Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)

Vida Y Muerte

Llegamos lo más rápido que pudimos, Bastian estaba brutalmente golpeado, el tenia heridas por todos lados, y Claude lo tenía sujeto del cabello, esto enfureció a Sebastian quién no dudo en lanzar su ataque, Claude soltó a Bastian y esquivo el ataque de Sebastian, yo trate de acercarme a Bastian pero Hannah me lo impidió, se interponía entre mi hijo y yo, aunque sabía que no tenía probabilidades de vencer a un demonio no me iba a rendir, así que tome mis armas y le dispare en la frente, Hannah sonrió mientras su herida sanaba, lanzó una patada para lanzarme lejos pero pude esquivarla, aunque para ser sincera fue mera suerte ese golpe me habría matado, los trillizos me atraparon los brazos y halaban de mi de manera violenta, escuche el crujir de mis huesos safandose de mis extremidades, y grite de dolor con la boca llena de sangre, Sebastian estaba preocupado, pero Claude no le permitia acercarse a mi, aún asi mi meta era llegar a Bastian a como diera lugar, así que en un intento desesperado hale con fuerza logrando safar mi brazo derecho el cual se fracturó debido al brusco movimiento, así pude disparar con la otra al tercer trillizo, eso me dio tiempo suficiente para llegar a Bastian, con un dolor terrible y con un brazo fracturado me puse frente a mi hijo para ayudarlo, el estaba casi inconsciente.

- ¡Bastian! ¡Bastian! ¡Reacciona! - gritaba preocupada.

- Tus intentos son inútiles Mey, ustedes me pertencen - decía entre risas malévolas Alois Trancy.

- ¡¿Como osas seguir pensando que seremos de tu maldita propiedad?! - grite cuestionandolo.

- No hay nada en esta vida que no haya deseado y no lo haya conseguido y después de tenerlos a ustedes, Sebastian también será mío - se carcajeaba de manera psicópata Alois.

- Eso ya lo veremos, y quizás solo muerta me tendrás, pero mientras pueda ponerme de pie, trataré de borrarte esa maldita sonrisa - dije sonriendo de manera burlona.

- Bien Mey, muy bien, aunque para ser sincero solo deseo llevarte a ti, tu hijo es un estorbo un bastardo que no debió haber nacido - decía riéndose.

- Eres despreciable Alois Trancy, aun así termine desangrandome voy a matarte - dije apuntandolo con una pistola en la cabeza.

- Esa bala jamás podrá tocarme - dijo confiado.

Para ese momento Sebastian pudo acercarse y apartar a Hannah y a los trillizos, y Alois quedó desprotegido esa sonrisa nefasta se había borrado y tire de mi gatillo, pero fue cuando mi mano cayó al suelo, Claude había llegado a defender a su amo caí casi inconsciente, me sentía impotente, realmente no era capaz de defender las personas que amaba, Sebastian se enfureció y no se contuvo, comenzó a tomar su forma demoníaca esa silueta de color negro rodeada por un aura maligna con ojos de animales por su cuerpo, una botas de tacón de aguja se veían en sus pies, y plumas de cuervo caían al suelo, su voz de distorciono y río frenéticamente, Claude se transformó en una araña gigante y amenazó con devorarme pero Sebastian logro ponernos a salvo, el parecía tener el control y después de unos diez minutos de pelea Claude y Hannah cedieron llevándose a Alois quien estaba en shock, no me quedaba mucho tiempo sin duda iba a morir, pero al menos mi hijo estaría bien. Fue cuando recordé las palabras de Undertaker

"¿Qué harías si hubiera una manera de vivir más tiempo? ¿Te arriesgarías jovencita?"

Al parecer en mis últimos momentos estaban cambiando de parecer si pudiera tener un poco más de tiempo, eso seria algo realmente maravilloso.

- ¿Mamá? Responde por favor, soy yo Bastian, ¿Mamá? - decia mi hijo con su voz quebrada

- Te estoy escuchando querido hijo, aquí estoy, no llores por favor - contesté agitada

- Mey-Rin por favor resiste, no puedes dejarnos aún - dijo Sebastian tomándome en sus brazos

- Es inevitable, mi muerte llegará pronto, lo que más me duele es que no podré volver a verlos - dije tocando el rostro de Sebastian

- Mamá yo tuve la culpa, si no hubiera salido solo - dijo Bastian rompiendo en llanto

- No te culpes, soy yo la que se siente culpable por no ser tan fuerte - dije con lágrimas en los ojos

- Mey-Rin no te puedes ir, no puedes renunciar a ser mi sirviente - dijo bocchan con un semblante que parecía triste

Ahora que lo recordaba jamás vi al joven amo derramar una lágrima, supuse que su vida fue igual de trágica que la mía, perder a sus padres y ser el amo y señor de la mansión Phantomhive así como el perro guardián de la reina no era trabajo para un niño pequeño.

- Bastian desde ahora ocuparas mi lugar y protegerás al joven amo - dije tocando la cabeza de mi hijo

- Mey-Rin basta, tu no te puedes ir aún, no lo apruebo - dijo Sebastian molesto

Mi muerte estaba justo delante de mi casi parecía verla, un extraño sujeto vestido de rojo aprecio frente a nosotros

- Mey-Rin Xing Zen, diecinueve años, nació el quince de Julio de 1820, fecha de fallecimiento primero de Abril de 1839 - murmuró aquel hombre

- Grell Sutcliff asi que finalmente llegaste - dijo Sebastian incómodo

- Sebas-chan ¿Qué haces cargando a es moribunda mujer? - dijo Grell inconforme

- Más te vale que te calles, ahora menos que nunca quiero escucharte - respondió Sebastian con un semblante que daba miedo.

- Que bella reunión, la muerte siempre une a las personas - dijo una hilarante voz

- Undertaker - dijo el joven amo sorprendido

- ¿Qué haces aquí? - pregunto Sebastian intrigado

- Que tal si te dijera que puedo salvar a tu mujer - dijo en tono burlón

- Pero que dices, ella tiene que morir, yo he venido por ella, no puedes ir en contra de las reglas - dijo Grell alterado

- ¿De qué hablas Undertaker? - pregunto Bocchan curioso

- Así es, hay una forma de que pueda sobrevivir a esa desafortunada muerte - dijo riendo

Yo recorde sus palabras de ese día, aunque la verdad eso de traer de la muerte a alguien era algo imposible, aún asi en ese momento mi corazón deseaba poder vivir un poco más, Undertaker saco una especie de jeringa llena con un extraño liquido azul, era brillante y espeso.

- ¿Qué es eso? - pregunto Grell confundido

- La muerte une a las personas, pero también las separa, es irónico cuanta crueldad - dijo acercándose a mi

- Detente Undertaker, aún no sabes lo que eso pueda llegar a hacer - dijo Sebastian alejándose

- Mayordomo, estoy tratando de ayudarte, no le queda mucho tiempo, si no la ayudo ahora nada lo hará - dijo Undertaker sonriendo

- Detente - alcance a decir aún consciente

- Sigues con la misma idea de ese día, ¿piensas morir entonces? Es una lastima - dijo decepcionado

- Si, soy una humana, no soy un demonio o un ser extraordinario, y si mi destino termina aquí lo acepto - dije con la respiración agitada

- Entonces no hay nada que pueda hacer - dijo guardando la jeringa

Mi último aliento estaba llegando a su fin, cuando estaba a punto de sucumbir en un intento desesperado Undertaker con una rapidez inhumana inyecto ese líquido azul en mi cuello, Sebastian me coloco en el suelo con cuidado y se lanzó contra el, una extraña sensación lleno mi cuerpo era como flotar sobre el agua, como si mis ojos vieran más allá de todo lo que conocía, vi un lugar oscuro lleno de estrellas, explosiones infinitas y llenas de diminutas explosiones que se liberaban en mi cuerpo y luego no había nada, todo era blanco y silencioso, un ciclo interminable e infinito que se repetía una y otra vez.