Capítulo 1

1K 242 158
                                    

Play: Creep - Radiohead

Caín es mi nombre... Y te traje aquí para matarte Sentenció.

Como explicar que desde aquel momento todo en mi vida cambió dando un verdadero giro de 180 grados, pero para hablar de ello, es necesario comprender como llegué a estar en ese momento, en ese lugar y precisamente con ese hombre; Caín, es por ello que primero es necesario ir al comienzo de todo. Al momento en que mi hambre creció.

Tenía solo quince años cuando la curiosidad y las ganas de aprender comenzaron a adueñarse de mi, ese deseo innato por probar cosas que quizás no eran aptas para mi edad, pero siempre fuí de esas personas que cuando tiene un impulso va a por ello hasta conseguirlo. Iba en una escuela de señoritas y mis compañeras contaban sobre sus experiencias con chicos, yo en tanto no tenía nada que contar, salía muy poco y así también muy pocos chicos volteaban a verme «Se ve muy niña» decían.

Por ese mismo motivo fue que comencé a buscar formas de verme mayor, de llamar la atención de los chicos, ir a fiestas y así fui adquiriendo una especie de actitud diferente frente a ellos, podía besarme con más de uno, pero no quería un par de besos o manoseos, quería que me hicieran mujer y en esas fiestas había más de uno dispuesto a endulzarme el oído con tal de que me dejara meter la polla, pero yo no quería un niño, quería un hombre y así fue como conocí a Pietro.

Pietro tenía veinticuatro años, era justo el tipo de hombre que deseaba, pero había un gran problema; la edad.

Pietro era alto, medio moreno y de ojos color pardo, era primo de uno de los chicos que iban siempre a las fiestas de mis compañeras de escuela, en Graydale esas fiestas eran muy típicas, al menos en el sector bajo donde yo vivo, Pietro pasaba a buscar en su auto a su primo mientras yo solo lo veía de lejos, un día decidí ir vestida de otra forma y fingir que iba a buscar a mi hermana, obviamente era una mentira pero era la única forma de que me notara, fingí que mi supuesta hermana se había ido antes y no tenia como volver a casa ya que el taxi me habia dejado así que muy caballerosamente Pietro se ofreció a llevarme, ese mismo día intercambiamos números de teléfono, no tardamos mucho en comenzar a tener más acercamiento hasta que comenzamos a salir.

Estuvimos saliendo un par de semanas hasta que llegó el momento que tanto había esperado.

Habían pasado dos días de mi cumpleaños número dieciséis, aquel día me salí de la escuela para irme a pasar todo el día a su casa, él pensaba que yo tenía dieciocho y que estaba re cursando mi último año así que mas allá no hacía preguntas, cuando le dije que aun era virgen simplemente le eché un cuento de que estaba esperando al indicado y listo, no más preguntas incomodas.

Estuvimos viendo películas en su habitación casi toda la mañana y a eso del medio día comenzamos a ponernos cariñosos, estaba tan nerviosa que no entendía por qué simplemente no podía actuar como esas chicas que salían en las películas de tres equis que guardaba mi papá, Pietro en tanto entendía que era mi primera vez y me trataba bastante bien al comienzo, con mucha delicadeza, de esa misma forma me fue despojando de la ropa hasta dejarme totalmente desnuda, acto seguido se desnudó dejándome ver su cuerpo bastante bien formado y con tatuajes en los brazos, en ese momento comprendí que tenía una especie de afición por los hombres tatuados, finalmente llego el momento que tanto había esperado, creo que me demore más esperando ese momento a lo que duro el acto en sí, todo lo que me habían contado respecto a la primera vez en ese instante se me quedo corto, de manera literal. Su delicadeza había desaparecido y había sido bastante brusco, dolio tanto que de mi boca en vez de salir gemidos de placer salian quejidos y gritos casi guturales, yo en tanto no sabia si aquello era por que estaba demasiado estrecha o simplemente ser brusco era algo que se le daba de manera natural.

Just Like An EngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora