Capitulo 33

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Susana
Ya estaba casi hecho.
Rápidamente saque una hoja en blanco de mi pequeño escritorio de madera y comencé a escribir, sabiendo perfectamente que era lo que a continuación redactaría.
Mi corazón palpitaba frenéticamente conforme mi mano de deslizaba por el suave papel.
Aunque Anthony no se enamorara de mi, iba a tenerlo a mi lado por siempre.
Papa:
Se que ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que te escribí.
Y la verdad, tengo una muy buena razón; estaba esperando a poder darte buenas noticias, y ese día ha llegado.
¿Recuerdas ese trato que hicimos? Pues he encontrado al chico indicado.
Tiene todo lo que tu buscabas para mi, y yo lo amo.
Su nombre es Anthony Brower de la familia Andley. Seguro has escuchado de ella.
Tienen muchas propiedades por todo el país, y son de las familias de más alto nivel de Estados Unidos.
Anthony es un chico muy educado y amable.
¿No te lo había dicho? He viajado a Estados Unidos solamente para poder conocer mejor a su familia, y me han caído bastante bien.
Estoy segura de que la señora Elroy no tendría problema por aceptar el matrimonio, Puesto que he convivido mucho con ella y se me hace una persona muy razonable en cuanto a todos los aspectos.
Pero ya no te diré mas, dejare que tu lo investigues por tu cuenta, aunque no creo que tengas problema alguno.
Con cariño y emoción.
Susana.
Doble cuidadosamente la carta y la metí en el sobre, el cual con mucha emoción, envié a Londres esperando ansiosamente una respuesta positiva de mi padre.
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Candy
El sonido lejano de unas gaitas muy melodiosas hizo que me distrajera de mi trabajo.
Deje la pala en la cubeta y por un momento deje de plantar las flores.
Últimamente me había sentido muy aburrida, y las flores llamaron mucho mi atención.
Entre a la casa y salí al jardín delantero.
Mi sorpresa fue enorme cuando visualice a Anthony en una vestimenta elegante tocando la gaita.
Me aleje de la puerta limpiando la tierra de mis manos en mi pantalón y me recargue en el árbol más cercano, dejando que la melodía recorriera cada parte de mis oídos.
Esto de cierta forma era muy relajante, pero me producía una terrible ansiedad. Esa sensación que e estado teniendo desde el hospital.
El viento soplaba fuertemente y el rubio cabello de Anthony se balanceaba de un lado a otro siguiendo el ritmo de este.
Se veía tan concentrado, muy calmado.
Estuve unos momentos así escuchando la suave melodía hasta que cesó.
Lentamente levantó su cabeza y clavo su mirada en mi, entrelazándose con mis ojos.
Pude sentir como el rubor cubría mis mejillas.
-hola- saludo sonriente, a lo que le respondí con un gesto con la mano.-¿no...no te recuerda nada?
La pregunta me sorprendo. ¿Debería?
- no- susurre ladeando la cabeza.- lo siento.
Anthony se quedo unos momentos rígido, de pie sobre el verde césped. Se encogió de hombros, sonrío ampliamente de nuevo. Y se fue.
Mis días eran muy aburridos. Annie solía irse a trabajar por las tardes y yo me quedaba reposando por órdenes del doctor pero yo me sentía muy bien, capaz de todo, incluso de volver al trabajo.
Al día siguiente encontré a Anthony afuera de la cabaña de nuevo.
Fruncí mi ceño confundida.
Se encontraba de pie con los brazos atrás sonriendo mientras veía como salía de la cabaña.
-hola- dije confundida. Nunca lo había visto tan seguido.
El que continuará viniendo me ponía en un gran lío.
Sabia que tenía que tomar distancia, pero no podía hacerlo, algo dentro de mi clamaba que no lo alejara de mi.
Es solo que me transmitía mucha tranquilidad, era una sensación en verdad agradable.
Esta vez no traía ninguna gaita ni nada por estilo.
Pude ver un pequeño resplandor salir de una de sus manos.
-hay algo que quiero enseñarte- dijo acercándose lentamente.
La curiosidad toco a mi puerta, así que asentí con la cabeza y me acerque a el lentamente, curiosa.
Al momento en el que nos encontramos suficientemente cerca, pude percibir su olor, su habitual colonia.
Despeje de mi mente esos pensamientos y puse atención.
Lentamente Anthony extendió su mano y abrió su puño dejando al descubierto una pequeña moneda dorada.
No había visto ninguna moneda así. En el hogar de poni no podíamos encontrarnos mucho con ellas.
No entendí nada. Así que mire a Anthony transmitiendo mi pregunta.
-¿no lo recuerdas?- pregunto de nuevo. A lo que negué con mi cabeza. Pacientemente Anthony sonrió y guardo la moneda de nuevo.- es un recuerdo...un recuerdo de nuestro primer paseo juntos.

-en serio lo siento Anthony, pero no puedo recordar nada. Me gustaría muchísimo y lo intento...pero no puedo.
El chico se quedo en silencio unos instantes.
Ya lo harás susurro casi inaudiblemente. Yo lo se.
Después de esto se despidió de mi y se fue de nuevo.

Esa noche no pude dormir.
Eran muchas las cosas las que tenía que procesar.
Quería hacer muchas, muchas preguntas, pero Annie estaba pasando por un mal momento. No podía agobiarla con mis propios problemas.
Giraba sobre las suaves sabanas de mi cama intentando conciliar el sueño pero no podía hacerlo.
La luz de la luna se colaba por la ventana, y el sonido de la noche era muy tranquilizante.
Hasta que por fin pude conciliar el sueño, pero no por mucho.
Estaba a lo alto de una escalera. Podía ver a gente elegantemente vestida que me miraban asombradas desde abajo. Mire atrás. Stear y Archie me veían sonrientes.
Aun lado de mi, alguien me tendió su mano, la cual sin pensarlo la tome, y al momento sentí mi espalda estremecerse.
Comenzamos a descender las escaleras lentamente.
Mi hermoso vestido se balanceaba de un lado a otro mientras lo hacíamos.
Fue cuando terminamos de bajar, que pude ver quien era el que estaba tomando mi mano; era Anthony, quien me miraba sonriente.
Una suave pieza musical comenzó a sonar a lo lejos y comenzamos a movernos al ritmo de ella.
de pronto todo se volvió oscuro. Cerré mis ojos con fuerza, y al abrirlos...me encontraba en un barco.
Camine en la popa acostumbrándome al sonido del mar cuando sentí el deseo de entrar.
Pero divise a alguien quien estaba tapando la entrada; era Terry.
Desperté con enorme golpeteo en mi corazón.
Me sentí frustrada.
¿Que eran estos sueños?

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Hola a todos!, pues he venido ahora con una noticia; y es que este fanfic esta llegando a su fin :( contara con 36 capítulos y un epílogo.
Muchas gracias por todo!

Candy Candy- my everything. (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora