ROOMIES ━━ [En curso] 《13》

13. Sentimientos y confusiones

Se estiraba perezosamente, sonriendo llena de alegría mientras rememoraba su tarde anterior con Law. Si no fuese porque Lawlliette estaba a su lado..., habría pensado que todo fue un sueño solamente.

—Tuve una noche muy linda señor cosquilludo. Prometo contarte todo —suspiró ilusionada al abrazar los dos peluches, para después sentarse en la orilla de la cama—. Llévense bien, por favor —les señaló mirándolos con ojos entrecerrados.

Volvió a estirarse al ponerse de pie, y ordenó las sábanas así como también las almohadas.
Ató su larga cabellera en un moño desordenado, y se dirigió al baño a asearse, pero no sin antes echar un vistazo hacia la puerta de la habitación de Law, al final del pasillo.

Una sonrisa de boba se enmarcó en su rostro, al recordar el tierno beso que se dieron en la rueda de la fortuna, y el que se regalaron al pie de la puerta de su habitación, antes de despedirse para ir a dormir.

Ni siquiera pensar en las prohibiciones de su papá, o el mal rato que pasó en la tienda por culpa de Christa, podría borrar u opacar la felicidad que sentía. Nunca se imaginó que Law la correspondería. Lo veía tan inalcanzable..., que todo lo reciente le parecía mentira.

Mientras ella tomaba una ducha, pensaba en la manera en la que podría contarle a su mamá, que ya tenía novio. Tomando en cuenta que Lizzie era un poco más permisiva y tolerante que Luke... ¿podría ser que no se molestara porque Law tuviese muchos tatuajes y usara aretes? La opinión de su madre era lo único que le interesaba.

No es que estuviese adelantándose a los hechos, porque era consciente que su relación con Law apenas comenzaba, pero no quería esconder eso de su mamá, quien era la única que parecía apoyarla, aunque fuese a escondidas de su papá.

Decidida a no pensar demasiado en ello, cerró el pomo de la regadera y comenzó a secarse el cuerpo. Se aplicó crema humectante y se puso un vestido de tela de algodón, color rosa. La prenda le quedaba algo holgada, y le llegaba hasta la rodilla. Al salir, encontró a Law parado a un lado de la puerta, parecía esperar su turno, mientras revisaba su móvil.

—Buenos días (Tn)-ya —le saludó sonriendo de medio lado.

—Buenos días, Law —respondió un tanto sonrojada. Tenía que aprender a comportarse delante de él. Le parecía tonto mostrarse nerviosa si ya era su novia, aunque sabía que se trataba de algo que no podía evitar.

—¿Dormiste bien? —se inclinó a darle un beso en la mejilla, logrando arrancarle una sonrisa de tonta.

—Sí, gracias por preguntar, ¿y tú?

—Sí. ¿En cuánto tiempo estarás lista para irnos?

—¿Nos iremos temprano?

—Pues ya son casi las diez, y quiero llevarte a comer algo primero a Hollywood Boulevard, para después comenzar con el tour.

—¿De verdad? —inquirió sonriente. Le causaba ilusión por fin conocer un poco más de Los Ángeles, ¿y qué mejor, que eso se diera en compañía del guía turístico más guapo del mundo?

—Sí —le canturreó Law en respuesta, sonando tanto tierno como encantador—. Anda, se nos hace tarde.

—E-está bien —tartamudeó, a causa de la manera en la que Law la veía. Y es que él notó que ella lo miraba con cierto aire de embeleso, cosa que le fascinó—. Pero, ¿y el desayuno de los chicos?

—Ellos no están en casa, creo que no vinieron a dormir. —respondió fingiendo seriedad.

—Oh, bueno.

—Además, no es tu obligación cocinar para ellos, (Tn)-ya.

—Lo sé, es sólo que...

—Y dado que eres una persona muy amable y considerada..., me gustaría que esos detalles fuesen solo para mí. —se cruzó de brazos.