Capítulo 5

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Mis semanas habían pasado sin ningún acontecimiento importante, estaban los preparativos para navidad pero realmente no me importaba esa fecha, en casa mi madre estaba preocupada porque no estaba comiendo mucho pero sinceramente la droga que me daba Caín me dejaba satisfecha por así decirlo y no me provocaba hambre. Estaba llevando una alimentación bastante desordenada.

Respecto a Caín casi ni lo veía, no pasaba mucho en casa y eso resultaba ser un poco beneficioso para mí puesto que podía evitar el hecho de saber lo que pasaría con su hermanito, me encontraba en una zona de confort por así decirlo, él me daba la droga suficiente para mi jornada y yo no tenía que hablarle por que luego se desaparecía todo el día. Y de lo ocurrido entre nosotros casi no hablábamos.

El encuentro que tenia a diario con mis copitos de nieve »Así me gustaba llamarle« era casi una obra de arte, parecía una especie de ritual el que hacía desde que la dejaba caer sobre el espejo o la superficie plana que encontrara, enrolar el billete con el cual me la esnifaría hasta finalmente sentirla descender por mi tabique, lenta y delicadamente hasta expandirse por todo mi ser.

Lo tenía todo controlado, no me consideraba una adicta o algo por el estilo, andaba con energía y eso era bueno, estaba totalmente convencida de que estaba bien, además podía dejarla cuando quisiera. Seria patético depender de una droga.

Mi sábado transcurría lento y aburrido, estaba encerrada en mi cuarto leyendo un libro y mi madre había salido de compras, mi padre afortunadamente estaba fuera, un mensaje de texto llegó a mi celular y de inmediato me levante animosa de la cama.

Caín: Fiesta en casa de un amigo hoy, te paso a buscar a las 9

Di pequeños saltos de emoción, era extraño ver como Caín alteraba por completo mis hormonas, era como si me encantara saber de él o pensar en él, además en una fiesta no sería tan incomodo estar cerca, claramente no podría salir a tema lo de Nate, tome un poco de agua y luego me puse a buscar que ponerme.

Amethyst: ¿Puedo llevar a una amiga?

Caín: Si polluela, solo sean puntuales o me iré solo

Hice una mueca y finalmente no le di importancia, llame a Isabella para invitarla y recalcarle que estuviese lista antes de las nueve, también le envié un mensaje a Óscar para que fuera con Alejandra, quedamos en que les enviaría la ubicación y llegarían mas tarde.

Me estuve probando ropa distinta una y otra vez, me sentía algo gorda con todo lo que me ponía hasta que finalmente elegí el atuendo perfecto. Isa llegó a mi casa a buena hora ya que justo me estaba terminando de maquillar por lo tanto me ayudo dándome algunas ideas. Finalmente nos despedimos de mi madre que había llegado hace poco y salimos para esperar a Caín, prendí un cigarrillo mientras esperábamos hasta que sentí un ruido de un particular auto acercarse, era un Pontiac gto del 67 color negro, este se estacionó rápidamente frente a nosotras.

—¿Y tu otro auto? —exclame viendo impresionada el auto clásico, era hermoso.

—Lo vendí y me compre este, fue mi mejor inversión —comento él. Procedí a hacer las presentaciones entre mi amiga y él para luego subirnos al auto, puso música y aceleró.

Llevábamos casi cuarenta minutos arriba del auto, ya me estaba doliendo el trasero de tanto estar sentada, Caín nos dio una lata de cerveza a cada una y baje la ventanilla para prender un cigarrillo.

—¿Cuánto falta? —pregunte algo impaciente.

—Poco, mi amigo vive  rumbo a la colina, casi a las afueras del pueblo

—Podrías darnos la dirección para que Ame se la envíe a sus amigos para que así sepan el tiempo que tardaran —comentó Isabella.

Caín le entrego su celular a ella para que viera la dirección exacta del lugar.

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