Capitulo 2

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Capitulo 2 🌺
Candy encontró a una Eliza histérica mirando con rencor a su madre la cual estaba acompañada de la tía Elroy. Miró a la cama de Anthony, y él seguía inmóvil.
Sintió una gran tristeza pero a la vez un gran alivio.
—¡no voy a ir a ningún internado! ¡No van a alejarme de Anthony!— gritaba histérica Eliza a su madre.
—no esta en discusión—dijo su madre con frialdad y salió de la habitación sin siquiera voltear a ver a Candy.
—¿tu que haces aquí?—exclamó Eliza dirigiéndose a la rubia chica.
Candy no dijo nada y regresó a su habitación.
Pasaron las semanas y Anthony no despertaba. Todos se habían dado por vencidos; ya nadie creía posible que despertara, o por lo menos, que despertara durante su estancia alli.
Los tres chicos Ardley hacían sus maletas, con dolor y mucha tristeza.
Ya nadie sabia lo que iba a pasar.
Candy miraba dolida por la ventana al borde de las lagrimas. En tres días se iría muy lejos de casa.
Caminó hacia la cama del chico y lo observo durante unos segundos. Sus mejillas no tenian color, sus labios estaban pálidos. Tenía el cabello alborotado, y se encontraba en la misma posición de siempre.
—Candy—la llamo Stear desde el otro lado de la habitación.
Ella volteó a verlo mientras se acercaba lentamente hacia la cama y se sentó en ella a un lado de Candy.
—tienes que comer algo, no es sano para ti que estés con este estado de animo.
—no tengo hambre—respondió ella con un hilo de voz, sin verlo directamente a los ojos.
—sabes...—comenzó a decir Stear mirando a la ventana—antes de que tú llegaras las cosas eran muy aburridas por aquí; no había nadie que hiciera travesuras, y la tía no regañaba a alguien todos los días. No había alguien que pasara lo que pasara sonriera, y te contagiara de felicidad.
Desde el accidente de Anthony, todo se ha vuelto muy lúgubre. La tía abuela se rehusa a salir de su estudio a menos que sea algo muy importante, los Leagan se han vuelto más malvados de lo que ya eran, Archie finge no estar afectado, pero yo se que por dentro le duele tanto como a todos...
—y tú ya no has hecho ningún experiento...—continuó Candy un poco mas animada.
—exacto—dijo él esbozando una sonrisa. Puso su mano sobre el hombro de Candy—tú eres la única que puede hacer que las cosas por aquí sean mejores, puedes ayudarnos a sobrepasar el dolor.
Candy se quedo pensativa, mirando a Anthony fijamente y analizando cada uno de sus rasgos.
—no... El único que puede hacer que nos sintamos mejor es él...
A Stear le preocupaba mucho ver a Candy tan pesimista y desanimada. No era ella.
—a él no le gustaría verte con ese estado de animo, ¡anímate! Haz algo por Anthony ahora que se encuentra así.
La chica esbozó una pequeña sonrisa, apenas notable.
—tienes razón, Stear, intentaré estar mas animada...pero no quiero irme, no quiero ir a Londres y dejarlo aquí. Quiero estar con él hasta que despierte.

Stear no supo que decir. Él no podía controlar el futuro, y no podía darle falsas esperanzas diciéndole que despertaría.
Suspiró.
—solo hay que tener una actitud positiva, y ver lo que el destino tiene preparado para nosotros y para él.
—que palabras tan profundas— dijo Candy a modo de broma, intentando animar las cosas.
—estoy inspirado—respondió Stear— es más, haré un invento. Uno que haga que todos se sientan mejor ¡ya verás!
Ella se rió mientras lo observaba caminar hasta la puerta y después desaparecer tras ella.

Pasaron tres días.
Candy tenía mucho miedo, por fin llego el día y no podía hacer nada para evitarlo... Dorothy la ayudo a colocarse su sombrero y Candy tomó su pequeña maleta de mano mientras el mayordomo la ayudaba con el equipaje pesado.
Se tardó mucho en arreglarse, y caminó hasta la sala lo más lento posible, sin ánimos de nada.
Al ver que no había nadie aún, camino hasta la habitación de Anthony para despedirse por milésima vez.
La luz entraba por la ventana, era un día muy bonito. El sol apenas se asomaba por el horizonte. Candy se quedó mirando ese hermoso paisaje, pensando lo mejor.
—Candy...—ella escucho que alguien la llamaba suavemente. Por sentido común miro a la puerta, pues tal vez o Stear o Archie la habían llamado para irse. Pero no había nadie fuera de la habitación. Así que rápidamente, Candy pensó en la segunda opción...
su corazón comenzó a acelerarse a medida que bajaba la mirada hasta donde provenía la voz.
Sí...Anthony la miraba con una tierna expresión en los ojos, y ella no pudo aguantar toda su felicidad y se abalanzó a abrazarlo mientras gritaba:
"¡Ha despertado!"

Candy Candy- my everything. (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora