ROOMIES ━━ [En curso] 《13》

7. ¿Es una catástrofe? O quizá...

Despertar con una sonrisa en el rostro mientras se estiraba a gusto..., peor aún, ser consciente de ello y aceptarlo con agrado; no era algo propio del serio y a veces amargado, Trafalgar Law.

¿Cuánto había pasado desde que sostuvo una conversación extensa y muy normal, con una mujer? Bueno, si es que eso alguna vez pasó. No tenía idea.

Cada que una fémina se le acercaba, todo se trataba de coqueteo por parte de esta desde el inicio, cosa que no le molestaba puesto que significaba sexo fácil, sin embargo; estaba asombrado de disfrutar de algo que nunca había obtenido de ninguna mujer: una conexión.

Se sintió tan cómodo platicando con (Tn), que ni siquiera notó cuándo fue que comenzó a hablar de sí mismo, para contarle cosas sobre su carrera, trabajo, procedencia, algunas cosas de su familia y también su niñez.

Law consideraba que "esa niña" era especial, y cada vez se convencía más de ello. Sus torpezas, ocurrencias, travesuras, su amabilidad y las atenciones que tenía para con él..., sobre todo esa mirada tan llena de ternura e inocencia..., parecían afectarle en cierto modo.

En ese momento en el que miraba hacia el techo, meditando sobre las últimas semanas, se dio cuenta de que incluso había llegado a pensarle en algún momento del día, desde que la conoció. Aunque claro, le restaba importancia a lo que tuviese que ver con ella. Concentrarse en su carrera y trabajo eran sus prioridades.

Gracias a su salida de la noche anterior, Law descubrió que la pasaba muy bien teniéndola cerca. Hasta escucharla reír por la manera en la que caía sobre la arena, a causa de la falta de iluminación por donde caminaban..., era algo que él había disfrutado mucho.

¿Cuándo fue que rió tanto debido a las locuras de una persona? Quizá sólo le había sucedido con su pequeña hermana.

—Esa niña torpe —dijo, sonriendo ampliamente, con la mirada aun fija en el techo, mientras reposaba su cabeza en su brazo derecho flexionado sobre la almohada—. No... —Se tornó serio—, no puedes tener distracciones, recuérdalo bien. —Se recalcó a sí mismo, debido a algunos incómodos recuerdos haciéndose presentes.

Se levantó, crujió su cuello y se puso ropa. Dormir en bóxers era muy agradable, pero pasearse en ellos con una chica en casa..., era inapropiado.

Mientras estaba sumido en sus pensamientos y se disponía a ir al baño para asearse, (Tn) salía de la ducha.

La sonrisa que ella enmarcaba al recordar sus horas compartidas con Law, no parecía desvanecerse. Disfrutó tanto de su compañía, que ni siquiera notó cuando la playa comenzó a quedar vacía, y vaya que estuvieron allí hasta las dos de la madrugada.

Se vistió y envolvió su cabello con la toalla mediana color rosa, esa que hacía juego con la que usó para secar su cuerpo. Mientras tanto; se cepillaba los dientes al tiempo que se veía al espejo, sonriendo como tonta.

Negó con la cabeza cuando la razón la golpeó, recordándole que ella y Law eran amigos y nada más. Aquello fue una salida amistosa, no una cita.

—No seas tonta (Tn) —Le dijo a su reflejo al señalarlo con el cepillo de dientes—. Enfócate en... —recordó algo que no había hecho—. ¡El café de Law!

Se apresuró a terminar con su aseo personal, colocó las toallas extendidas sobre el tubo metálico en la pared, para que estas se secaran y se dio palmaditas en las mejillas. Pasó los dedos en su cabellera rápidamente, y se dispuso a salir con dirección al pasillo.

Cuando ella tiró de la puerta hacia el interior del baño, Law entró siendo halado por esta, ya que sostenía la perilla con la intención de abrir. Pensó que no había nadie dentro.