Más tarde, ese mismo día, Lex insistió en quedarse conmigo, pero finalmente lo convencí para que fuera a su casa. Me quedé en mi habitación pensando en qué haría para enfrentar a quien quiera que me encuentre en aquella casa, no era lo suficientemente fuerte ni rápida como para pelear cuerpo a cuerpo, con Declan había tenido suerte, pero estaba casi segura que aquella manada ya tenía demasiado entrenamiento y podrían hacerme picadillo en dos segundos.
Recordé que había escapado del sótano, la vez que me secuestraron, porque había golpeado a la otra persona con un caño. ¿Seguiría allí? Me iba a sentir más segura si lo tenía cerca de mí. Terminé por decidir que, en cuanto saliera de mi casa, lo iría a buscar.
Tocaron la puerta, arrancándome de mis pensamientos. Vi a Sam y Alison entrar. Me puse de pie y Sam me abrazó, algo nada típico en ella, pero entendía que estuviera así. Había comenzado a conocer a Jensen y ambos se caían bien.
—¿Cómo estás? —preguntó Sam en cuanto terminé de saludar a Alison. Me encogí de hombros.
—Bien.
—¿Y Hannah?
—Bien, supongo. —Sam asintió y bajó la vista.
—Sentimos lo de Jensen —dijo Alison, yo sonreí.
—Yo también.
—¿Las mismas personas que te secuestraron en el baile son las mismas que hicieron todo esto? —preguntó.
—Sí. —Miré a Sam que aún estaba cabizbaja—. Jensen no hubiese querido que estés así. —Le dije, para animarla un poco. Era pésima en esas situaciones. Sam me miró, con los ojos llenos de lágrimas.
—Lo sé —susurró—. Pero no puedo estar de otra forma, ¿sabes? Comenzaba a interesarme en él, como persona. —Sonreí, me gustaba oír a alguien hablar así sobre Jensen—. Aunque él siempre estuvo interesado en ti. —Abrí la boca para negárselo, pero sabía que le estaría mintiendo—. Igual, no pasa nada. O sea, no te tengo rencor ni nada. Pero me hubiera gustado tener una oportunidad con él.
—Seguramente Jensen también hubiese querido estar contigo. —Sam asintió, parecía querer contestar pero no lo hizo. En su lugar, miro a Alison y esta asintió disimuladamente.
Finalmente, se excusaron diciendo que debían estar en otro lado y se despidieron.
Cuando me quedé sola pensé en lo que Sam había dicho, al parecer todos sabían de los verdaderos sentimientos de Jensen hacia mí, incluso yo, aunque siempre traté de ignorarlo. Esto me hizo sentir aún más culpable, tal vez si no hubiese tenido sentimientos por mí que iban más allá de una simple amistad, no se hubiese metido en todo esto. Tal vez.
Me quedé sentada hasta que vi que el sol comenzaba a ocultarse. Me puse la campera que había usado más temprano y decidí que era el momento de terminar todo.
Salí despacio de mi habitación y bajé las escaleras en punta de pie. Noté que ni mamá ni papá ni Hannah estaban cerca, seguramente estaban en el jardín trasero o en alguna otra sala de la casa. Era la oportunidad perfecta y no iba a dejar que se me escapara. Abrí la puerta y la cerré despacio, comencé a caminar dirección al colegio.
Cuando llegué al colegio, ya era de noche y el cielo estaba estrellado y la luz de la luna iluminaba mi camino. Llegué a la parte trasera de la escuela, para mi sorpresa, no habían arreglado la pequeña ventana, así que me arrastré hasta estar en el interior. Tampoco habían movido de lugar el mueble que yo había puesto para poder escapar, así que se me fue fácil llegar al suelo. El caño seguía en el mismo lugar. Lo tomé y noté que en una de las puntas tenía una mancha de sangre, seguramente era del chico al que había golpeado. ¿Lo volvería a ver?
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Moonlight
Hombres LoboGabby es una adolescente común y corriente. Hasta que una noche es mordida y convertida en mitad lobo; ella piensa que tiene todo bajo control pero cuando comienza a sentir que la siguen y su cuerpo lucha para convertirse en lobo cada vez que se enf...