El profesor no había aparecido, algo que fue el centro de conversación con Jensen en cuanto me pude reunir con él, luego de que pasara la clase siguiente a la de Historia. Estábamos reunidos en la biblioteca mientras esperábamos a que terminara el receso.
—¿Aún no saben nada de la manada? —pregunté, inclinándome sobre la mesa para que nadie nos escuchara o molestara.
—No. Son muy difíciles de ubicar, además tenemos que estar atentos porque no sabemos cuándo será su próximo movimiento.
—Ni quién será su próximo blanco. —Jensen asintió.
—Cierto —concordó. Pensé, una vez más, en todas las personas que estaban en peligro, se había vuelto una obsesión para mí. Estaba preocupada porque no sabía hasta dónde estaban dispuestos a llegar, si no me habían matado cuando me tuvieron encerrada en el sótano, ¿entonces qué querían? Además, ¿qué harían con mis seres queridos? ¿Los matarían como querían hacer conmigo?
—Gabby, deja de comerte la cabeza pensando en eso —habló Jensen tomándome de la mano que tenía en la boca, inconscientemente me estaba comiendo las uñas de los nervios.
—No puedo, Jensen. ¿Tú no estás preocupado?
—Sí, pero no sirve de nada pensar todo el tiempo en eso.
—Lo sé —admití—. Pero, ¿y si le hacen daño a alguien de mi familia? ¿A Hannah? ¿O a Sam y Alison? ¿O Lex? ¿O a ti? —Sentía que mis ojos comenzaban a humedecerse, pero parecía no ser evidente ya que Jensen no lo mencionó. En su lugar sonrió.
—No me pasará nada. Ni a ninguno de los que nombraste. —Comenzó a acariciar mi mano con su pulgar—. Lo prometo. —Decidí creerle y le devolví la sonrisa.
Más tarde, cuando ya era hora de irnos a casa, fui con Jensen a ver a la manada, estaban todos menos Amanda y Declan, supuse que habían ido a dar un paseo juntos y quién sabe, tal vez dejaron las discusiones de lado de una vez por todas.
—¿Cómo ha estado todo, Gabby? —preguntó Debby, quien estaba sentada en los escalones de la entrada, mirándome con sus ojos azules. Antes de contestar, le mandé un mensaje a mi mamá diciéndole dónde estaba.
—Bien, ¿y por aquí? —Debby se encogió de hombros.
—Bah, tenemos un nuevo romance entre Declan y Amanda, ¿sabías? —Asentí mientras sonreía.
—Me lo imaginaba —dije, y luego me acerque por detrás de Jensen, que estaba hablando con Jessie para susurrarle un «Te lo dije» en el oído.
Habíamos tenido una conversación en la escuela sobre Declan y Amanda, yo insistía en que había chispas entre ellos dos pero Jensen remarcaba que eran solo amigos. No comprendía cómo era que vivían prácticamente todos juntos pero no sabían lo que pasaba frente a sus narices.
Jensen apoyó un brazo sobre mis hombros, uniéndome a la conversación con Jessie. En aquel momento mi teléfono sonó, y en la pantalla apareció una foto de mamá, fruncí el ceño. Ella nunca llamaba aunque fuera algo urgente. Atendí.
—¿Mamá?
—Gabby... —Su voz sonaba entre cortada, había dicho algo más pero no se le escuchó nada. Pensé que era la interferencia, así que me alejé de Jensen y apoyé una mano sobre la oreja libre.
—Mamá, ¿qué sucede? No escucho nada.
—Es Hannah, Gabby. —No era la interferencia, mi mamá estaba llorando, parecía nerviosa.
—¿Qué sucede con Hannah? —Mi corazón comenzaba al acelerarse al pensar que algo le estaba pasando a mi hermana.
—La... La fui a buscar al colegio, y no estaba, Gabby. No estaba... —La línea de teléfono fue inundada por el llanto de mi mamá, abrí la boca para decir algo pero nada salió de esta. Miré a Jensen, quien tenía los ojos clavados en mí, expectante.
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Moonlight
WerewolfGabby es una adolescente común y corriente. Hasta que una noche es mordida y convertida en mitad lobo; ella piensa que tiene todo bajo control pero cuando comienza a sentir que la siguen y su cuerpo lucha para convertirse en lobo cada vez que se enf...