Candy Candy- my everything. (Fanfic)

capitulo 15

Candy

Triste pero cierto.

No sabía nada de Anthony. Y las dudas, aunque no lo quisiera, se hacían cada vez más persistentes.

─ dame una oportunidad Candy─ me dijo Terry una vez más a lo largo de esa semana. No podía esperar por siempre, y lo cierto era que quería conocerlo mejor, quería conocer su pasado. Y si seguía esperando, y haciéndome del rogar, no tendría oportunidad de nada.

─ está bien─ respondí casi sin pensarlo. La cara del castaño se ilumino totalmente. Yo estaba experimentando algo nuevo, tal vez si podría enamorarme de el─ pero no quiero que lo tomes como algo más. Solo somos amigos.

─ Pero una oportunidad es lo único que necesito─ respondió muy confiado de sí mismo.

─ Pero ¿Qué harás con Susana? ¡Es tu prometida!

─ no es nada serio, mi padre lo comprenderá.

Y después de esa conversación mi vida continúo con Terry a mi lado. No tenía ni idea de lo que acababa de hacer. No me puse a pensar en qué pensaría Anthony, era solo que había pasado mucho tiempo desde su partida. Y comencé a creer que nunca regresaría.

Annie y Paty me preguntaban curiosas que era lo que pasaba con Terry, y porque pasaba tanto tiempo con él. Pero yo no tenía una respuesta. Le dije que no sería nada formal. Pero le acababa de dar una oportunidad.
- ¿ya te has olvidado de anthony?- me pregunto paty.
- eso jamás- respondi.
-parece que has dado el primer paso con Terry.
- no he dado el primer paso con terry, solo somos amigos
- ¿te gusta?- me pregunto Annie directamente mirándome a los ojos interrogantemente.
- no lo se- respondi tímidamente, y es que era verdad.
- ¡Candy!- exclamo paty burlona.
Me sonroje.
Fue entonces que vimos a Stear y Archie a lo lejos. Se acercaban saludando. Paty corrió a saludar a Stear. Pero vi que archie y Anni no se saludaron, ni si quiera se dirigieron la palabra. Pude notar toda la tengo on que había entre ellos.
Después de saludar se despidieron y Paty se fue con ellos, aproveche ese momento a soñar para preguntarle a Annie.
-¿que pasa con Archie?
- nada- me respondió tímidamente.
- Annie puedes contármelo
La chica se mostró indecisa si contarme o no, pero después de pensarlo trago saliva y me lo contó todo.
- Archie y yo hemos terminado.
- lo siento- dije seriamente sorprendida-¿pero porque?
- no era lo que esperábamos.
-¿ha sido decisión de los dos?
- ha sido decisión mía
Abrace a mi amiga.
- cuenta con migo para lo que quieras- le dije a lo que asintió con la cabeza.
-oye, se hace tarde ¿no deberías irte ya a tu árbol?
- mi árbol ¡me conoces muy bien!
Me despedí de ella y corrí afuera para irme al árbol.

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Terry

Sabía que Candy no se resistiría demasiado a mí. A las chicas les gustan los hombres tiernos y cursis, así que un hombre tierno y cursi es lo que seria. (Sin llegar al extremo de plantar flores como el güero presumido)

La encontré caminando sola hacia la entrada del instituto. Vi que hacia eso siempre, iba, se subía a un gran árbol, y se quedaba viendo a lo lejos hasta que daban el toque de queda, entonces se bajaba, suspiraba y regresaba al dormitorio de las chicas. Siempre me pregunte qué era lo que vería, pero lo comprendí aquella noche.

─ hola─ la sorprendí mientras se subía al árbol. Su cabeza se giró confundida.

─ ¿Qué haces tú aquí? ─ me pregunto mientras se terminaba de establecer en una rama grande y estable.

─pues, ahora que hemos formalizado nuestra relación, me gustaría que pasáramos más tiempo juntos.

─ ¿Qué relación?

─ ¡la nuestra! Acabas de darme un sí, ¿Cómo has podido olvidarlo?

Candy se mostraba muy distraída mirando hacia donde siempre lo hacía, fue allí, cuando me di cuenta de que lo que veía era de suma importancia para ella.

─ah sí, eso─ dijo sosteniendo la vista en mí, y luego se volvió para ver de nuevo al frente.

─si, eso, me has escogido, me has dicho que si

─ Si, se lo que hice

─ no suenas emocionada,

─ estoy emocionada, muy emocionada.

Me di cuenta de que su cerebro no estaba conectado a su boca desde que subió a ese árbol. Me pareció un tanto extraño. Así que, como buen novio que soy, decidí indagar.

─ ¿Qué es lo que miras?

─ nada─ respondió Candy─ solo espero a que un milagro ocurra.

─ ¿quieres salir de aquí? Te entiendo, yo también, conozco una salida, podemos salir, y conocer la ciudad cuando quieras.

─ no quiero salir, cabezota─ Candy comenzó a reír, lo que me hizo hacerlo a mí también.

─ ¿entonces qué clase de milagro quieres que ocurra?

─ Uno que no estoy segura de que pase, a pesar de que me lo han prometido. Ya ni si quiera puedo estar segura de que lo recuerde.

─ Para eso estoy yo, Tarzan, para realizar milagros.

─ ¿Qué has dicho? ─dijo ella más animada, parecía que regresaba a la realidad.

─ Que estoy aquí para realizar milagros.

─ no, antes de eso ¿dijiste que éramos novios?

─así es ¿Qué con eso?

─ no sabía que lo fuéramos.

─ bueno pues, por milésima vez en la noche te recuerdo que tú dijiste que me darías una oportunidad. Así que pues... ya sabes.

─ pues nunca escuche una proposición formal de tu parte, además te dije que no era nada formal─ Candy había comenzado a bajarse del árbol lenta, pero ágilmente.

─ ¿quieres una proposición formal? ─ pregunte con una sonrisa pícara: había ganado.

No respondió y se acercó a mí lentamente sonriendo.
- terry, no te hagas ilusiones aun. Solo somos amigos
─ Bueno pues entonces─ dije suavemente mientras la veía a los ojos─ supongo que una proposición cambiara las cosas.
- no seas necio.
- Tarzan pecosa- comencé a decir riendo- ¿te gustaría ser...
En ese momento unos de luz me cegaron. Era un auto que se estaba estacionando en la entrada del instituto.
Candy también miro confundida la escena.
Ambos estábamos cegados por la luz y no comprendíamos que estaba pasando. Hasta que escuchamos unas voces y después de eso el auto se volvió en reversa y salió del estacionamiento.
Candy y yo nos recuperábamos de la luz del auto cuando escuche esa voz que me hacia retorcerme de rabia. Esa voz que me había dado pelea por tanto tiempo. La voz que había odiado desde que la escuche por primera vez en el barco.
-¿candy?
Candy lo miro atónita. Y después de unos segundos corrió a sus brazos, con una emoción que nunca antes había visto.
-¡anthony!- grito la rubia sin parar.
Y yo, entendí que no había ganado aun, y que seria mas difícil de lo que pensé.