—¡¿Viste todas las pelotas que atajé?! —pregunté a Jensen cuando el entrenamiento había terminado y podíamos ir a las duchas, Jensen me sonrió, aún sentado en las gradas.
—Sí, ¿cómo hiciste? —cuestionó.
—No lo sé. Supongo que la suerte me ha tocado —mentí, ¿qué podía decirle?— Te abrazaría pero sé que no quieres que te llene de transpiración —dije pasándome la mano por el cuello, mostrándole lo sudada que estaba. Él negó con la cabeza con cara de asco, haciéndome reír. —Me voy a bañar, ¿Me esperas?
—Sí, ¿cuándo no te esperé? —Sonreí y me dirigí a las duchas.
Tomé ropa limpia del casillero y comencé a quitarme las zapatillas.
—Gabby, ¿ese chico es tu amigo? —Levanté la cabeza, Sophia, una de las chicas con las que compartía esa clase me estaba hablando.
—Sí, ¿por qué? —Negó con la cabeza avergonzada.
—Por nada, ¿así que no son nada? —volvió a preguntar. Abrí la boca para contestarle, pero en ese momento Sam interrumpió.
—No, ellos no. Pero pronto él y yo sí. —Sophia la miró colorada como un tomate, murmuró un “Lo siento” y se fue con la cabeza gacha, Alison le dio un golpe en el hombro.
—¡Sam!
—¿Qué? Es la verdad, ¿no es así, Gabby? —Ambas me miraron. Me encogí de hombros.
—Si tú quieres… —Sonreí, tomé mis cosas y me dirigí a las duchas.
—No sabes lo que sucedió en los vestidores… —le dije a Jensen que seguía en las gradas, él me miró curioso y comencé a contarle lo de Sophia y Sam mientras salíamos.
—¿Debo decir que es halagador? —preguntó, abrí la puerta de mi casillero para guardar los libros que no necesitaría hasta otro día, ya todos comenzaban a salir del colegio y los pasillos estaban atestados.
—Sí, deberías. Son dos chicas lindas, ¿no quieres que te consiga una cita con alguna? —Cerré la puerta y lo miré, tenía el ceño fruncido.
—Gabby, no me gustan.
—¡No tienen por qué gustarte! —chillé. En ese momento noté a Lex en el pasillo, y venía acercándose a nosotros. Bufé, ¿qué quería ahora?
—Gabby, ¿vas a tu casa? —preguntó, parándose junto a Jensen, este lo miró sorprendido y yo, con cara de pocos amigos.
—¿Por qué?
—Porque me preguntaba si podíamos ir juntos.
—¿A mi casa? —Mi voz sonó chillona.
—Bueno, no sé si recuerdas pero vivimos uno al lado del otro, pero si quieres invitarm…
—No. —Lo paré en seco.
—Tengo coche. —Miré a Jensen, quien estaba analizando a Lex como si tuviera que pasar algún tipo de prueba antes de hablarme, y claramente estaba desaprobando. Suspiré.
—Está bien —acepté. El día seguía horrible y no quería ir caminando. Jensen me miró sorprendido.
—Yo puedo acompañarte —dijo Jensen. Y en ese momento se me ocurrió una idea.
—Jensen tiene que venir con nosotros —añadí mirando a Lex, quien tenía una sonrisa engreída en el rostro, y al oírme se le borró.
—¿Qué? —preguntó.
—Sí, habíamos arreglado que vendría a mi casa para trabajar en la tarea de Historia —mentí.
—Si te refieres al trabajo de Historia, es individual.
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Moonlight
WerewolfGabby es una adolescente común y corriente. Hasta que una noche es mordida y convertida en mitad lobo; ella piensa que tiene todo bajo control pero cuando comienza a sentir que la siguen y su cuerpo lucha para convertirse en lobo cada vez que se enf...