Capitulo 19

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Bruno



Caminé hacía ella, no dejaba de preguntarme qué pudo suceder para que se encontrara así. Era como si luchara contra los sentimientos dentro de ella.
¿Qué pudo suceder en estos últimos cuatro días para que su humor haya cambiado tanto?

Una vez llegué hacía ella, sonrió, pero rápidamente desapareció, mientras evitaba mi mirada.

—Es una sorpresa encontrarte, aunque no se porque tienes esa expresión tan triste. ¿Quieres decirme lo que ha sucedido?

—Ven.

Caminé siguiéndola, hasta que terminamos sentándonos bajo un viejo sauce.
Aquí podríamos conversar tranquilos, como los dos amigos que siempre hemos sido.

—Muy bien, aquí nadie nos escuchará Jojo. ¿Qué es lo que anda mal.

—Nada y todo. —Dijo encogiéndose de hombros. — Cuando éramos niños siempre desee que fuéramos compañeros, incluso nuestras madres esperaban que sucediera. Solo bastaba mirarnos juntos para ver lo buenos que éramos el uno para el otro.

—Pero yo no puedo olerte y tú a mi tampoco. —mi compañera era Nova y por lo que nos había dicho Nuria, ella siempre lo sería.

—Lo sé, pero cuando dijiste que habías perdido a tu compañera creí que podríamos tener algo. Lo que siempre esperé es que me vieras como algo más que una simple amiga y creí que por fin sucedería, pero no. Encontré a mi compañero. — soltó con una mueca de tristeza. —¿Recuerdas la fiesta a la que iría? Él estaba allí y quisiera decir que es malo o haberle encontrado algún defecto, pero no puedo hacerlo.

—Estoy feliz por ti Jojo y te pido que no cometas el error que cometí yo, no te niegues al privilegio de fortalecer ese lazo entre ambos. Tú puedes hacerlo, en mi caso es imposible y me arrepentiré de ello por siempre.

Me alegraba la noticia de que ella haya encontrado con quien ser feliz, aunque también volvía a mandarme al punto de partida.
Ella hubiera sido una buena luna y aunque no estoy enamorado de ella, me habría esforzado por hacerla feliz, pero ahora solo me quedaba volver a empezar.

Tenía otras dos opciones: Rachel y Sofía, pero ya no quería pensar en ello. No quiero preocuparme en encontrar una nueva luna, sino a la anterior.

—Debería sentirme feliz también, pero no puedo. Él es amable, correcto, servicial y muy trabajador. Además es guapo, no puedo negar que al verlo quede un poco obnubilada, pero luego volví en mi. Pero hay un problema, él no es tú.

—Joanna…

—Llevó años enamorada de ti y cuando por fin estamos acercándonos pasa esto, siento que no es justo, que el destino esta en mi contra.

 —Algunas cosas no están destinadas a suceder y nosotros no estaremos juntos.  —la observé y tomé su mano entre las mías. —Aunque tu compañero no hubiera aparecido, no podría entregarme a ti de la manera en que esperas, estos últimos días me han hecho pensar en todo y llegue a la conclusión de que no logro olvidar a mi compañera.

—Pero ella murió.

—Sin embargo mi lazo sigue unido a ella y el tuyo a alguien más. No seas tonta Jojo, déjalo conquistarte. Quizás ahora puedes creer que no es lo que quieres, lo sientes injusto, pero con el tiempo veras que es lo que necesitas. Porque lamentablemente no siempre el amor que queremos, es el que necesitamos y a veces nos damos cuenta demasiado tarde.

—Me gustaría creer que existió una oportunidad aunque pequeña, al menos no me sentiría tan mal.

—Créelo, pero no te cierres a tu compañero. —Besé su frente y me puse de pie, necesitaba alejarme de ella por un tiempo, solo así podría darse la oportunidad con alguien más.

Comencé a caminar de regreso a mi casa y ella no me detuvo, por lo que comprendí que había llegado a la misma conclusión que yo.
Al llegar subí directo a mi habitación y me acosté. Mi búsqueda no había resultado, aún no sabía que sucedió con Nova.
Pero no era el único problema. ¿Cómo iba a elegir como compañera a alguien, cuando esta tenia a otra persona esperándola? Estaba siendo egoísta, siempre lo había sido y esa sería mi perdición.

Me había aferrado a la idea de destronar a mi padre, que no tomaba las decisiones correctas. Pero eso debía cambiar, mañana revaluaría mis prioridades.
A mitad de la noche, mi cama se hundió, como si alguien hubiera subido. Algo preocupado volteé, pero al verla allí, con la mirada clavada en el techo, por fin sentí tranquilidad, una tranquilidad que no había sentido en días.

 —¿Dónde estabas Nova? —me recosté de lado, observándola.

—Por ahí, pensando.

—Estaba preocupado por ti, te busqué y no logré encontrarte.

—¿En serio?

—Hoy he ido a casa de tus padres. Fue bueno verlos, ver que están saliendo adelante.

—Lo sé, me alegró verlos así. La última vez solo lloraban y ahora, ahora los vi sonreír. —pude ver como se formo una pequeña sonrisa en sus labios. —Aunque sé que les duele demasiado, pero intentan salir adelante, siempre fueron luchadores.

—También tú lo eres.

—No Bruno, me di cuenta que lo único que he hecho este tiempo es lamentarme, compadecerme y buscar un culpable para lo que sucedió.

—Tienes razón al culparme. Fui el único responsable, si no hubiera dicho esas cosas nunca hubieras huido y hoy estarías viva.

—Dicen que el que escucha lo que no debe, descubre lo que no quiere. Nunca debí escuchar una conversación ajena, tampoco debí correr, debí plantarme frente a ti y decirte lo equivocado que estabas. Pero al huir lo único que hice, fue darte la razón.  

—No quiero hablar de culpas ahora, aunque no lo creas estoy feliz de que volvieras.

—Es que estos días solo he pensado en eso. No estoy siendo yo, estoy dejándome llevar por la ira, por la impotencia de no poder cambiar lo sucedido y me cansé. No soy tan débil, nunca lo fui y es momento para demostrarlo.

—¿A dónde estas queriendo llegar?

—Si vamos a luchar contra tu padre, no solo tú debes comprometerte, sino también yo. He tomado una decisión Bruno, por eso tarde en volver. Te perdono, no solo por ti, por mi. Aferrarme a mi enojo hacía ti solo me ha convertido en alguien amargado, no se si podamos ser amigos algún día, pero de verdad te perdono.

—Nova, no tienes una idea de cuanto me arrepiento de haber dicho esas palabras…

—Y yo de escucharlas, pero ya no hay vuelta atrás. Ahora tú me necesitas y yo te necesito a ti. No voy a pasar mi vida vagando sola por estos lugares, solo porque mi orgullo es más fuerte. Vamos a hacer el trabajo sucio, no se tú, pero yo estoy lista para ensuciarme.

Ese era el problema, esta vez no quería hacerlo, ya no intentaría conseguir una nueva luna…

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora