El lunes desperté más temprano de lo normal, estaba nevando con más intensidad que el otro día, el pie de los árboles tenía una capa gruesa de nieve y el pavimento se notaba más resbaloso de lo normal, estuvo nevando toda la noche.
Bajé a desayunar, para mi sorpresa mamá y papá ya estaban despiertos, aunque la pequeña Hannah seguía durmiendo. Saludé y me acerqué a hacerme el desayuno.
- ¿Esperarás a Lex e irán juntos al colegio? - Preguntó mamá, me di la vuelta mirándole, ¿estaba bromeando?
- No, ¿debería? - Negó con la cabeza mientras yo me acercaba a la mesa.
- No, pero sería un lindo gesto.
- Debo encontrarme con Jensen. - Mentí, Jensen era mi amigo desde hacía meses, y nunca arreglábamos un punto en común para encontrarnos, solamente nos veíamos ya en la escuela. Mamá asintió, sin decir nada más.
Cuando terminé de desayunar, subí y me abrigué lo más que pude, usé un gorrito negro, guantes del mismo color, unas botas especialmente para la nieve, bufanda y varias camperas, podía decir que en ese momento tenía el mismo tamaño que Pie Grande.
Tomé la mochila y bajé al living.
- ¿Quieres que te lleve? - Preguntó papá cuando me senté en el sillón.
- ¿Irás a trabajar en el auto? - Papá era doctor, ya tenía su uniforme blanco puesto y estaba parado junto a la puerta.
- Sí. Andaré despacio, no te preocupes, ¿te llevo? - Volvió a preguntar. Me encogí de hombros, antes de caminar entre toda esa nieve prefería ir en un auto con mi papá. Me levanté del sillón.
- Bueno, ¿y Hannah?
- La llevará tu mamá cuando esté lista.
- Seguro no irá. - Papá rió -. Yo tampoco quiero ir.
- Vamos, Gabby, otro día será.
- Eres un mentiroso, si me pagaran por cada vez que me has dicho eso sería rica, ¿sabes? - Volvió a reír y abrió la puerta para que saliera, una ventisca helada entró y me apuré a salir y subir al auto, que ya estaba en la calle.
Al llegar al colegio, no había nadie fuera, saludé a papá y corrí hasta la entrada. Había pensado que no iría nadie, pero para mi sorpresa, muchos alumnos estaban presentes, más de los que imaginaba.
Llegué hasta mi casillero y allí estaba Jensen, sonrió al verme y yo le devolví la sonrisa.
- ¿Cómo has estado? - Preguntó luego de darme un beso en la mejilla, sus ojos azules se veían más claros que nunca y su cabello rubio estaba mojado, seguramente había venido caminando. Sus pómulos y punta de la nariz estaban rojos.
- Bien, ¿viniste caminando? - Pregunté abriendo el casillero, guardé unos libros pesados que llevaba en la mochila.
- Sí, mi mamá no quería que sacara el auto, ¿qué son esos libros tan grandes? - Quiso asomarse al casillero, pero cerré la puerta.
- Son para estudiar - mentí, eran libros que había pedido hace una semana en la biblioteca del pueblo, tenían información sobre los hombres lobo. A pesar de que un poco me molestara que mi mamá usara esos libros, yo también sentía curiosidad, y de vez en cuando leía alguno que no haya visto en sus manos.
Jensen frunció el entre cejo, pero no dijo nada. No me sorprendí, tal vez si fuera otro amigo mío (que no tengo, a decir verdad, pero hablando hipotéticamente), pediría más información. Pero él no era así, nunca lo fue, no entendía por qué, aunque no quería preguntar por miedo a que terminara enterándose de todo.

ESTÁS LEYENDO
Moonlight
WerewolfGabby es una adolescente común y corriente. Hasta que una noche es mordida y convertida en mitad lobo; ella piensa que tiene todo bajo control pero cuando comienza a sentir que la siguen y su cuerpo lucha para convertirse en lobo cada vez que se enf...