Candy Candy- my everything. (Fanfic)

Capitulo 6

Anthony
Eliza había intentado molestar a Candy de nuevo.
¿Nunca iba a cansarse de eso?
Me dirigí al patio de las chicas, donde Eliza estaba, mientras pensaba bien en que era lo que iba a decirle.
¿Cómo era posible que provocará que Candy fuera con el uniforme equivocado? No parece la gran cosa, pero si dejaba que esto se quedara así, ella cada vez iría más lejos.
Entré al edificio amarillo, empujé la pesada puerta de madera y al entrar lo primero que vi fue a Eliza parada junto con sus amigas.
—Eliza— la llamé.
Ella volteo a verme y sonrío.
Creo haber escuchado que dijo "Les dije, Anthony me buscaría de nuevo" pero no le di importancia y espere a que ella llegara a donde yo estaba.
— hola Anthony— saludó haciendo rollitos su cabello.
—tengo que hablar contigo— dije.
— esta bien, lo que tu quieras decirme.
—quiero que dejes de molestar a Candy, ella no ha tenido una vida fácil y lo ultimo que necesita a es a ti y a Neil molestándola.
Ella me miro molesta.
— ¡Pero Anthony! ¡A ella le encanta hacerse la víctima! ¿Cuando te darás cuenta de la clase de persona que es?— chilló molesta. Si no la conociera le creería por completo. Tenía una expresión de víctima frustrada increíblemente realista. Que asco de persona. Pero Candy no tendría que soportarlos más, no mientras yo estuviera presente. Se lo había prometido.
—no te estoy preguntando nada Eliza, solo quiero que dejes de molestar a Candy.
No dejé que me respondiera. Di media vuelta y caminé lentamente hacia la salida esperando que no quisiera seguir con la discusión.
"Uy si, te buscaría de nuevo, ¡pero para reclamarte!"dijo una de sus amigas mientras yo me alejaba.
Los últimos días no había podido hablar mucho con Candy.
Estábamos totalmente separados, apenas y podíamos encontrarnos, decirnos hola y luego despedirnos.
Parece que ella encontró una nueva colina, intentaré verla allí mas seguido.
Ella estaba pasándolo difícil. Como Archie ha dicho las hermanas la tenían en la mira.
Estaba sumido en mis pensamiento cuando vi que Clin saltaba a mi balcón.
—¡Clin!— exclamé abriendo la puerta de cristal. El pequeño mapache entro rápidamente sacudiéndose de las gotas de lluvia que lo habían mojado.
Ví que tenía un nuevo collar rojo. Supuse que Candy se lo había puesto.
Y entonces una idea paso por mi cabeza.
Rápidamente corrí al escritorio de madera, tome una hoja blanca del cajón, una pluma y comencé a escribir una carta para Candy.
Al terminar la deje sobre el escritorio, y me dispuse a dormir.
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A la mañana siguiente ya tenía muy bien planeado lo que iba a hacer. Tomé a Clin que yacía dormido en la esquina de mi cama.
Enrollé la carta en su collar rojo y reluciente.
—llévaselo a Candy, cuento contigo.
El pequeño animal salió corriendo por la ventana y se dirigió al patio de la chicas.