Nova
Me encontraba en la habitación de Bruno, mirando por la ventana, desde aquí se podía ver como brillaban las luces y podía escucharse la música sonar.
El alfa había decidido organizar una fiesta, él lo llamó "La reinauguración de la manada". En otro momento, hubiera pensado que era muy considerado de su parte agasajar a todos luego del trabajo duro. Pero no ahora. No cuando no había movido ni un maldito dedo para ayudar a reparar los daños y cuando sabía que pronto volvería a darse un ataque por su culpa.Lo que estaba haciendo era atraernos y distraernos con un dulce, antes de clavarnos un puñal por la espalda.
-¿En serio no tienes ganas de ir? Podrían estar tus padres. -Voltee y miré Bruno.
-No soportaría ver a tu padre recibir los halagos por algo que no hizo. ¡Él nunca ayudó!
-Pensamos igual, por eso no pondré ni un pie allí. -Hizo un gesto hacia la ventana con su cabeza. -Ahora vuelvo, tomaré una ducha rápida.
Lo vi caminar hacia el baño y no dejaba de pensar en el gran cambio que él había tenido en estos días. Ya no se mostraba tan amargado o soberbio, lo veía preocuparse por hacer de la manada un lugar mejor.
Tampoco volvió a tildar a nadie de débil, sentía que había aprendido su lección.No es como si se lo fuera a decir, tampoco ayudaría a que su ego creciera, pero me sentía bien sabiendo que algo bueno había salido de todo esto.
Ahora mismo me sentía bien de haber bajado mis barreras y permitirme ser su amiga, me agradaba este nuevo Bruno. Lo único malo, es que mientras más comenzaba a apreciarlo, más me preocupaba que algo le sucediera.No quería que sufriera el mismo destino que yo, él tenía que estar bien y gobernar esta manada, demostrarles lo que un alfa debería ser. No como su padre, quien solo los utilizo para ganar dinero y poder.
Cansada de pensar en ello, me acerque al mueble y comencé a mirarlo todo. Tenía fotos con su madre y su hermana, mi pequeño ratoncito lucía tan bien en todas. Luego tenía fotografías de él solo, con amigos, con Joanna y otras de lugares en la manada.No había nada que definiera su personalidad en sí, nada marcaba un punto fuerte.
Probablemente él recién este descubriendo su camino, no me sorprendería que ni siquiera él se conociera bien todavía.Abrí uno de los cajones y lo volví a cerrar de un golpe. No debía indagar en su ropa interior, pero no sabía que esta estaba allí.
Abrí otro, encontrando camisetas, todas ordenadas por color. Me reí al comprobar que era un obsesivo.-¿Buscas algo? -salté en mi lugar y empuje nuevamente el cajón, hasta cerrarlo.
-No.
-¿Entonces por qué registrabas entre mis cosas? -voltee dispuesta a mandarlo a la mierda, pero lo encontré vestido solo con pantalones holgados. ¿Dónde diablos estaba su maldita camiseta? -¿Nova? Solo bromeó, no es para que te pongas así.
-¿Por qué sales así? ¿Acaso no tienes ropa? -Caminé de regreso a mi lugar junto a su ventana.
-Si tengo, pero este es mi cuarto, acostumbro vestirme aquí.
-Lo que sea.
-¿Acaso te pusiste nerviosa al verme así?
-Claro que no, no seas idiota. -respondí molesta, solo haciéndolo reír.
Pero caminó y abrió el cajón, que hace momentos cerré, sacando una camiseta azul y pasándola por su cabeza.
-¿Así esta mejor? -preguntó y rodé mis ojos.
La música afuera seguía sonando con fuerza y podía imaginarlos a todos bailando, divirtiéndose y sin sospechar todos los peligros que se avecinaban.
¿Estarían mis padres disfrutando la fiesta? Lo dudo. Ellos seguro se encontraban en casa, comiendo algo delicioso y mirando televisión. No estaban listos para festejar, no con mi muerte tan reciente.-¿Por qué de repente comenzaste a llorar? -sequé mis ojos y traté de sonreír.
-No es nada, solo pensaba en mis padres. Dudo que ellos hayan asistido a la reinauguración.
-También lo dudo, una cosa es que estén mejorando y otra diferente es que estén listos para una fiesta.
-Las personas se preguntaran el por qué no estas allí. Esto va a molestar a tu padre, ¿Estas listo para eso? -no podía olvidar el temor que Bruno siente hacía él.
-Estoy preparándome para luchar contra él, ya nada de lo que haga puede lastimarme. Además estoy en el lugar donde quiero estar, con la compañía que quiero.
Me ponía nerviosa escucharlo decir ese tipo de cosas. Él no podía interesarse ahora por mi, si lo hacía podía terminar lastimado y no quería que eso suceda.
Sé lo mucho que las decepciones duelen y esta era una decepción enorme.-¿Por qué no vemos una película? Anda, no quiero pensar en mis padres o en el tuyo. Mucho menos en el tuyo. -Dije, dirigiendo las cosas hacia otro lugar.
-Esta bien. ¿Qué tipo de genero te gusta?
-Cualquiera, estoy dispuesta a ver cualquier cosa, menos un documental o me dormiré.
-Buscaré algo. -Asentí.
Mientras lo observaba me pregunté si me pasaría lo mismo que a él. ¿Podría terminar viéndolo como algo más allá que un amigo, al pasar tanto tiempo juntos?
No quería que eso pasará, no podía permitírmelo. Él me había lastimado una vez, pero es cierto que no era el mismo que entonces. Cerré mis ojos, bloqueando esos pensamientos. No debía pensar en él de ese modo.Pero Bruno seguía siendo mi compañero, él nunca terminó de rechazarme.
-¿Comedia o terror? -preguntó, trayéndome nuevamente al ahora.
-Terror. -no sabia si hablaba de la película o de lo que mis pensamientos significaban en realidad.
-Sigues sorprendiéndome Nova.
-No lo hagas, porque te decepcionaras cuando me escuches gritar.
-Lo tendré en cuenta.
Yo tendría en cuenta muchas cosas, como no cruzar la línea. No le causaría a él, el dolor que él si me provocó a mi.
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Rechazada
Hombres LoboHay dolores que matan, pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ella... Antonie L. Apollinarie Fée Portada hecha por @arealunicorn_ Muchas gracias❤❤ Obra registrada en Safe Creative.