qué opinas?

«Ay no, ¿qué respondo?» se preguntaba nerviosa.

Si tan sólo hubiese puesto un poco de atención en lugar de estar idiotizada por esos ojos grises, esa barba, y ese cabello tan perfectamente desordenado...

—¿(Tn)-ya? —habló un poco gruñón, no le gustaba la idea de tener que repetirse.

—Lo siento señor Trafalgar, la verdad es que estaba distraída, no pude dormir anoche y tampoco descansé durante mi vuelo.

«Sí, ¡bien hecho! Le diste una buena excusa».

Law suspiró casi a punto de restregarse la cara, sin embargo encontró la paciencia necesaria para dar un resumen de lo antes dicho.