Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)

Eleonor Saintz

- Mey-Rin ¿Por qué te quedas sin decir nada? ¿Y por qué estas llorando?. Pregunto confundido.

- Es que... yo... yo no sé... no se que decir, esas palabras han hecho que quiera llorar de repente. Contesté limpiando mis lágrimas.

- No tienes porque llorar querida Mey, yo hablo en serio, quiero formar una familia contigo. Dijo tocando mi cabeza.

- Es lo que más deseo Sebastian. Dije para abrazarlo.

- Me da mucho gusto escuchar eso, desde ahora me perteneces. Dijo mirandome fijamente.

De pronto recorde lo que vi cuando mire a aquella chica peliblanca.

- Sebastian hace un momento cuando mire a la señorita Eleonor pude notar una sombra azul rodeandola. Comenté intrigada.

- Ya veo era eso, cuando la miraste note una presencia más, me imagino que nuestro bebé te esta permitiendo ver lo que ve un demonio. Explicó algo pensativo.

- Entonces ¿Tu puedes verlo también?. Pregunté curiosa.

- Asi es, es el aura de las personas, el color del aura cambia dependiendo del estado de animo de una persona. Explicó Sebastian.

- Entiendo ¿Y cómo se a que emocion pertenece cada color?. Pregunté emocionada.

- Bueno eso es algo que tu sabrás es algo que se puede percibir con práctica. Contestó sonriendo.

- ¿En serio? Creo que puedo hacerlo. Dije entusiasmada.

- Yo se que así será, aunque no se si después de que tengas a nuestro bebé dejaras de tener esos dones. Dijo pensativo.

- Aunque eso sea así intentaré usarlos mientras los conserve. Dije confiada.

- Te deseo suerte mi querida Mey-Rin. Dijo tocando mi cabeza.

- ¿Tu conoces a la señorita Eleonor desde hace tiempo?. Pregunté algo incomoda.

- ¿A que viene esa pregunta tan repentina?. Pregunto algo confundido.

- Bueno es que yo solo. Dije titubeante.

- ¿Acaso estas celosa mi querida Mey?. Pregunto sarcástico.

- Hablo en serio Sebastian. Conteste firme.

- No tienes de que preocuparte, hoy recién  la conozco, aunque ya sabia algo de su historia sin aún conocerla en persona. Explicó tranquilo.

- ¿De verdad?. Pregunté curiosa.

- Te contare brevemente. Dijo sonriendo.

Al parecer la señorita Eleonor sufria de abuso por parte de su padre, quien era un gran consejero, el era un hombre despreciable y avaro, golpeaba a la madre de la señorita Eleonor hasta el cansancio, cada noche era un pesar para ella porque su aberrante padre entraba a su habitación para abusar de ella, esa noche su madre a costa de su vida salvo a su hija para que huyera, esa fue la última noche en que Eleonor vio a su madre, poco tiempo después descubrio que estaba embarazada de su propio padre, aunque sabía que su hijo era producto de un acto asqueroso sabia que el no tenía la culpa, así que decidió tenerlo, sin embargo una noche mientras caminaba, unos borrachos la empujaron accidentalmente y perdió a su bebé, Madame Red la encontró y la atendió personalmente, Eleonor le contó su trágica vida y Madame Red se sintió identificada con ella más aún porque el aborto la dejó estéril incapaz de procrear. Eleonor aprendió a usar la espada con la ayuda de Francés la tía de Bocchan para proteger a Madame Red como su sirviente. Pocos meses después Madame Red conoció a Grell Sutcliff esto no le agrado nada a la señorita Eleonor, así que le pidió disculpas a Madame Red y se marchó, hace poco se entero de su muerte y de que su único sobrino necesitaba ayuda, ella en favor por lo que un día Madame hizo por ella decidió que ayudaría a Bocchan en lo que fuera necesario.

- Fue algo muy trágico. Dije algo apenada.

- No tienes de que preocuparte Mey, tu eres la única humana a la que amo. Contestó dandome un beso en la mejilla.

- Sebastian te prometo que nunca dudaré de ti. Dije sonriendo.

- El joven amo me llama, debo ir vendré a verte cuando termine. Dijo tocando mi vientre.

El salió de la habitación de prisa, yo quería estar con el para siempre y jamás dudaria otra vez de estos sentimientos.