Todos los vestidos eran muy extravagantes supongo que realmente queria entretenerse conmigo debía encontrar la manera de escapar, y solo debia seguir sus órdenes hasta encontrar una oportunidad, tome uno de los vestidos y me lo puse rápidamente. Gracias a Nina la fiel diseñadora de la familia Phantomhive podia vestirme fácilmente. Era un vestido azul oscuro, con listones muy llamativos y olanes pronunciados.
La verdad no se me veia nada mal, si no hubiera estado en una situación tan molesta, me habria encantado que Sebastian me viera con ese vestido puesto, toque la puerta dando la señal de que estaba lista. La sirviente abrio la puerta e intente golpearla pero esquivo mi golpe sin ninguna dificultad.
- Le pido amablemente que no le cause molestias a mi amo. Dijo mostrando un semblante muy frio.
- Yo no deberia estar aqui, fui traida aquí contra mi voluntad tu amo estará en problemas. Dije inconforme.
- Por favor no me obligue a tomar medidas drásticas. Decia mostrando unos ardientes ojos carmesí.
- Tú también eres un demonio. Dije algo perturbada.
- Señorita será mejor que coopere, esa criatura que lleva en su vientre es lo que le interesa a mi amo. Dijo de manera tranquila.
- ¡¿Qué?! ¡¿Mi bebe?! ¡Eso jamas! No se saldrán con la suya. Dije tocando mi vientre y muy enojada.
- Solo sigame por favor. Dijo ignorandome.
Caminamos hacia el comedor era inmenso, incluso mas grande y vistoso que el del conde Phantomhive, aunque el diseño era demasiado dramático. Al fondo de la mesa logre ver a un chico que parecia de la misma edad de Bocchan.
- ¡Bravo! ¡Que bien al fin estas aquí! Y ese vestido se ve genial en ti. Dijo casi gritando aquel joven.
- ¿Quién eres? Y ¿Que es lo que quieres de mi?. Pregunté algo fastidiada.
- Ya veo no me esperaba menos de un sirviente de Ciel Phantomhive. Sonrio maliciosamente.
- Alois Trancy ahora recuerdo que tu invitaste al joven amo a una fiesta de disfraces. Dije mirandolo a los ojos.
- Al menos no te olvidaste del todo de mi y recordarás a mi fiel mayordomo Claude Faustus. Dijo señalando al mayordomo a su lado.
- Si ya nos vimos y creo que compartimos la misma inconformidad el uno con el otro. Dije volteando los ojos.
- Bueno el es un poco tímido. Se carcajeo.
- ¿Qué es lo que quieres Alois Trancy?. Pregunté intrigada.
- Quiero que me entregues a ese bebé que crece en tus entrañas, es de Sebastian ¿verdad? Y Ciel también esta interesado. Dijo cambiando su semblante a uno mas oscuro y perturbador.
- Eso jamás te lo voy a permitir. Dije poniéndome en guardia.
- No sabes con quien te metes querida. Dijo riéndose.
Saque el arma que escondía de entre mi ropa interior y le apunté justo en la frente, el mayordomo agilmente se puso en el frente y la otra se puso en posición de ataque. Al mismo tiempo aparecieron unos trillizos que también tenían intención de matarme.
- Pobre niña date por vencida, mis chicos podrían matarte en un segundo, y eso no me conviene, realmente no quiero tener que matarte. Dijo sonriendo.
- Si tú no me matas yo lo haré. Dije apuntando hacia mi cabeza.
- ¡Claude!. Gritó el niño desesperante.
El mayordomo agilmente y sin que que me diera cuenta ya estaba tomando mi mano y me quitó el arma.
- Le pido no haga más tonterías señorita mi amo podria enfadarse. Dijo quitandole el cartucho al arma.
- No me interesa si se enfada o no, quiero irme de aqui ahora mismo. Dije harta.
- Mejor come no has comido nada, y eso no le hara bien al bebé. Dijo cortando un pedazo de carne.
Estaba tan furiosa realmente me desesperaba ese niño rubio, extrañaba a Bocchan, a los chicos y a Sebastian.
Sebastian
Esa noche fui justo después de terminar mis deberes al cuarto de Mey-Rin para verla, cuando llegue la puerta estaba abierta y no había rastro de Mey-Rin desperte a los muchachos estaban muy preocupados. Fue cuándo vi la ventana abierta y en el piso vi un cabello de Mey-Rin en ese lugar note un aroma familiar y en ese momento supe donde estaba ella, estaba furioso de que ese estúpido demonio hubiera tocado a Mey con sus manos. En la mañana avise al joven amo de la situación.
- Asi que Alois Trancy quiere jugar, entonces juguemos. Dijo sonriendo emocionado.
- Joven amo ya tengo preparadas sus cosas para salir cuando lo ordene. Dije haciendo reverencia.
- Vamos Sebastian, nadie me gana en los juegos. Dijo poniéndose su sombrero.
Nos dirigimos hacia la mansión Trancy me preocupaba Mey-Rin pero si mis sospechas eran correctas no la matarían ó al menos queria creer.
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Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)
FanfictionElla la sirviente de los Phantomhive algo torpe pero una asesina intrépida cuando el amo peligra, y el un mayordomo oscuro perfecto en todos los aspectos, ¿Sera que un amor entre ellos pueda ser posible siendo tan opuestos?