Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)

Cumpleaños, Tragedia & Celos

Justo hoy sería el cumpleaños de Lady Elizabeth aunque el clima había permanecido toda la mañana lluvioso, empezó a despejarse dejando ver un hermoso arcoiris, al menos el clima para la fiesta estaría bien, los preparativos comenzaron desde muy temprano, Sebastian nos dio orden a todos para que todo estuviera perfecto, al parecer era una fiesta sorpresa, el joven amo se encargaría de distraer a Lady Elizabeth el resto del día.

- Bien ya todos saben lo que tienen que hacer, espero por favor contar con ustedes y no hagan un desastre-. Dijo Sebastian serio.

- ¡Entendido!-. Gritamos juntos.

- Bien, entonces vayan-. Aplaudio Sebastian.

- Vamos Mey hagamos nuestro mejor esfuerzo-. Dijo Finny.

- ¡Claro que si!-. Conteste emocionada.

- Mey-Rin espera debo hablar contigo de algunas cosas-. Me detuvo Sebastian.

- C-claro Sebastian-san-. Me acerqué.

- Ven por aquí-. Camino delante mio.

Me llevo al almacén y cerró la puerta de pronto me encontraba rodeada por sus brazos.

- Sebastian pero.... dijiste que no debíamos-. Me sorprendí.

- Lo sé aunque por ahora Bocchan no está en casa cada día me hes más difícil estar lejos de ti-. Me miro fijamente con esos hermosos ojos carmesí.

- Sebastian, debo confesar que para mi también es difícil contener mis sentimientos-. Me sonroje.

Después de un rato a solas, salimos discretamente y proseguimos a nuestros deberes, me sorprendí de lo tarde que se había hecho, los invitados iban llegando, sólo conocidos del joven amo, de tantas cosas se me había olvidado que la Condesa también estaría aquí.

- Bienvenida Condesa-. Dijo Sebastian cortésmente.

- Gracias Sebastian, estuve esperando mucho para verte-. Sonrió.

- Me halaga mi Lady, por favor pase-. Contestó el amablemente.

Aunque no quería admitirlo estaba bastante celosa, no me agradaba la confianza que ella había tomado con Sebastian.

- Mey-Rin por favor ve que todo en la cocina este en orden-. Ordenó Sebastian.

- Si, Sebastian-san-. Me apresure.

Al parecer todo en la cocina estaba en orden, Bard estaba inusualmente tranquilo..

- Me dijo te harás cargo de la cocina, pero el hizo todo y yo solo tengo que vigilar-. Lloriqueaba Bard.

- Bard no seas tan duro contigo mismo-. Lo animo Finny.

- No es tan malo Bard, de hecho Sebastian-san siempre hace lo mismo-. Sonreí.

- Es verdad debemos hacer lo que nos toca-. Dijo mientras cargaba un rifle.

Todos tomamos nuestras posiciones para verificar que todo estuviera en orden, según el joven amo una amenaza estaba detrás de la Condesa y debíamos proteger la mansión.

Estuvimos alerta y nos mantuvimos cerca de la Condesa todo el tiempo la verdad fue bastante incómodo porque ella no dejaba ni un solo momento a Sebastian, en ese momento el joven amo llegó con Lady Elizabeth y nos ocultamos, le dimos una gran sorpresa y ella estaba feliz, ella y el joven amo hacían una pareja maravillosa.

- Bienvenido Bocchan y felicidades señorita Elizabeth-. Dijo Sebastian.

- Bienvenido Bocchan-. Hicimos reverencia.

Al parecer el joven amo estaba demasiado agotado y no me sorprende Lady Elizabeth es muy animosa cuando se trata de el, la fiesta inicio con mucha normalidad, todos conversaban sobre política, economía, moda entre otras cosas.

En ese momento llegó la hora del baile, todo iba bien hasta que la vi a ella bailando con Sebastian, mi corazón se partió en dos, ambos bailaban tan bien, todos admiraban su sutileza, no lo soporte y me fui hacia el jardín, miraba al cielo que dejaba ver una hermosa Luna.

Pensaba en muchas cosas, quizás mi relación con Sebastian no tenía ni pies ni cabeza, el era un demonio, un fino mayordomo, inteligente, culto y muy apuesto, yo no era nadie comparada con el, él se merecía a alguien mejor que yo como la Condesa.

Estaba demasiado confundida hasta que algo llamo mi atención justo en el lado oeste de la mansión, sigilosamente me acerqué moviéndome entre los árboles.

- Este es el plan, francotirador directo a la cabeza del conde Phantomhive ¿entendiste?-. Ordenó uno de los hombres.

- ¡Entendido!-. Contestó otro.

- Tu entra por la parte de atrás con ellos tres y rodeenlos-. Siguió dirigiendo.

- Nosotros esperaremos la señal para entrar y masacrar a los restantes y asi llevarnos a la Condesa-. Finalizó.

- ¡Si señor!-. Contestaron.

Sabía que no debía permitir que llevarán su plan a cabo, así que cargue mi rifle y dispare a la cabeza de uno, a lo que los demás se alarmaron y tomaron posiciones defensivas.

- ¡¿Quien fue?! ¡¿Qué está pasando?!-. Se preguntaban.

Dispare a los demás uno a uno los derribe.

- ¡Maldición! ¿Cuantos hombres son?-. Grito el líder.

Cuando sólo quedó el líder en pie, baje dejando al descubierto mi posición.

- Eres una chica, ¿Quien demonios eres? ¿Cómo pudiste tu sola hacer todo esto?-. Pregunto alterado.

- ¿Cómo podría ser sirviente de la mansión Phantomhive de no poder cumplir con mi trabajo adecuadamente?-. Sonreí mientras apuntaba a su cabeza.

- Aunque me mates no evitarás que pase lo inevitable-. Gritó.

Sin duda jale el gatillo y lo mate, sus palabras de alguna manera me dejaron nerviosa así que me dirigí a la mansión de inmediato.