16. Despecho

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Los Ángeles CA. 9:44 AM

—Tus pulmones deben estar hechos un asco, Christa. —le platicaba a su propio reflejo. Se encontraba sentada frente al espejo de su tocador de maquillaje color dorado, ubicado a unos pasos frente a su cama. Estaba totalmente desnuda, con el cabello recogido en una peineta negra—. Fumar tan sólo empeorará tus ojeras —dijo, mientras bombeaba una gran cantidad de base, para seguidamente, restregarla con fuerza y lentitud sobre su cara, sin dejar de verse con gran ira en el cristal—. ¿Qué ves en ella, Law? ¿Por qué me humillaste de esa manera? —mascullaba con resentimiento, a la vez que algunas lágrimas salían de sus ojos enrojecidos—. Ahora no me culpes por lo que pase. Así lo quisiste. —comenzó a reírse como loca, sin dejar de llorar.

Entretanto en el departamento de Law...

—Chicos —hablaba Enel, sacudiendo a Shachi y a Penguin. Ellos dormían plácidamente en la misma cama, en la habitación de invitados—. ¡despierten!

—Cinco minutos más, Enel —balbuceaba Shachi. Él estaba acostado de lado izquierdo, abrazando los pies de Penguin, mientras que el recién mencionado, se encontraba boca arriba con la cabeza casi pegada en el espaldar de la cama.

—¡Ya levántense! —vociferó Enel, decidido a sacarlos de su comodidad. Cogió a cada uno del pie, y los haló con fuerza arrastrándolos hasta el suelo. De nada valió que los perezosos se aferraran a la sábana. Acabaron dejando el colchón al descubierto.

—¿Por qué la agresión? —se quejó Penguin, sentado en la alfombra. Bostezaba a la vez que se tallaba el ojo izquierdo.

—Sólo pedí cinco minutos más —balbuceaba Shachi, acostado bocabajo. Tenía los brazos extendidos, al igual que sus piernas. Parecía una estrella de mar.

—¡Holgazanes! —les espetó Enel—. Tú Penguin... se te hace tarde para ir a trabajar.

—¡¿Qué?! —exclamó el mencionado, poniéndose de pie abruptamente.

—Y tú, Shachi, ¡ya basta de perder el tiempo y consigue un empleo!

—Ay no... quiero dormir un poquito más.

—Muévete o cojo el móvil en éste instante, para decirle a Doffy que estás de holgazán. —le amenazó muy serio, logrando que el pobre Shachi soltara un chillido al levantarse de la alfombra. Repentinamente, lucía lleno de energía.

—¡Por eso te digo que ya me voy a duchar! —exclamó más despierto que Penguin, al correr hacia el baño y ganarle el turno.

—Le tiene pánico a Doffy —dijo Penguin, colocando su traje y corbata sobre la cama.

—¿Y tú no? —inquirió tentativamente, por lo que el pobre Penguin también soltó un chillido nervioso, al igual que su amigo lo hizo anteriormente.

—No le digas a Doffy, que ya no quiero ser mercadólogo. —le pidió encarecidamente, mientras sentía un horrible escalofrío recorriéndole la espina dorsal.

—Doffy te dijo que eligieras bien una carrera, si ahora te arrepientes... es culpa tuya.

—Debí ser modelo fitness... —dijo, sacando músculo con su brazo derecho, a la vez que apretaba el abdomen para resaltar lo bien trabajado que estaba su cuerpo.

—Bueno, podría ayudarte con eso, pero Doffy no estará de acuerdo. Sabes que te quiere a ti, a Shachi, y a Law, manejando sus negocios.

—Pero... para eso están él y Cora-san.

—Ya, ya... no te quejes conmigo. Estoy libre de culpas. Mejor vístete.

—¿Y tú no irás a trabajar?

ROOMIES ━━  [En curso] 《13》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora