ROOMIES ━━ [En curso] 《13》

22. Déjame cuidarte

—¿Qué tengo que hacer para que no te sientas insegura conmigo, (Tn)-ya? —le preguntó, luciendo genuinamente interesado en obtener una respuesta que lo guiara.

Toda esa situación de tener una novia con quien deseara hacer las cosas bien y despacio... era algo nuevo para él.

Con Christa nunca tuvo que esforzarse por nada y mucho menos debió ser paciente para obtener cada cosa que se le antojaba. Sin embargo tenía muy en cuenta que con (Tn) todo fue distinto desde el inicio, y pese a que no era algo que le molestara (más por el contrario), no tenía idea de qué hacer.

¿Debería pedirle consejo a Penguin, Shachi, Enel, Cora-san o a Doflamingo? Consideraba seriamente esa gran posibilidad, pero estaba seguro de que con los dos primeros, todo sería como si un ciego guiara a otro, y con el último..., temía que éste se burlara por haberse enamorado.

¿Qué debía hacer?

Se sentía muy inseguro al pisar un terreno desconocido, y comenzaba a temer dar un paso en falso.

¿Qué tanto sentía por (Tn)? Desconocía la respuesta a esa interrogante, no obstante; tenía la intención de conservarla a su lado para hacer todo lo que le dijo momentos atrás: tratarla bien, cuidarla, respetarla, hacerse cargo de ella..., porque la quería y no mintió al declararle que era alguien muy importante para él.

La observaba mirándolo con mucho afecto, pero le preocupaba la respuesta que ésta fuese a darle.

—Quererme..., estar conmigo... —respondió (Tn), muy suave. Lo abrazaba del torso desnudo mientras lo veía hacia arriba. Law le sonreía de medio lado, como aceptando su petición con mucho agrado. Ella prosiguió—: y dejar de actuar como si quisieras que lo dejáramos.

—No (Tn), no es lo que pretendo. Te lo he dicho ya, te quiero conmigo.

—También quiero estar contigo, pero necesito que renuncies a esa tontería de que no me mereces y sobre todo... debes parar de decirme —suspiró tratando de prepararse para la imitación que planeaba hacer—: «(Tn)-ya, creo que no soy bueno para ti». —forzó la voz tratando de sonar como él.

—Me encantan tus ocurrencias. —declaró riendo. Le acomodó el cabello detrás de ambas orejas.

—Y a mí me encantas tú... —dijo (Tn) inconscientemente, cosa que fue notada por Law.

—¿Ah sí? —le preguntó tentativamente. Sonrió algo travieso cuando miró que (Tn) se sonrojaba. A la vez, la veía apretarse los labios entre los dientes formando una línea recta—. Tú me encantas más. —expresó inclinándose a su estatura.

«Law... te quiero... de verdad te quiero». Decía (Tn) en su interior: No era capaz de articular palabra. Estaba idiotizada por esos ojos grises que le daban toda la atención del mundo.

—Quiero que lo sepas y que te quede claro —dijo casi a manera de susurro—: en verdad me vuelves loco (Tn)-ya. —Ambos se veían a los ojos—. Te juro que nunca me había sentido así con nadie más.

(Tn) sonrió muy ilusionada mientras estudiaba las expresiones faciales de Law. No notó ni una pizca de ironía o duda. Le parecía que él no mentía.

—Te quiero, Law.

—Te quiero, (Tn)-ya. —respondió muy suave.

Law se agachó para cogerla por debajo de los glúteos, y recuperó la postura dejándola por encima de su altura. La veía unos centímetros más arriba. Entretanto, (Tn) lo tomó de ambas mejillas.

Sin dejar de verse ni por un segundo, acercaron sus rostros lentamente hasta lograr un sutil roce que se convirtió en un beso apasionado.

Con cada cambio de posición de sus caras, ellos se dejaban una leve caricia en sus narices, percibiendo aún más cómo sus respiraciones agitadas se mezclaban entre sí.