Capitulo 10

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Nova

—¿Estas aquí? —lo escuché, pero no voltee, continué en mi lugar junto a su ventana, con la mirada perdida en la noche.

La noche era tan tranquila, ni los grillos se escuchaban, además el cielo estaba tan despejado, mostrando una incontable cantidad de estrellas, coronadas por la luna.
Aún no entendía como la Diosa me hacía pasar por esto, pero el solo verla, allí tan serena, luminosa, enorme, me daba algo de paz.

—No se me ocurría otro lugar a donde ir, eres el único con quien puedo hablar y considerando que estoy aquí por ti, lo considere apropiado. —respondí de manera calmada. La verdad es que me sentía cansada, no física, sino mentalmente.

Había pasado dos horas en el cuarto de Mina, lo que me había recordado  estos días con mis padres. El pequeño ratoncito estaba triste y no lograba disimularlo, ella era un libro abierto, podía leerla a la perfección.
Quería hacer algo para hacerla sentir bien, al punto que en un momento me vi tentada a intentar hacer algo para que supiera que estaba allí, pero lo descarte. Asustarla no era algo muy recomendable.

—¿Nova? —miré a Bruno, antes de regresar mi mirada a la luna.

—Lo siento no te escuche. ¿Qué me decías?

—¿Qué sucede? Puedo ver que algo te afectó, cuando llegaste tenías otra energía y ahora luces apagada.

—Mina esta muy triste, quisiera hacer algo para que se anime, pero no se me ocurre nada. Tú eres su hermano, deberías pasar más tiempo con ella. —Suspiré, recostando mi cabeza en el marco de la ventana —Entiendo que la seguridad de la manada es importante, pero ella solo pasaba tiempo conmigo. Tus padres tienen muchas responsabilidades sociales y casi nunca estaban con ella y tú, bueno, solo estabas con ella algunos momentos y siempre porque te sorprendíamos. Esta sola, han pasado dos semanas y estoy segura de que no han pensado en como seguiría.

—Tienes razón, la he visto demasiado decaída y aunque me preocupo porque no se quede encerrada todo el día, no he hecho nada para ayudarla. Pero la verdad es que al igual que tú, no se que hacer.

—Solo habla con ella, si tú lo haces no se asustará, pero si yo lo intento, sería un gran trauma.

—Me gustaría creer que es tan sencillo, pero Mina se ha cerrado demasiado.

—Solo espera a que se acerquen. Deja de buscar excusas Bruno, eres el alfa y hasta ahora no le has temido a nada. ¿Por qué empezar ahora?

—Nunca dije que le tenga miedo. No te confundas Nova, una cosa es no saber como llegar a mi hermana y otra muy diferente es temerle.

—Lo que digas. —suspiré y lo deje, de nada servía seguir insistiendo, podía notarlo bastante a la defensiva ahora.

Él no veía todo lo que tenía y si lo veía, no lo valoraba. Tenía unos padres que se ve que lo adoran, una hermana, que me hubiera gustado tener y tiene, sobretodo, el poder de hacer grandes cosas por los habitantes de la manada.
Bruno puede pensar que soy ingenua, quizás infantil, pero veo cosas que él no . Incluso ahora duda en tomar decisiones sin la presencia de su padre, cuando es el momento preciso para que comience a mostrar a su liderazgo.

—Eso no es lo único que te molesta, puedo notarlo. ¿Qué más sucede Nova? —preguntó, interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Has pensado en lo que te propuse?

—No. Aún no me decido. —¿Por qué eso no me sorprendía?

—Esta bien.

¿Qué más podía decirle? Tampoco podía obligarlo a hacer algo que no quería, podía intentarlo, pero él no dejaría de negarse.

—Nova ¿Recuerdas lo que sucedió ese día?

—¿Te refieres al ataque?

—Sí.

—Al principio no, pero con los días recordé todo. Siento como si fuera una película, como si no fuera yo misma quien lo hubiera vivido.

—¿Quieres contarme qué sucedió? —no quería. ¿De qué serviría? Pero estábamos aquí y el ambiente era bastante frio y forzado entre ambos.

—Cuando te escuche me sentí humillada, puede que no sienta amor por ti y no esperaba que lo sintieras por mi, pero no estabas dispuesto a darme siquiera una oportunidad. Sentí que de cierta manera, dabas a entender que no valía la pena, que era poca cosa. Y sé que fue estúpido de mi parte correr, pero fue lo único que se me ocurrió en ese momento. Corrí hasta que ya no pude, lloré y me lamente, pero luego escuche la alarma y quise esconderme, pero fue muy tarde. Cuando me levante estaba rodeada y no pude defenderme, me golpearon sin piedad, por mucho que suplique no me escucharon. —Recordar era tan doloroso, sentía que estaba volviéndolo a vivir. — Luego se cansaron y terminaron por matarme.

—Lo siento, si pudiera cambiar lo sucedido ese día en verdad lo haría…

—Yo también Bruno, pero esas cosas no se pueden, así que hay que plantarle cara. Somos responsables de nuestras acciones, la vida es así.

Él debía dejar de lamentarse y comenzar a tomar cartas en el asunto, seguía dándole vueltas en lugar de aceptar emparejarse de una jodida vez.
¿No se supone que los alfas quieren encontrar a sus lunas?

—Nova ahora que todo esta más tranquilo ¿Sigues creyendo que seré un mal alfa?

—¿Cuándo dije eso? —le había dicho tantas cosas que no recordaba decirle esto.

—Cuando creíste que había hablado con todos para que te ignoren. —la verdad no lo recordaba, pero no cambiaba la realidad.

—Sí. Lo siento si soy directa, pero no sabes tomar decisiones, esperas que los demás te digan constantemente que haces bien. Incluso buscaste a Luca para que te apoye a la hora de rechazarme. ¿Cómo manejaras una manada si no tienes lo que se requiere para hacerlo?

—Aún no soy alfa, cuando lo sea muchas cosas cambiaran, pero aún soy uno más. —puse mis ojos en blanco, él solo buscaba excusas.

—El alfa no esta aquí, estas tú y si algo malo sucede no será su culpa sino tuya. Desde donde yo lo miro, tú solo buscas excusas para no admitir que le temes a tomar decisiones.

—Y tú no ves que al primer error que cometa, mi padre nunca me cederá el cargo. ¿Por qué crees que me deja tanto tiempo a cargo? Intenta que me equivoque y seguir él a cargo.

Era verdad que el alfa Mauro Kesler pasaba demasiado tiempo fuera de la manada, pero nunca cruzó por mi cabeza la idea de que pusiera a prueba a su hijo. ¿Qué padre hacía algo así?
El tiempo que he pasado aquí, me centre tanto en Mina que no preste atención al trato que le daban a Bruno. En mi mente siempre creí que eran una familia bastante consolidada.

—¿No has pensado que espera a que te rebeles y le muestres carácter?

—Eso ya lo he hecho Nova y créeme no salió tan bien como me gustaría. Es algo que nunca olvidaré. —respondió con su expresión oscureciéndose.

No sabía que había sucedido, pero estaba segura de que no era nada bueno.
También sabia que no había manera de que me detenga hasta saber que era.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora