Soledad

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Mis ojos se abrieron a primera hora de la mañana y de prisa me levante a hacer mis deberes, no queria toparme con Sebastian asi que hice mis tareas lo más rápido que pude, me dirigí al jardín rápidamente iba a ver a Finny.

- ¡Mey-chan hola!. Saludo enérgico Finny como siempre.

- Hola Finny me alegra que estés de buen humor. Dije con una sonrisa.

- Siempre que el joven amo abra los ojos sere feliz. Dijo entusiasta.

- Si tienes razón jejeje. Dije algo nerviosa.

- ¿Qué tienes Mey-chan? Parece que algo te molesta. Pregunto confundido.

- No es nada Finny bueno ya me tengo que ir. Apresure el paso al ver que Sebastian se acercaba.

Camine hacia la cocina en busca de un poco de agua me sentía tan mal, la cabeza me daba vueltas y tenia náuseas, corrí al baño y vomite, jamás me habia sentido tan mal en mi vida.

- Mey-Rin ¿Que tienes?. Pregunto Bard preocupado.

- No lo sé de pronto sentí náuseas y todo me daba vueltas. Dije para volver a vomitar.

- Estas ardiendo debemos llamar al doctor, le avisaré al joven amo. Dijo muy alterado.

Bard corrió hacia el despacho del joven amo y yo perdí el equilibrio, de pronto sentí como unas manos me sostenían, cuando mire me di cuenta de que Sebastian me habia detenido para que no cayera.

- Sueltame. Dije molesta.

- No seas testaruda Mey-Rin no estás bien al menos quiero hacer esto. Dijo seriamente.

- No te preocupes esperaré aquí a Bard. Dije indispuesta.

- Tonterías, ven aqui. Dijo tomandome en brazos.

Aunque no quisiera admitirlo, me sentía mas tranquila con el a mi lado mas que con nadie pero aún asi no podia olvidar esas palabras:

"Cuando el joven amo cumpla su venganza yo devorare su alma"

Esas palabras me hacían despreciarlo y no querer estar junto a el, el vientre comenzó a dolerme demasiado y me retorcia de dolor, pero ahi estaba el sosteniendo mi mano, en su rostro se reflejaba la preocupación, de pronto Bard entró junto a Bocchan y el doctor.

- Por favor salgan ahora. Ordenó el doctor.

Todos salieron de la habitación, el doctor reviso mis signos vitales y checo cualquier anomalía en mi cuerpo.

- ¿Qué tengo doctor? Dígame por favor.

- Tengo una ligera sospecha pero procedere a hacerle unos estudios antes. Contestó serio.

- Esta bien doctor se lo agradezco. Dije intrigada.

- Tomare una muestra de su sangre y mañana le enviaré los resultados al señor Phantomhive. Dijo escribiendo unas cosas.

- De acuerdo. Dije agradecida.

El doctor salio de mi habitación y me quede sentada mirando a la nada, algo me daba la sensación de que algo malo iba a pasar, de pronto Sebastian entró a la habitación y me miro muy raro.

- Dime Mey-Rin ¿Qué harías si fueras madre de un demonio?. Preguntó algo aturdido.

- ¿De qué habla Sebastian-san?. Pregunté aterrada.

- Tu tienes los síntomas de un embarazo no tengo que ser doctor para saberlo. Explicó serio.

- Pero... yo no. Dije con una expresión de terror en el rostro.

Mi corazón palpitaba a un ritmo acelerado, sentia terror y náuseas, supongo que antes sería la mujer más feliz del mundo al saberlo, pero ahora no sabía como sentirme.

Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora