Cuando me quedé sola, me metí en la cama y volví a recordar cada momento de la noche anterior. Me llamó la atención que no supiera que la escuela tuviera un sótano. Y cuando se lo conté a Jensen, también parecía sorprendido. Tuve la leve sospecha de que ninguno de los alumnos sabía sobre la existencia de aquel sótano. Y, si así era, entonces era el escondite perfecto. La persona que me había puesto ahí sí que conocía la escuela…
Claro. Debía conocerla muy bien. Por ende, debía ser alguien que trabajara allí, sino, ¿cómo sabría? Ahora entendía que debía concentrarme en las personas del colegio.
Un rato después, vinieron Alison y Sam, también les conté la verdad de lo que había sucedido. Parecían sorprendidas, tampoco sabían que había un sótano en el colegio, y esto intensificó mi sospecha. Les conté sobre mi teoría, y estuvieron de acuerdo, además me aseguraron de que no conocían a ningún alumno que conociera aquel sótano. Luego hablamos un poco del baile, y Alison me contó sobre James, que había querido acompañarla hasta mi casa la noche que desaparecí y quedarse con ella. Pero terminó por volver a su mundo, y prometieron volver a verse en algún momento.
Finalmente, cuando se fueron, unos minutos después llegó Jensen. Se sentó junto a mí en la cama y rápidamente tomó el control remoto para prender la televisión y cambiar de canal hasta chocar con la película Terminator.
—¡Jensen! Es la primera y la vimos ochocientas veces, ¿es que no te cansas? —Él negó con la cabeza.
—Tú no entiendes. Es genial, yo vivo por esta película. Es lo que respiro —bromeó y reí con ganas por primera vez en lo que me pareció una eternidad.
—Además está por la mitad.
—Si quieres, te cuento cómo empieza… —dijo mirándome. Negué efusivamente con la cabeza.
—No, gracias. —Jensen sonrió y volvió la vista al televisor.
—¿Vino Lex? —preguntó serio.
—Sí.
—¿Y cómo te fue?
—Discutimos.
—¿Terminaron? —cuestionó mirándome a los ojos, sorprendido. Me encogí de hombros.
—No se puede terminar algo que nunca empezó. —Jensen rió y volvió a clavar sus ojos en el televisor.
—Ya. Eso es muy cliché. —Una risita se escapó de mis labios.
—Lo sé. Pero es la verdad, apenas y habíamos comenzado a estar «juntos». —Hice unas comillas en el aire al decir la última palabra. Jensen no dijo nada, así que decidí preguntar—: ¿Y qué tal todo con Sam? —Esta vez fue él quien se encogió de hombros.
—Bien, supongo. Nos estamos conociendo.
—¿Te gusta? —pregunté inclinando la cabeza hacia él y sonriendo pícaramente.
—No me puede gustar alguien que recién conozco.
—Pero es bonita, ¿verdad? —dije levantando las cejas. Jensen rió.
—Sí. Y tiene linda personalidad.
—Es verdad. ¿Se besaron? —pregunté—. En el baile —aclaré mientras volvía a mirar la televisión.
—No. —Hice una mueca.
—Qué pena. —Estuvimos unos minutos en silencio hasta que me acordé de la conclusión a la que había llegado cuando estaba sola. Le conté a Jensen sobre mi deducción y también estuvo de acuerdo.
—Si es alguien que trabaja dentro de la escuela, no estás a salvo ahí. —Suspiré frustrada.
—No digas eso. No seas como mis padres que ya no quieren que vaya a ningún otro lugar que no sea mi casa y la escuela. —Jensen me miró sorprendido, como si pensara que mis padres no eran capaces de tal cosa.

ESTÁS LEYENDO
Moonlight
WerewolfGabby es una adolescente común y corriente. Hasta que una noche es mordida y convertida en mitad lobo; ella piensa que tiene todo bajo control pero cuando comienza a sentir que la siguen y su cuerpo lucha para convertirse en lobo cada vez que se enf...