Voces Lejanas

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Bastian y yo bajamos al comedor como Claude nos lo habia pedido, el vestido que me hizo usar era muy lindo, aunque extravagante, y el atuendo de Bastian hacia juego con el mio, se veía muy lindo por alguna razón me recordaba a alguien, pero no lograba recordar.

- Mey-Rin te prometo que siempre estaremos juntos. Dijo una voz en mi cabeza.

- Mey-Rin ¿Estas bien? Parece distraída. Dijo la voz de Claude y me hizo reaccionar.

- No es nada Claude, debo estar algo conmocionada solamente. Dije sonriendo.

Por algún motivo Claude se mostraba muy amable conmigo aunque no era raro, si el era el padre de Bastian eso quería decir que el era mi esposo, por alguna razón me daba mucha pena pensar en eso. Sin embargo un sentimiento de nostalgia me invadía al verlo, algo no estaba del todo bien.

- Bien Mey-Rin, por favor siéntate y degusta lo que desees. Dijo llegando un joven de cabello rubio.

- Muchas gracias, pero si no es indiscreción ¿Quien es usted?— pregunté algo confundida.

— Bueno, yo solo soy el amo y señor de esta grab mansión— dijo algo irónico

— ¿Entonces yo soy su sirviente? — pregunté apenada por el tono en el que le hablé

— No tranquila Mey, eres una invitada muy querida, además eres la esposa de mi querido Claude — dijo haciendo gestos extraños

Esas palabras hicieron que sintiera mucha vergüenza

- Mi hijo y yo le estamos profundamente agradecidos. Dije haciendo reverencia con mi cabeza mirando a la mesa.

- Que buenos modales, así deberían ser algunos. Dijo refiriéndose a sus sirvientes.

- Su alteza si me disculpa voy a servir la comida. Dijo Claude haciendo reverencia.

- Bien Mey-chan, me alegra que hayas regresado a casa. Dijo el joven rubio.

- Gracias, aunque ¿Usted sabe la razón por la que me fui? O ¿Por que perdí la memoria?. Pregunté algo apenada.

- Bueno te envíe por una carta a la mansión cercana, la verdad no se que te haya ocurrido para que perdieras la memoria, pero al ver que no regresabas estuvimos buscándote. Explicó brevemente.

- Entiendo, la verdad es que no recuerdo nada, cuando desperté estaba en esa cabaña, sin saber nada. Dije algo angustiada.

- Bueno, eso ya paso estas de vuelta. Dijo sonriendo.

- Si, eso creo me alegra saber que no estoy sola. Dije aliviada.

- Veo que diste a luz a un niño muy lindo. Dijo acercándose a Bastian quien se escondio detrás de mi.

- Bastian no seas grosero, saluda al joven. Dije tratando de convencerlo.

- Mi nombre es Alois Trancy, mucho gusto Bastian. Dijo mirando fijamente a mi pequeño hijo.

Bastian estuvo incómodo toda la comida, no se movió para nada, le intimidaba la mirada del joven Alois quien no le quitaba el ojo de encima, no se pero presentia que las intenciones de aquel joven no eran de fiar.

- Si me disculpa joven Trancy quizás Bastian ya quiera dormir su siesta. Dije para evadir al joven.

- Entiendo Mey-chan puedes retirarte, pero después necesito que vengas a mi despacho por favor. Dijo con una mirada intrigante.

- Entiendo joven, asi será con con permiso. Dije cargando a Sebastian.

Nos dirigimos a la habitación, me senté con mi pequeño hijo en la cama.

- Mey-Rin ¿En donde estas?. Escuche una voz casi en forma de susurro.

- ¿Qué fue eso? Esa voz siento que la conozco. Dije tratando de concentrarme.

Imágenes borrosas venían a mi mente. Un joven vestido de mayordomo, pero no podía ver su rostro, pensaba que quizás mis recuerdos estaban regresando poco a poco, pero aunque pensaba que era Claude algo en el era diferente. Mi cabeza me dolía demasiado, Bastian estaba preocupado y me abrazo. Le pedi que no se asustara que todo estaba bien. Recosté a mi hijo en mis brazos, comence a arrullarlo y se quedo dormido, lo acomode en la cama para después darle un beso en la frente .

- Mey-Rin su alteza quiere que vayas a su despacho como te lo pidió. Dijo una dama entrando al cuarto.

- Si, gracias voy de inmediato. Dije arropando Bastian.

La dama me llevo hasta el despacho del joven, ella era algo callada, en todo el camino no me dirigió ni una sola palabra, cuando entre el chico estaba sonriendo, por alguna razón sentía que su sonrisa era falsa y vacía.

- Bien Mey-chan seré breve, necesito que tengas otro bebé. Dijo ahora cambiando el semblante a uno más turbio.

- ¡¿Qué?!. Grité sorprendida.

- Vamos querida no puedes desobedecer a tu amo. Dijo aún más emocionado.

- Pero ¿Como me puede pedir esas cosas?. Contesté sonrojada.

- No es tan difícil, Claude es tu pareja y es normal. Dijo con una mirada incitante.

- Lo se, pero es muy apresurado Bastian acaba de nacer, ¿No cree que es muy pronto? Además siento que es algo que no debería pedirme. Dije apenada.

- Claro que puedo soy tu amo, y debes obedecer. Dijo cambiando su rostro a uno más molesto.

- Disculpe que interrumpa su alteza, yo hablaré con Mey-Rin y la convencere. Interrumpió Claude.

- Esta bien Claude, mas te vale que así sea. Dijo el joven Trancy girando su silla dando la espalda.

Cuando salimos del despacho Claude me llevó hacia otra habitación, estaba llena de arreglos florales y estaba perfumada con escencia de lirios, era muy hermosa,  Claude se quito los lentes y se acerco a mis labios, para besarme suavemente.

- Claude ¿No crees que esto es muy apresurado?. Pregunté apartandome.

- Mey-Rin somos marido y mujer no tengas miedo y se mía una vez más. Dijo abrazandome a su pecho.

- Es que no lo se, el no tener recuerdos me hace dudar y no quisiera cometer un error. Dije algo preocupada.

- No temas, yo no te haré daño, seré gentil contigo como la primera vez. Dijo besandome nuevamente.

- Por favor Mey-Rin detente. Escuche aquella voz una vez más.

De pronto perdí la consciencia, escuche aquella voz a lo lejos en la oscuridad, esa voz que me hacía sentir nostalgia, que hacía que mi corazón se estremeciera. Esa voz.

- ¿Sebastian?. Dije en mis pensamientos sin poder reaccionar.

Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora