Capitulo 26

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Candy
Sus ojos azules me miraban, esperanzados.
No creí verlo, no tan pronto...no a el.
No supe como debía reaccionar. El era muy impredecible, no podía saber si estaba molesto o no; después de todo me fui sin decir adiós.
Sentí un malestar en el estómago al recordar a Anthony. Y al recordar que me había ido y que tal vez terry estuviera allí, pero eso no significaba que anthony tambien vendría. Jamás lo volvería a ver.
Y dentro de mi yo lo sabia, pero ahora con Terry enfrente de mi...
Entro a la casa, cruzando la línea divisora de la puerta.
Lentamente extendió su mano hasta mi mejilla y la toco suavemente, casi rozandola.
Lleve mi mano a la suya, solo para asegurarme de que era real.
Y lo era.
- terry...- dije en un susurro con voz temblorosa.
Al escuchar su nombre, el chico sonrío de medio lado con ternura.
- pecosa- respondió firmemente.
-¿que haces aquí?- pregunte-¿y como es que has llegado?
-bueno pues- dijo retirando su mano y retomando el tono firme- ¿pues a que crees? He venido a llevarte con migo al colegio.
...
Al escuchar esas palabras mi rostro se tornó serio y me cruce de brazos.
-¿ah si? ¿Y cómo harás eso?- replique molesta.
- pesas menos que una pluma, no creo que eso sea problema- dijo.
Pero no me causo gracia.
No tenía pensado volver y no lo haría.
Me sorprendía que aunque sea haya pensando en obligarme a regresar.
- ni hablar- respondí con el seño fruncido.
- ni hablar- repitió el simulando ni voz.
- sabes que no puedes hacerlo y no quiero seguir hablando con tigo.
En ese momento Annie entro a la casa acompañada de un apuesto joven pelirrojo que portaba el uniforme del ejército.
Terry se volvió para ver quien había entrado y Annie sonrió levemente.
- terry- dijo ella- que sorpresa.
Terry no le presto demasiada atención, por lo que Annie se dirigió a mi ampliando su sonrisa.
- quizá no sea un buen momento, volveré más tarde- dijo ella dando la vuelta para salir por la puerta.
- no- la detuve ansiosa por dejar de hablar con Terry- no es un mal momento, dime lo que quieras.
Terry se alejó y se sentó en un sofá, se cruzo de brazos y atentamente nos observo a ambas.
Mi amiga no le dio importancia a su drama, hizo un gesto con la cabeza al soldado para se acercara y le sonrió tiernamente.
El le devolvió la sonrisa y caminó hasta colocarse a un lado de ella.
-quiero presentare a Eward- dijo y enseguida pude ver el intenso brillo encendiéndose en sus ojos seguido por una leve sonrisa apenas perceptible por decir su nombre.
Annie se había enamorado.
Había olvidado a Archie y se había enamorado.
- un placer- respondió el estrechado firmemente mi mano sin dejar de sonreír.
- nos hemos conocido en el puerto- continuó ella.
- que bonito- dijo Terry desde donde estaba.- la típica historia de amor de un soldadito y una adolescente.
Todos los tiramos a ver a Terry.
- fuera- le espete mientras señalaba la puerta con mi dedo.
Terry levanto las manos en señal de paz y se levanto del sofá.
- te esperare afuera, para cuando termines de hablar con los enamorados- dijo y cerró la puerta tras de sí.
La verdad me sentía muy feliz por Annie. Pero no tenía cabeza para centrarme en su nuevo amigo por mas interesante que pareciera.
Terry había estado allí hace apenas unos minutos, justo cuando creí que no nos volveríamos a ver... El fue a la cabaña y me dijo que tenía que regresar al colegio.
Valla.
Pero a pesar de todo lo que estaba pasando, no podía sacar de mi mente a todos los demás. En especial a Anthony.
Sonreía mientras Annie me contaba su historia, como si Edward hubiera venido a pedirme la mano de Annie.
Me sentía como una persona poco necesaria en ese momento.
Pero los escuche y cuando terminaron salí de la casa.
Estaba anochesiendo.
El sol se escondía en el horizonte dejando tras de sí un color rojizo y naranja.
Los árboles se balanceaban de un lado a otro placenteramente.
Besuque con mi mirada a Terry por todos lados pero no estaba as vista.
Por lo menos no cerca de mi.
Comencé a caminar suponiendo que no debería estar muy lejos.
Al final de la colina, había un precipicio, uno no tan alto, pero si lo suficientemente separado como para considerarse un precipicio.
Camine hasta la punta de este para mirar abajo y cerciorarme de que Terry no estuviera allá.
A Annie le gustaba atar una cuerda al árbol y bajar por aquel espacio entre las dos colinas.
Yo nunca lo había intentando. tal vez era porque no tenía tiempo.
- al fin has llegado- dijo Terry detrás de mi- hablemos de una buena vez.
- no iré al colegio- respondí instantáneamente.
- no del colegio- replicó seriamente- creo que no tienes muy en claro lo que siento por ti la pregunta es ¿porque? Te lo he dicho muchas veces pero no voy a dejar que me sigas ignorando.
Al escucharlo soltar esas palabras me quede congelada. No estaba preparada para escuchar eso.
- Terry...
- no, Terry nada, lo he intentado y mucho dime ¿porque?
No hizo falta que me lo explicara. Yo sabia a que se refería.
- Terry....anthony....- no sabia como acomodar las palabras.
-¿es anthony?- dijo recargándose en el árbol- ¿es en verdad todo por Anthony?
Asentí levemente con la cabeza. Lo que sentía por anthony era tan...
Entonces clin emergio de entre los arbustos corriendo en círculos alrededor de mi.
Me quede confundida por la actitud del animal.
Y entonces, justo detrás de el, Anthony emergio de entre los mismos arbustos por los cuales el animal había atravesado.
Anthony...
Su mirada se clavo en la mía.
Esto era un sueño. El estaba aquí.
Indudablemente era el destino. Anthony estaba aquí y el calor comenzó a carcomerme
Desde adentro provocándome ganas de gritar, de correr. De abrasarlo.
- bien- escuche a Terry molesto desde atrás- Anthony ha llegado de la nada. Eso significa que nuestra conversación debe continuar.
Anthony no dejaba de mirarme.
Y Terry tampoco lo hacia.
Cada uno estaba en una esquina diferente.
¿Acaso era ahora cuando tenía que elegir?
La mirada de ambos chicos me penetraba intensamente, haciéndose cada vez mas fuerte.
Terry avanzó hacia mi.
Anthony también lo hizo.

Retrocedi un paso hacia atrás. Y luego otro y otro.
Y cuando sentí la piedra suelta resbalarse bajo mis pies fue demasiado tarde.
Solté un grito de sorpresa mientras la pequeña punta de la montaña se hacia pedazos.
Abrí los brazos intentando mantener el equilibrio, pero era tarde...
...comencé a caer.
Y el mundo se detuvo por completo para mi.
Los rostros de los chicos iban ensombreciéndose en expresiones de horror mientras exclamaban "¡candy!"
Sentía mi lenta caída.
Me pregunte cuando llegaría al final.
Entonces mi espalda encontró el suelo, haciendo que el dolor recorriera todo mi cuerpo al instante y después.
Todo se volvió negro.

Candy Candy- my everything. (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora