Días

144 10 1
                                    

Hoy estaba sentada en mi cama, esperando a que Finny entrara con mis respectivos alimentos del día, la verdad ya tenía mucha hambre, pasaron horas y nunca apareció desde que Sebastian se habia ido con Bocchan el lugar era un caos, al menos ellos me animaban.

- Mey-chan disculpa aqui esta tu almuerzo-. Dijo avergonzado.

- Gracias Finny y descuida soy yo la que les esta causando problemas. Sonreí.

- Mey discúlpanos se supone que debemos cuidarte y casi te matamos de hambre-. Dijo Bard entrando a la habitación.

- Chicos no se preocupen de verdad pronto mejórare no quiero ser una carga-. Dije con animos.

- No eres para nada una carga Mey hemos estado juntos desde hace mucho, somos una familia y debemos apoyarnos-. Sonrió Bard.

- Es cierto Mey-chan eres como una hermana para mi-. Dijo Finny.

Ellos eran unas personas geniales y maravillosas, me hacían sentir muy feliz, siempre sentí como que no encajaba con las demas personas por mis habilidades, sin embargo ahora tenía un hogar que pretendía proteger a toda costa.

- ¿Que creen que estarán haciendo Sebastian-san y Bocchan?-. Se intrigo Finny.

- Deben estar en una mision super importante-. Se animo Bard.

La verdad queria estar bien para cuando ellos regresaran, quería verlo, a penas había pasado un dia pero sentía que era una eternidad.

- Bard tu medicina me ha ayudado mucho, gracias-. Tome mi te.

- Yo sabia que te ayudaría es un secreto militar-. Alardeo.

- Y vaya que es efectivo-. Rei.

- Bueno Mey debemos volver a nuestros deberes regresaremos a verte mas tarde-. Dijo Bard.

- Claro chicos hagan lo que deben hacer-. Dije tranquila.

- Señorita Mey-Rin mejorese pronto-. Dijo Tanaka.

- Muchas gracias Tanaka-san-. Agradeci.

- Cuando Sebastian no esta Tanaka se pone muy estricto-. Dijo Finny nervioso.

Ambos salieron a terminar sus deberes, con mucho cuidado me levanté y camine un rato por la habitación, estire un poco los músculos, después de unos minutos regrese a la cama, me sentí algo débil y la cabeza me daba vueltas, decidi recostarme y tratar de dormir un poco.

- ¿Sebastian? ¿Eres tu?-. Pregunté.

- Si soy yo Mey ¿Que pasa?-. Se acercó a mi lado.

- No lo se me siento algo cansada-. Dije tocando mi cabeza.

- Entiendo, ven aquí-. Dijo gentilmente.

- ¿Que tienes pensando hacer?-. Pregunté curiosa.

- Te contare un cuento-. Sonrió.

- ¿Un cuento? Claro me encantaría.

- Bien y dice asi-. Comenzó.

Había una vez un pequeño cordero que iba a ser sacrificado por personas crueles, pero el no quería morir necesitaba a alguien con mucha fuerza que lo ayudará, el sin pensarlo pidió ayuda a quien fuera, en ese momento apareció un feroz lobo que le dijo ayudarlo pero a cambio el tenía que saciar su hambre, el cordero no lo penso y sacrificó todo por poder, asi el cordero se volvió el pago del lobo por haberlo salvado.
Fin.

- No entiendo ¿Por que el cordero haria algo como eso?-. Me confundí.

- ¿Tu no sacrificarias lo que fuera por poder?-. Se interesó.

- A menos que fuera para proteger a alguien quizás-. Conteste.

- ¿Estas segura?-. Sus ojos se tornaron carmesí.

De pronto el joven amo apareció estaba bañado en sangre, con una marca en el ojo derecho muy extraña.

Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora