Capítulo 20

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Nueve meses después.

26 de Junio de 2021

He conocido la parte más oscura de mi corazón, esa que nadie quiere admitir que tengo. Me he desesperado, y roto de la forma más baja. He tocado fondo, hasta el punto de querer morir. Supongo que no soporte la montaña rusa de emociones que causaban mis trastornos.

Me han diagnosticado nuevas enfermedades. La ansiedad ya la conocía, pero resulto que también tenía depresión, según los médicos, una enfermedad demasiado profunda como para no tratarla con cuidado. Puede ocurrir luego de una gran decepción, la pérdida de algo valioso o alguien importante, enfermedades físicas largas o el abuso del alcohol y las drogas. Yo cumplo todas las expectativas. Tengo un Pánico continuo, que interfiere en mi vida diaria, no sabía lo que era hasta que me lo explicaron, se presenta como sensación de miedo y la pérdida repentina de control. La velocidad de la respiración aumenta, el corazón palpita con fuerza, se suda y hay pensamientos de muerte. Todo encaja cuando se junta las piezas. Sin contar con el estrés postraumático y mi adicción a las drogas.

En resumen, estoy muy jodida.

He perdido peso, tanto que los huesos se me marcan de una forma enfermiza. No me enorgullezco de ello, pero el apetito desapareció cuando me internaron en un hospital para gente con ideas suicidas. Yo misma ofrecí la opción, y mi círculo cercano no se negó. Quieren lo mejor para mí, y yo no quiero hacer daño a nadie.

Hoy me dan el alta.

Las navidades fueron duras. 

Y superar mi adición llego a ser una tortura. 

Debería estar feliz, pero después de lo pasado solo tengo miedo a sufrir, y no poder controlar mis impulsos.

Tuve que contarle todo a mi madre. Omití lo de la violación, sinceramente todavía no lo he superado. Ya no pienso en colocarme hasta perder la razón, solo ansío cogerme un buen pedo con Kate.

Las pastillas que me tomaba eran lo que aquí llaman "Droga legal", sin darme cuenta me hice dependiente de ellas y si no las consumía diariamente la ansiedad rebotaba con más fuerza en mi organismo.

"Estas limpia" 

"Tienes una vida buena, la gente te quiere."

"Con el suicidio no ganaras nada, solo causaras dolor a tu alrededor" 

"Debes comer, estas esquelética"  "Deberás cuidarte cuando salgas, o volverás en días."

Es como un jarro de agua fría todas las mañanas. Aquí te hacen apreciar la libertad, y curar tus enfermedades mentales con un suministro de pastillas. No te dejan opción, o haces lo que dicen o llaman a tus familiares. Y yo no quiero molestar a nadie.

"Son mis problemas, y debo devorarlos sola"

Estar encerrada te da para pensar. Siempre he creído que cuando le damos muchas vueltas a la misma cosa es porque algo va mal, y en mi todo va mal. Rezo porque el dia pase rápido, y ruego porque la noche no se haga larga. Me comporto en público, no quiero causar escándalos, pero cuando me voy a dormir la ansiedad me hace gritar.

Todo es muy complicado, pero poco a poco empiezo a ver la sencilla causa por la que me encuentro así. Es extraño saber que estas mal, y que tú única esperanza sea estar peor para poder desaparecer. Sí, a eso llaman ideas suicidas. A mí en cambio me gusta calificarlos como razonamientos naturales.

El dolor psicológico deja en vergüenza al físico, y cuando quieras te lo demuestro.

Una tristeza continua corre por mis venas.

Amantes DesesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora