Candy Candy- my everything. (Fanfic)

Capitulo 12

Eliza
Anthony se había ido a Chicago, era el momento perfecto para llevar a cabo mi plan, sin embargo no me siento como creí que me sentiría.
Por una parte claro que
Sí ; Candy se sentiría desdichada pero ahora no me importaba del todo Anthony ...
Terry era el único que ocupaba mi mente ahora.
era tan varonil....
Anthony ya me había rechazado y puesto en ridículo muchas veces. Con Terry había una oportunidad.
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Terry
Candy nos dejo a Susana y a mi solos para hablar.
Había cierta tensión entre nosotros. Yo sabía que ella no tenía la culpa del compromiso, pero no quería que se interpusiera en mi vida , y menos ahora que Candy estaba en ella.
Volviendo al tema de Anthony; ahora que se había ido había una oportunidad, pero con la llegada de Susana Marlow, las cosas podrían complicarse.
Decidí hablar con Candy. Me encaminé a su habítacion; doscientos tres.
Pero justo en frente de la puerta, un sobre amarillento con timbre postal de Chicago yacía debajo de la puerta de madera.
Me agaché tomándola; «Anthony Brower Ardley»
Escuché la alegre voz de Candy acercarse por los pasillos. No lo pensé demasiado y metí la carta a uno de mis bolsillos.
La chica pareció sorprendida al verme parado allí.
—¿Que haces aquí?— preguntó , a diferencia de otras veces, suave y calmadamente.
—adiós Candy— se despidió Paty, su amiga, y me pasó de largo siguiendo su camino.
—quería hablar contigo Tarzan.
—¿De que podrías hablar conmigo?— preguntó acercándose a la puerta a paso apresurado; no quería estar allí, hablando con migo.
Genial.
Susana lo había arruinado sin siquiera quererlo.
¿Que haría cuando quisiera hacerlo?
—¡oh Terry!— escuché unos irritantes gritos de chica que me llamaban por atrás. Y no podían pertenecer a nadie mas que a Eliza Leagan.
—¿Qué haces aquí a un lado de mi habitación?— preguntó la pelirroja usando su típica técnica de enrollarse el cabello con un dedo.
—¿ella esta a un lado de tu habítacion?— pregunté mirando a Candy, quien asintió con la cabeza como si no tuviera importancia.
Eliza había estado asechandome incluso más que Susana.
—vine a ver a Candy— vi que al terminar de pronunciar estas palabras la expresión facial de Eliza cambio por completo.
Y Candy también lo noto.
—¿a que estas jugando?—me preguntó una rubia molesta y pecosa mirándome con furia a los ojos.
—yo no juego a nada, Tarzan. Me gustas, creí que ya lo sabias.

Eliza soltó un grito ahogado mientras su cara se ponía roja como un jitomate y cerraba los puños.
Y Candy solo me miraba con los ojos muy abiertos incapaz de decir nada.
Qué ironía, fue una declaración en un simple y amarillento pasillo... y a un así la deje sin palabras.
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«tres semanas después»
Anthony
He estado escribiendo cartas a Candy, sin embargo no me ha respondido ninguna.
Las cosas aquí se han complicado aún más, así que me tendré que quedar más tiempo.
Pensé en dejar de escribirle, pero he seguido haciéndolo. Le he escrito todos los días desde que me fui, pero no he obtenido respuesta alguna ¿acaso no habrán llegado?
La tía Elroy había estado muy enferma, incluso incapaz de ponerse en pie.
Eso me preocupaba demasiado.
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Eliza
—necesito separar a Candy y a Terry— dije a Neil molesta.
—¿no me dijiste que querías separarla de Anthony? Ni quien te entienda.
—¡Anthony ya no esta aquí! Además me molesta que Candy se quede con todos ¿que ven en ella? ¿Su dulce cara de niña inocente?
—no hagas drama hermana— dijo Neil sobándose la sien con su dedo índice— te ayudare.
Sonreí.
—¿que es lo que quieres hacer?— preguntó mi hermano cruzándose de brazos.
— esta vez no quiero solo separarlos, quiero que él se quede conmigo para siempre. En el rostro de Neil se formó una sonrisa maliciosa. Y asintió con la cabeza; podía contar con él.
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Candy.
Las tardes sin Anthony se habían vuelto muy solitarias. No era lo mismo sin él. Todas las noches lo recordaba en silencio por largos ratos, preguntándome ¿cuándo llegaría? ¿Porque no tenía noticias de él? ¿ le habría pasado algo?
No lo sabía.
Y estaba impaciente esperando a que él llegara.
Todos los días, en el gran árbol de la entrada esperaba ver el auto aparcando en la entrada, pero todos los días me llevaba una decepción; jamás había estado tanto tiempo sin Anthony desde que lo conocí.
Por otra parte estaba Terry.
Él era rebelde, y grosero.
Pero podía tapar un poco el vacío de Anthony.
No por completo claro, yo jamás lo olvidaría pasara lo que pasara. No era lo mismo hablar con Anthony a hablar con Terry. Pero podía remediarlo.
Tal vez algún día llegaría a verlo como algo más que un simple conocido.
Pero de algo estaba segura; no iba a llenar el vacío de Anthony. Ni si quiera ocupar su lugar.
O al menos eso pensaba en ese entonces...