Bruno
No logré pegar un ojo en toda la noche. Cada una de las palabras que Nova había dicho, se repetían una y otra vez, torturándome y haciéndome sentir en verdad una basura.
Ella tenía tanta razón, yo no era otra cosa, sino el verdadero fantasma en este lugar. Quizás todos podían verme, hablarme, algunos dirían que me respetan y otros hablarían a mis espaldas, pero no vivía realmente, era un maldito robot.Siempre me preocupe por dar lo mejor, lo que se me exigía y no me di cuenta que la vida se va y no tengo nada de lo que en verdad quiero.
Soy un pobre chico viviendo una maldita vida encasillada, regida por las ordenes de alguien más.Siempre la vi de manera inocente, creí que no podría actuar ante la presión sin hundirse o sentirse desesperada. Bueno, eso hasta hoy.
Nova me había demostrado que tenía un carácter del infierno, y que no le importaba hacerme saber la clase de mierda que era.No puedo mentir, negando el dolor que me causaron sus palabras fue duro darme cuenta que ella a diferencia de mi, no dudaría en rechazarme. Siempre creí que algo como eso no me importaría, pero me equivoqué y era tarde para eso, ya no había vuelta atrás para todos los errores.
Lo único productivo de la maraña de pensamientos en mi cabeza, fue llegar a la conclusión de que la única persona que podría ayudarnos, sería Nuria, la bruja de la manada.Sabía lo que Nova creía de ella, pero ahora era nuestra única oportunidad de saber por qué ocurría esto, por lo que debíamos dejar nuestros prejuicios de lado y acudir a su consulta.
Claro, convencer a la fiera no sería sencillo, pero debía hacerse.Cansado de dar vueltas en la cama, me levanté, dejando que los primeros rayos de sol, iluminaran la triste y oscura habitación.
Luego de bañarme y cambiarme, me dirigí al cuarto de Mina, debía comprobar como seguía mi hermana. La noticia la había golpeado de una manera muy mala, al punto de que creímos que deberíamos sedarla para calmar su llanto. Gracias a la Diosa eso no fue necesario y a pesar de llorar desconsoladamente, se quedo dormida.Al entrar, me encontré a Nova allí. Estaba sentada a su lado, acariciando el cabello de Mina. Cualquiera podría ver esta situación de manera terrorífica, pero no podía hacerlo de esa manera, conocía el cariño que ambas sentían por la otra.
Cuando volteó y me vio allí, noté la preocupación en su rostro.—Tiene sus ojitos muy hinchados, se nota que ha llorado mucho. —era tristeza la que oía en su voz y me dolía, nada de esto hubiera sucedido si hubiera mantenido mi maldita boca cerrada.
—No podíamos calmarla, ella te quiere mucho.
—Yo también, es la hermana que nunca tuve. —entonces suspiró, volviéndome a mirar. —También mis padres estaban destrozados, ellos nunca tomaron una gota de alcohol y hoy los vi aferrarse a una botella, como si fuera la única manera de mantenerse cuerdos. Estas son cosas que no debería ver. ¿Si estoy muerta por qué sigo aquí? No he dejado de pensar en ello.
—No lo sé, me gustaría tener esa respuesta pero no la tengo. Nova, sé que me porte mal contigo, pero siento que por algo soy el único que puede verte y hablarte, siento que esto es una oportunidad para que ambos nos conozcamos en verdad.
—¿Cuándo me morí decides querer conocerme? Eres raro. —por primera vez desde que supe lo sucedido, pude sonreír en verdad.
—Piénsalo, para mal o bien, el destino quiere que hablemos.
—En eso tienes razón, pero no se si quiero conocerte, creí hacerlo y me equivoqué y lo que conozco ahora no me gusta. —no la culpaba, ella había visto lo peor de mi, pero no todo era malo, solo debía comprobarlo.
—Ven conmigo Nova, debemos ir a un lugar y conversar, me preocupa que Mina se despierte y me vea hablando solo. Además debemos descubrir porqué solo yo te veo.
—¿Te asusta que tu pequeña hermanita crea que estas loco? —ella también sonreía ahora y eso la hacía verse como la antigua Nova. La alegre chica que se la pasaba haciendo bromas.
—La verdad que si lo hace. ¿A ti no te preocuparía?
—No, lo que los demás piensen de mi no me importa, pero a ti sí. —Volvió a suspirar y se puso de pie —Por esta vez iré contigo, tómalo como una disculpa por ser tan grosera, aunque no dije nada que no te merecieras.
—Gracias, te prometo que no será nada malo, solo caminaremos un poco y luego iremos a hacer averiguaciones.
—No debo temer por mi vida, así que me da igual, no confió en ti, pero ya no puedes hacerme nada.
—Nunca quise lastimarte Nova, en serio me agradabas. —y lo decía en verdad, ella me caía bien.
—Bueno, andando. —ella comenzó a caminar hacía la salida. —¿Qué esperas? Camina Bruno.
Con una sonrisa la seguí, esta era una Nova bastante diferente a la que veía habitualmente.
Ahora mientras caminábamos directamente al bosque, sintiendo el roció bajo mis pies, no sabía como se sentía ella y tenía un poco de miedo de preguntárselo. Sentía como cada cosa que le preguntaba, la tomaba de manera defensiva y no podía culparla.
—En verdad estoy arrepentido de lo que sucedió. —rompí el silencio entre ambos, diciendo lo que en verdad sentía.
—¿De qué exactamente te arrepientes?
—De siquiera pensar en la idea del rechazo, tenías razón e intenté ir contra un designio único, pero te juró Nova, que pensaba que te haría un bien.
—Eso ya no importa Bruno, ahora con rechazo o no, te libraste de mi. Pero me gustaría mucho poder entenderte, quizás algún día lo haga, pero no hoy.
Ella tenía razón, nada de lo que le dijera cambiaría el como las cosas sucedieron, no podía devolverle la vida, pero intentaría ayudarla a seguir adelante.
Notaba la tristeza que sentía al ver mal a su familia y no lo merecía, es por eso que debíamos acudir donde Nuria y averiguar lo que sucede.—Sé que no te gustará, pero tengo una idea de como podemos descubrir el hecho de que pueda verte y hablarte, cuando nadie más puede hacerlo.
—¿Por qué dices que no me gustará? Estoy mucho más interesada que tú en conocer esa razón.
—Porque la única persona que puede ayudarnos ahora es Nuria y ambos sabemos lo que piensas de ella.
—No iré, solo es una estafadora. ¿Qué puede decirme que no sepa ya? Entiéndelo Bruno, solo te dirá lo que quieres escuchar. —bufó poniendo sus ojos en blanco.
—Te dije que no te gustaría y no lo hizo. ¿Pero que tienes que perder? ¿O te asusta que pueda decir algo que quieres esconder? —provocarla al parecer era la respuesta, el brillo de desafío que sus ojos adquirieron, era impresionante.
—Quieres ir, de acuerdo, iremos. No seré yo quien va a perder dinero.
Esperé que avanzará unos pasos y sonreí. Aunque Nova comenzaba a ser un misterio para mi, algunas cosas no cambiaban y ella odiaba los retos.
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Rechazada
WerewolfHay dolores que matan, pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ella... Antonie L. Apollinarie Fée Portada hecha por @arealunicorn_ Muchas gracias❤❤ Obra registrada en Safe Creative.