Capitulo 18

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Candy
Los días transcurrieron. El baile de primavera se acercaba y yo al igual que todas estaba muy entusiasmada a pesar de que nunca me habían gustado esas fiestas.
Pero no tenía idea de que ponerme. A pesar de eso estaba muy feliz con la llegada de anthony. Pero no había habido ni rastro de terry desde la llegada de anthony, y comenzaba a preocuparme por el.
Annie y paty estaban súper emocionas y pasaban todo el tiempo libre preparando sus lujosos vestidos coloridos y de telas de seda.
Recordé tantos años atrás cuando alguien me dijo que yo era la invitada, no mi atuendo.
Recordé mis días en la mansión Andley y eche de menos como eran los días allí, llenos de calma (aunque alguno que otro no tanto)
-¿que te pondrás tu Candy?- me pregunto paty una vez que termino de arreglar lo que ella se pondría.
- no lo se- respondí encogiéndome de hombros- luego buscare en mi armario que ponerme.
-¡Candy!- exclamó Annie- esto es una ocasión especial, un día que recordaras por siempre.
- es que no tengo vestidos elegantes- replique.
- ya veras que haremos un lindo vestido para ti- dijo paty dando ánimos. Pero no me importaba esa situación; terry me importaba.
¿Habría enfermado?
Tenía muchas cosas en mente, así que decidí desahogarme escribiendo una carta para la señorita Poni y la hermana María:
Señorita pony:
Han pasado muchas cosas desde que llegué aquí. He conocido gente increíble y me gusta mucho venir a una escuela y tener muchos compañeros. Hacia bastante que no les escribía, así que tengo muchas cosas que contarles a ambas. Espero en un futuro poder verlas a ustedes y a todos los niños.
El baile de primavera se esta aproximando, la escuela esta decorada para la ovación con muchas flores de todos colores, listones y mesas. y todos están súper entusiasmados incluyéndome, aunque aún no se que ponerme pero se que eso es lo de menos.
Las echo de menos y espero su respuesta con ansias.
Candy.
Cerré el sobre, me coloque el timbre postal y una vez lista salí de mi habitación para ir a la oficina donde se depositan las cartas.
En el camino divise a Susana acercándose a mi, sonreí mientras ella me alcanzaba.
Había algo en Susana que era diferente de lo demás. Pero aun no sabia que era, se notaba en su carácter, en su forma de hablar, en su mirada y en sus expresiones y aún así no puedo saber lo que la hace diferente.
La rubia me sonrió.
- hola Candy- saludo caminando a un lado de mi- ¿ a dónde te diriges?
- a la oficina de correos- respondí.
- ¿a quién escribes?- pregunto.
- a mis dos primeras maestras, las que me enseñaron muchas cosas de las que se.
- ¿en serio? ¿Desde cuando las conoces?
- desde que nací.
- ¿tus padres las contrataron? ¿Eran tus niñeras?
Trague saliva. Estaba bien; ella no sabia nada no lo había hecho con una mala intención.
- no- respondi aun sonriente.
-bueno, háblame de anthony.
- ¿anthony?- pregunte. ¿Para qué querría saber ella de anthony? Esto cada vez me estaba gustando menos.
- porque parece una buena persona, y que es muy importante para ti.
- lo es, es de las mejores personas que he conocido.
- ¿de qué familia proviene?
- de los Andley.
- ¿en serio? Nunca había odio hablar de ellos.
-¿porque tu interés?- me anime a preguntar mientras giraba a la derecha en busca de la puerta de la dichosa oficina.
- no, no es por nada pero... ¿Que es el para ti?- ¿que que era el para mi? Era difícil describirlo con palabras. Era difícil decirlo porque no sería suficiente.
¿Cómo poder explicar lo que sentí la primera vez que lo vi? ¿Cómo explicar lo que sentí la primera vez que baile con el? ¿O cuando fuimos a la feria? ¿O cuando me protegía? ¿O cuando fuimos juntos al hogar de poni? O cuando tuvo el accidente...
No podía explicar ese sentimiento que tenía al ver la bondad de su mirada y poder tener la certeza de que siempre contaría con el.
- ya te lo dije- comencé a decir sonriendo- es una de las personas mas importantes en mi vida.
Susana asintió mirando al suelo.
Luego nos despedimos, deposite mi carta y me dirigí de nuevo a mi habitación para dormir.
A mitad de la noche escuche a clin golpeando a la ventana.
Me levante y le abrí la ventana.
Vi que en su collar estaba en pedazo de papel doblado; era de anthony. Lo tome en mis brazos para desdoblarlo.
Y en la carta solo decían seis palabras.
¿Quieres ir al baile con migo?
Las cosas no estaban bien.
Sentía que estaba volviéndome loca. Paranoica incluso.
Esa no era la letra de anthony.
Era tampoco era la letra de Terry.
El ambiente estaba confuso y ya no sabia como debía pensar al respecto, o si solo estaba en mi mente.
Deje el papel sobre mi escritorio para enseñárselo a los chicos al día siguiente.
¿Que estaba pasando?
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Nadie supo darme una explicación.
Pasaron los días y sentía que mi mente cada vez se confundía mas.
No había visto a Terry desde hacía semanas y ahora preocuparme no era suficiente. Me arme de valor y decidí ir a verlo a su habitación, era el único lugar en el que se me ocurría que pudiera estar.
Me sentía determinada pero al estar allí parada ahora en frente de la puerta de su habitación me hizo estremecer.
El siempre fue una persona fría. Apenas hablaba de su vida personal, pero tal vez había algo que estuviera ocurriéndole, y tenía que apoyarlo porque después de todo era mi amigo.
Tome una gran bocanada de aire y sin respirar ni pensar toque tres veces sobre la madera oscura de la puerta escuchando el sonido distante de los golpes.
Y después solté el aire lentamente, deseando que no abriera.
Pero escuche que el sonido del seguro se movía ya perilla de la puerta comenzaba lentamente a girar.
Y después de eso el apareció tras la puerta.
Con una expresión seria y fría de siempre.
Pero parecía que estaba normal. Qué era solo un día más. Pero luego me fije en su mirada y supe en seguida que algo estaba pasando.
-¿que estas haciendo aquí?- su fría voz resonó en mi cabeza. Jamás me había hablado así. Hacia apenas unos días estaba bromeando con migo.
- no te había visto y...quería saber si estabas bien.
- lo estoy, ahora vete.
- no no lo estas, puedes contar con migo Terry.
- tu no entiendes Candy, y nunca entenderás- había comenzado a elevar el tono de su voz.
- pues entonces explícame para que pueda entenderlo.
- creí habértelo dicho ya, pero eres más egoísta de lo que pensaba.
-¿egoísta? ¡Que te sucede! ¿Que esta pasando con Tigo?
- no importa lo que pase, no te incumbe- continua hablando como si no pensara de verdad en lo que decía- pero no me daré por vencido.
Dicho esto cerros Puerta.
¿Porque decía tantas incongruencias?
Si estaba confundida ahora lo estaba aún más.
- Candy- me llamo un chica- ha llegado un paquete para ti.
Inmediatamente corrí hasta la oficina y tome mi paquete olvidando mis problemas.
Corrí a mi habitación y coloque el paquete sobre mi cama. Tenía una carta;
Candy:
Se que lo importante no es la apariencia, pero usar un lindo vestido de vez en cuando no es nada malo. Espero que te guste.
La señorita poni

Emocionada saque del paquete una caja blanca y dentro de ella había hermoso vestido verde con detalles blancos y holanes sobre las esquinas.
Tenía también un cinturón Negro en la cintura y también un collar con una joya verde estaba en la caja.
Me olvide de mis problemas; todos tenemos un mal día, pero todo puede cambiar.
Me divertiría en el baile. No importa que.

Candy Candy- my everything. (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora