Unidos Por La Sangre

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Mi cabeza daba muchas vueltas, ese día me sentía tan deprimida que no pude probar bocado, todos se veían preocupados por mí, Finny no dejaba de querer darme ánimos, pero eso era algo imposible en ese momento.

Decidí terminar más a fuerzas porque realmente quisiera y me retiré a mi habitación.

- Señorita Mey-Rin ¿Se siente mal? ¿Quiere que llame al doctor?. Preguntó preocupada Eleonor.

- No, estoy bien solo necesito descansar. Dije sin ánimo.

Ellos se quedaron muy preocupados, yo me senté en mi cama y no pude contener el llanto, mi corazón se estremeció, no recuerdo por cuánto tiempo estuve llorando, pero me quedé dormida, cuándo abrí los ojos, me di cuenta de que eran las once de la noche, al parecer estaba lloviendo.

Un poco más tranquila comence a buscar la dichosa telaraña que Claude me había puesto pero fue inútil, no la encontré por ninguna parte. No me sentía bien, ni siquiera habia notado que mi panza había crecido aun más. Yo me sentía triste, no tenía cara para ver a Sebastian, no era digna de sus sentimientos. En ese momento se me ocurrió algo que jamás debi de haber llevado a cabo. Después de pensar, tome mis cosas y decidí irme de la mansión Phantomhive decidí dejar una carta explicando el motivo de mi partida. Nadie me vio salir y me dirigí al bosque camine durante horas bajo la intensa lluvia, de pronto comenzó a dolerme mi vientre de una manera horrible, la espalda parecia que se me iba a quebrar.

Como pude continue resistiendo, era demasiado tarde para retractarme y regresar. De pronto senti un fuerte ruido que me aturdio y me hizo caer inconsciente. Al abrir los ojos estaba en una habitación algo pequeña, la luz entraba por las ventanas y el viento hacia que las cortinas se movieran lentamente.

- Veo que ya despertaste. Dijo una dulce anciana que entro por la puerta.

- Hola mi nombre es(...). Me di cuenta de que no recordaba mi nombre.

- ¿Señorita esta bien?. Preguntó preocupada la anciana.

- Es que no recuerdo mi nombre, ni quien soy. Dije aterrada, y me di cuenta de que estaba embarazada.

El terror se apoderó de mi, me quedé en shock por tres días, la anciana estaba preocupada por mi, me cuidaba como si fuera su familia. Ella tenia un nieto como de unos veinticinco años. Su nombre era Aaron el también me miraba con preocupación. Los escuchaba hablar entre ellos, sobre mi salud y mi embarazo.

De pronto comenzó a estremecerme un fuerte dolor, empecé a gritar y a retorcerme de dolor, ellos entraron rápidamente. Al parecer estaba a punto de dar a luz.

- Rápido Aaron el agua caliente. Dijo precipitada la señora.

El joven rápidamente preparo todo, mis contracciones eran cada vez más fuertes y mis respiraciones se hacían mas rápidas. Después de un largo y difícil proceso de parto el bebé nació era un lindo niño. Me sentía tan débil que me desmaye. Cuando volvi en si, escuche los llantos de un bebé.

- Eres muy lindo, realmente hermoso. Decia la anciana cargandolo entre sus brazos.

- En verdad es muy lindo pero sus ojos son de un color muy extraño. Comento su nieto sorprendido.

- Veo que ya despertaste, mira es tu bebé. Dijo mientras me lo daba para cargarlo.

Era cierto, sus ojos eran muy peculiares, al mirarlos recordaba un rostro muy familiar, un joven de ojos del mismo color y muy amable. Pero eran tan distantes esas imágenes que no eran claras, no sabía quien era el padre de mí bebé pero al verlo lo amaba tanto que algo dentro de mi me decía que el ni yo estabamos solos.

Sebastian

El joven amo y yo seguíamos en Alemania cuando recibi una carta de la Srita. Eleonor notificando que Mey-Rin había desaparecido, y no tenían rastro alguno de ella, el Joven amo y yo pensamos que Alois Trancy era el culpable de todo. Terminamos con el caso lo más rápido que pudimos y regresamos. Cuando llegue lo primero que hice fue cuestionar a los chicos, pero nadie sabía nada.

- Lo unico que encontré en el cuarto de la Srita. Mey-Rin fue esta carta. Dijo Eleonor sacando una hoja de su bolsillo.

La carta citaba:

Disculpame Sebastian no soy digna de ti, ni de tu amor, tampoco merezco la consideración del joven amo, hoy me di cuenta de que mis sentimientos hacia a ti no son tan fuertes, por favor no me busques necesito poner mi mente y corazón en orden, no tengo cara para verte en este momento, dile a todos que me disculpen por irme así. Debo arreglar un asunto antes de volver a verte, no te preocupes por nosotros estaremos bien.
Atte: Mey-Rin.

Algo andaba mal en todo esto y sabia a quien preguntarle. El joven amo y yo partimos hacia la Mansión Trancy esa misma tarde.

Estoy Enamorada De Ti (Mey-Rin x Sebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora