Los Limites Humanos

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Mi pequeño hijo había despertado, me llamaba con desesperación y salí corriendo lo más rápido que pude.

- Ya voy Bastian. Dije preocupada.

- ¡Mamá! ¡¿En donde estas?!. Gritaba mi hijo.

Cuando llegue el estaba levitando sobre la cama, estaba bastante asustado, sentí miedo por un segundo pero solo era mi pequeño hijo, estaba llorando esperando a que su madre lo salvará.

- Espera, voy a bajarte de ahí no temas. Dije subiendo a la cama para bajarlo.

Logré sujetarlo, pero sentí como si hubiera tocado un pedazo de carbón ardiendo, me quemaba el solo tocarlo. Pero era mi hijo eso no iba a detenerme si el me pedía ayuda, así que con todas mis fuerzas lo baje y lo abrace, mi hijo parecía tener fiebre pero no una normal, el no parecía tener señales de estar enfermo, solo despedía un calor espantoso.

- Mamá ¿Te duele?. Pregunto Bastian apenado.

- No, todo está bien Bastian, no te dejare solo. Dije aún cargandolo.

- ¿Y papá? Quiero verlo. Dijo algo nostálgico.

- Tu padre volverá pronto, tuvo que salir. Dije frotando su cabeza.

- Mamá ¿Algún día dejaras de quererme?. Pregunto algo preocupado.

- ¿Por que preguntas esas cosas hijo?. Pregunté desconcertada.

El estaba muy confundido, algo lo preocupaba y no sabía que hacer para ayudarlo, asi aque hice lo primero que se me vino a la mente, lo tomé en mis brazos y lo apreté hacia mi pecho.

- Se que muchas cosas te daran miedo, y quizás seas diferente a los demás, pero eres mi hijo y mi amor por ti será eterno. Dije suavemente besando besando cabeza.

- Mamá te amo. Dijo mi pequeño hijo llorando.

No iba a permitir que nadie le hiciera daño, aún si no recordaba nada, mi hijo era lo más importante en este momento, así fuera Claude o ese psicópata de Alois Trancy yo no iba a retroceder. Bastian volvió a quedarse dormido en mi regazo, con cuidado lo coloque en la cama de nuevo. Se veía tan tierno. Sabía que todo sería turbulento de ahora en adelante, pero debía ser fuerte por mi hijo.

- Es admirable ver como te esfuerzas querida Mey-Rin. Dijo una voz extraña.

- ¿Quien eres?. Pregunté extrañada

- ¿No me recuerdas? Nos vimos hace un tiempo. Dijo riendo de manera extraña.

- Lo siento, pero no se quien eres. Dije poniendome a la defensiva.

- Tranquila, no vengo a hacerte daño, solo vine a conocer al hijo del demonio. Dijo riéndose.

- ¿Demonio? Es verdad, Sebastian es un demonio. Dije algo consternada.

- Así es, tu hijo es mitad demonio, mitad humano, debe ser fascinante. Dijo acercándose al el.

- Por favor no te acerques. Dije mientras me ponía en medio.

- Típico de una madre protegiendo a su hijo, lastima que el se quedara sin madre algún día. Dijo con una amplia sonrisa.

- ¿De que hablas?. Pregunté intrigada.

- Los demonios son seres inmortales, tu hijo aún siendo mitad humano vivira varios cientos de años. Dijo tocando mi cabello.

- ¿Quieres decir que yo?. Me quedé pensando.

- Así es, tu serás quien muera primero. Dijo pensativo.

- Eso es natural, soy humana, aún asi la poca vida que me reste será para estar a su lado. Dije decida.

- Eres una humana bastante peculiar. Dijo feliz.

- ¿Humana? ¿Qué no eres humano tu?. Pregunté confundida.

- No querida, soy un ser parecido a ustedes, solo que mas muerto jiji. Dijo en forma de burla.

- Por favor vete, no quiero seguir escuchando estupideces. Dije molesta.

- Pero si no son estupideces ¿De verdad deseas morir sabiendo que tu amado y tu hijo seguirán en este mundo para siempre sin ti?. Pregunto intrigante.

- Se que será difícil y que no volveré a verlos pero no puedo ir en contra de mi naturaleza. Dije algo decepcionada.

- ¿Qué harías si hubiera una manera de vivir más tiempo? ¿Te arriesgarías jovencita?. Pregunto con una amplia sonrisa.

Por un momento dudaba, mi vida sería muy corta al lado de ellos, aunque quizás solo me preocupaba dejar solo a mi hijo, ya que aun no recordaba del todo a Sebastian. No sabía como responder ante tales declaraciones.

- ¿Cual es tu nombre?. Pregunté sería.

- Yo soy Undertaker mucho gusto, pensé que nunca preguntarias. Dijo riendo.

- Entonces dime ¿Qué eres? ¿Y que es lo que buscas de mi?. Pregunté determinada.

- Yo soy un shinigami, y estoy en busca de como traer de vuelta a los muertos. Dijo sonriendo

Todo era muy confuso, pero quizás el me daría la esperanza de poder vivir más tiempo al lado de mi pequeño Bastian.

Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora