Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)

Una Luz Oculta

Bocchan se fue sin decir más conociendolo no retrocederia a lo que habia dicho.

- ¿Entonces que es lo que decides Mey-Rin?. Preguntó Sebastian algo intrigado.

- Para ser honesta no puedo perdonarte que quieras matarlo, pero me odio a mi misma por amarte a pesar de eso. Respondi con lágrimas.

- Mey-Rin como demonio puedo ser despiadado y frío, pero cuando estoy contigo siento que me derrumbare. Dijo acercándose y sentándose en la cama.

- ¿Sebastian? ¿Por qué me destrozas asi? Me haces sentir mal por hacerte sufrir. Dije tocando su rostro.

El me miraba perdido, su mirada era fría pero reflejaba una profunda soledad y tristeza, pero cuando miraba los míos se llenaban de brillo, yo sería madre de su hijo aunque las cosas no salian como yo quería debia tomar una decisión.

- Sebastian yo... no se si este bien, pero me mantendre a tu lado, no se cuanto pueda resistir pero haré lo que pueda. Dije tocando aún su rostro.

- Mey-Rin quisiera ser alguien que te merezca pero soy un pobre demonio miserable. Dijo apretando sus puños.

- No digas eso haces que mi corazón duela. Dije besandolo tiernamente.

El me siguio el beso, se inclino más a mi y me beso más apasionadamente, tomo mi mano y comenzó a desabotonarse la camisa, me sentía muy caliente como para negarme, apretó uno de mis senos y comence a gemir bajito, nuestras lenguas se tocaban lentamente, el me quito el corset dejando ver mis prendas íntimas, estaba desesperada por que me besara y me tocara, cada vez nos exitabamos más, estábamos completamente desnudos cuando nos dimos cuenta, el pegaba mas su cuerpo al mío, y frotaba su pene en mi vagina provocándome, yo movía mis caderas en sincronía y ambos gemiamos de placer, se colocó encima de mi para embestirme cada vez me embestia más fuerte y mas rápido, eso hizo que nos vinieramos al mismo tiempo.

- Mey-Rin te amo. Susurro en mi oído.

- Yo también te amo. Dije dandole un beso en la frente.

- Si no salgo de aquí el joven amo me matará debo hacer la cena de esta noche. Dijo y se levantó agilmente.

- Yo también debo seguir mis deberes. Dije levantandome pero Sebastian me detuvo.

- No tu te quedaras en cama, aun no estás bien y no quiero que pierdas a nuestro bebé. Dijo soriendo.

- Esta bien solo por hoy. Dije sonrojada.

El salio de la habitación y yo me puse el camisón, me quede pensando en lo que habia pasado realmente lo amaba no quería perderlo, pero temia que mi duda me hiciera dejarlo, eso me ponia triste y llena de ansiedad, lloré por la confusión hasta no saber que hacer mi dolor era profundo. Pero debía reponerme por mi bebé y por el joven amo y aún mas importante por Sebastian.