ROOMIES ━━ [En curso] 《13》

25. This party's over

¡Holiwi! Volvemos con esto después de más de un mes sin actualizar. Lo siento mis bebés; han sido días horribles en mis dos empleos sin mencionar mis responsabilidades, familia, y demás.

Hace meses habría terminado no sólo esta historia, sino unas dos más de no ser por tanto contratiempo que me surgió. El año 2021 definitivamente no fue mi año. Me pasó de todo Smh. Espero que para ustedes haya sido de lo mejor.

Anyway... mil gracias a todas esas personas que siguen y esperan por cada capítulo de ésta obra. No había notado que llegamos a los 20k de vistas y 5k de votos. Gracias por esto. ^^ De igual manera le agradezco a esas linduras que me hacen el día con sus ocurrencias. Gracias a ellas es que alcanzamos los 5.5k de comentarios. ¡Las amodoro!

Pido disculpas porque accidentalmente pulsé «publicar» en el capítulo #26 anteriormente y sin querer, les di un pequeño spoiler con el título. He perdido el elemento sorpresa. La verdad es que me desanimó mucho ese hecho. En fin, ¡el estrés!

Normalmente no dejo notas ni anuncios al inicio pero, quería saludarlas antes de todo. ^^

Trataré de actualizar nuevamente el miércoles [Dec/8], y si no me queda tiempo, lo haré hasta el siguiente sábado. ^^

Aquí les dejo el capítulo #25. Ojalá les guste. Está bastante largo, así que vayan por unos bocadillos y pónganse cómodas.

PD: presten atención a ciertos detalles. UwU

Sin más preámbulos... ¡disfruten!

—¿Qué demonios sucede aquí? —Resonó en aquel amplio salón.

El estruendo de aquel timbre grave y masculino le pertenecía a Enel, que se asomaba entre la aglomeración de personas. Apenas había terminado de despedirse de algunas de sus amistades.

Al sonido de su voz, los presentes voltearon e hicieron espacio para él. Su semblante de intriga a causa del revuelo se endureció al atravesar el círculo que los espectadores habían formado, justo cuando se dio cuenta de que Christa estaba sobre su muñequita.

Los dos muchachos que se habían acercado a intentar separar a las mujeres todavía no lograban su cometido. Éstos dos chicos rubios, eran blancos, altos, y delgados. Uno tenía dieciséis y el otro dieciocho. Ambos eran hermanos, hijos de un matrimonio vecino de Enel. Vivían en la siguiente casa.

Sucedía que pese a los esfuerzos en su fallido intento por defenderse, la pobre (Tn) —que en realidad estaba un poco ebria— seguía recibiendo múltiples golpes por parte de Christa, que no desistía en su violenta diligencia.

La mujer dejaba caer el filo de sus puños cerrados sobre los antebrazos de (Tn), ya que era lo que ésta usaba como escudo para protegerse, aunque sin importar esto, la otra lograba asestarle un golpe que otro en la cara.

—¡Ya paren! —Les pidió uno de los dos chicos. El otro intentaba resguardar a (Tn) aunque fallaba estrepitosamente. Ambos tenían miedo de ser bruscos y lastimar a las mujeres.