Capitulo 36

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Nova




El entierro fue tan triste, tanto Bruno como Mina estaban completamente destrozados, pero a pesar de estar junto a ellos, sentía que no era suficiente para calmar el dolor que sentían.
Por otro lado tenía tantas miradas sobre mi. Imaginaba que debían pensar que era un zombi, que había vuelto de la tumba para molestarlos o algo así.

Luca había venido solo y se mantenía algo alejado, sabía que quería acercarse a su amigo, pero no sabía si sería lo más acertado. No me sentía bien con la idea de verlos alejados, ellos siempre habían sido como hermanos y aunque Bruno no me lo dijera, necesitaba el apoyo de Luca.
Con el pasar de las horas podía comprender porque lo hizo, no estaba de acuerdo, pero lo comprendía. Él solo quería ayudar a que su amigo abriera los ojos y viera el error que iba a cometer, algo que consiguió, pero no se dio cuenta de que arriesgaba la confianza que tenían con esto.

Tendría que hacer algo y ayudarlos a amigarse, que volvieran a ser los mismos de siempre. Si algo había aprendido en este tiempo es a valorar a quienes están conmigo en los malos momentos, porque en los buenos están todos, pero en los malos, en esos solo se quedan quienes quieren verte bien.
También aprendí a perdonar, si no lo hubiera hecho, ahora no estaría junto a mi compañero. Sino que seguiría aferrada a mi enojo, culpándolo por lo que Nuria hizo. Ahora que lo pienso, seguramente seguiría hechizada, ya que no vería el cambio en ambos.

—¿Cómo te sientes? —Pregunté mientras entrabamos a su casa.

—Terrible. Creí que estaría preparado, sin embargo esto fue mucho más difícil de lo que espere.

Lo guie hacia las escaleras y nos sentamos en uno de los escalones. Odiaba verlo tan vulnerable, él había sufrido demasiado, era hora de que tuviera un descanso.
Pero no estaba solo, haría hasta lo imposible por hacer que se repusiera, por devolverle esa fuerza que él decía que le daba. No iba a moverme de su lado.

—Es normal sentirte de esta manera, despediste a tus padres. Puede que tuvieras diferencias con tu papá, pero debió ser duro y a tu mamá, Diosa. Pero aquí estoy Bruno, aférrate a mi, te prometo no soltarte, seré tu ancla, no dejaré que te pierdas a ti mismo.

—Ven aquí. —dejé que me abrazará, abrazándolo también. —Te amo Nova y me arrepiento de haber tardado tanto tiempo en darme cuenta de la gran mujer que eres.

—Hablando de eso. Creó que deberías hablar con Luca, él te necesita y tú a él.

—Lo haré cuando sea el momento. No logro olvidar que se alió a Nuria para jugarme chueco, lo espere de todos, menos de él.

—Como me dijiste en la mañana, no te centres en lo negativo, mejor ve lo bueno. Gracias a eso, no me rechazaste y pudimos pasar tiempo juntos, conociéndonos y enamorándonos.

Nadie sabia si de no haber sucedido lo de la falsa muerte orquestada por Nuria y Luca, nosotros nos hubiésemos acercado. Es por eso que todo el enojo que sentía hacia ellos va reduciéndose.
No se los agradecería jamás, pero tampoco les guardaría ningún tipo de rencor. Tuvieron la buena intención de hacer algo por nosotros, pero eligieron la manera equivocada de actuar.

—Tienes razón, pero mi conversación con Luca no será sencilla. Es como un hermano y entiendo porque lo hizo, solo me cuesta confiar ahora en él. —Asentí, acariciando la suave piel de su nuca.

—Pero con el tiempo te iras dando cuenta que esto que sucedió fue por un motivo que él considero primordial.

—Luego de todo lo que te han hecho intercedes por él, sin dudas serás una gran luna. Compasiva, dulce, cariñosa, fuerte, capaz de enfrentar lo que sea por los tuyos.

—No lo dudes Bruno y ahora tú eres mío y lucharé por verte bien siempre.

—Te amo Nova. —me miraba directamente a los ojos, decidido, sincero, de una manera que quería atesorar por siempre. —Tarde mucho en verlo y no volveré a cometer ese error, ahora te veo, te siento y cada día que pasa te adueñas más de mi alma. 

¿Cómo podía resistirme a él cuando decía cosas como esta? No podía, ni quería, solo me permitía sentir y ahora sentía muchas ganas de besarlo. Algo que no tarde en hacer.
Cada beso con Bruno era diferente, cada vez eran más sentimentales, más apasionados, más nuestros.

—También te amo Bruno, a pesar de que al principio te hayas comportado como una mierda, ahora puedo verte y lo que veo me gusta mucho.

Sus labios volvieron a los míos, era como si de repente no pudiéramos alejarnos. Cada toque de sus labios era delicioso, sentir su lengua acariciar mi boca, su mano acariciando mi mejilla, no cambiaría esto por nada.
Pero era tarde y debía volver a casa, mis padres lo dejaron claro, nada de quedarme aquí hasta mi transformación. Lo bueno es que ya faltaba muy poco para que eso suceda.

—Es momento de volver a casa Bruno, ya conoce la reglas futuro alfa. —Bromee, volviendo a chocar mis labios a los suyos en un rápido beso.

—Lo sé, vamos te acompañaré. Solo unos meses futura luna y la traeré conmigo.

Negué y nos pusimos de pie, no sería hoy, pero pronto volvería a quedarme con él, cuidaría sus sueños, lo besaría hasta dormirse. La verdad es que tenía tantos planes para ese momento.
Mientras caminábamos en la oscura noche, iluminados por la luz que la luna llena nos regalaba, no pude evitar insistir.

—Prométeme que solucionaras todo con Luca.

—Lo haré, ahora, luego de dejarte lo buscaré. No puedo estar molesto con mi futuro beta. Además, le agradeceré el golpe de realidad que me dio.

—¿Lo ves? Eres un chico muy inteligente. Ustedes dos nunca podrán estar peleados.

—Te lo deberá a ti, que me has hecho entrar en razón.

—Tarde o temprano lo hubieras hecho, no eres alguien rencoroso, eres compasivo, benevolente.

—No soy todo eso, soy un verdadero idiota, que tarda en darse cuenta de las cosas. —me reí de ello, él estaba loco.

—Eso también lo eres.

No podía negármelo, él siempre sería un idiota, pero lo amaba y era todo lo que me importaba.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora