Capitulo 14

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Nova




Maldito viejo hipócrita. Siempre había considerado a Mauro Kesler un ejemplo a seguir, un hombre de bien, alguien que se preocupaba por todos, pero ahora comprobaba que era una basura.
Cansada de ver la poca interacción entre Bruno y Amanda, decidí dejarlos solos, esperaba que eso los animara a acercarse. Pero cuando escuche al alfa hablar con su beta, solo pude sentir mi sangre hervir.

Mande a volar por los aires, cada papel que se encontraba en su escritorio, antes de salir hecha una furia de esa habitación.
Todo lo que dijo, la manera en que lo hizo, no era el hombre que mostraba frente a todos. A pesar de saber que era un mentiroso, sentía que ahora sí vi su verdadero ser.

—¡Lo odio, lo odio, lo odio! —me queje cuando llegamos a su cuarto. —No entiendo como has podido vivir junto a él, en tu lugar lo habría expuesto hace mucho.

—Para mal o bien es el único padre que tengo. Además nadie me creería Nova, si hasta tú lo dudabas. —En eso tenía razón, cuando me dijo que su padre no era de confiar, descarte sus palabras.

También entendía el hecho de que no quisiera ponerse en contra de su padre, pero llego el momento de hacerlo, esta vez había cruzado los límites.

—¿Qué hizo ahora? —preguntó soltando un suspiro de cansancio.

—Lo escuche hablar con su beta, ambos sabían sobre el ataque y planean otro dentro de dos semanas. No puede volver a suceder Bruno, esta vez no lo puedes dejar salirse con la suya. —Me senté junto a él en el borde de la cama, a pesar de conocerlo desde hace años, no lo conocí realmente hasta hace unas pocas semanas y no sabía como reaccionaría. — Sé que es tu padre y eso genera aún más presión, pero si quieres alguna vez hacer algo por esta manada, ese momento es ahora.

—Dime que fue lo que escuchaste.

—Tu padre se alió a Iñaki, quiere conservar el liderazgo, demostrando lo inservible que eres. Pero no se da cuenta que si continúan con estos ataques, no habrá manada que liderar ya que Iñaki acabará haciéndose con todo.

Las tierras eran las mayores productoras, pero si seguíamos así, no habrían personas para trabajarlas.
Para ambos alfas, las personas eran reemplazables, no importaba cuantos debieran sacrificarse, para conseguir el fin necesario.
Era increíble como podía la ambición apoderarse de esta manera de las personas. Llegar al punto de no importarle si quiera la seguridad de su propia familia, si el ataque se salia de sus manos  ya no habría a quien gobernar.

—¿Estas bromeando, verdad? —Le di mi mejor mirada de no me jodas. ¿Él enserio creería que bromearía con algo así? Tenía muchas personas a las que amaba aquí.

—No. ¿Por qué bromearía con algo así? Por la Diosa Bruno, mis padres están aquí, tu hermana y muchas más personas que me importan.

—¿Entre ellos yo?

Lo observe tratando de entender porque me preguntaba esto ahora, es decir, nuestra relación nunca llegó a ser y nunca llegaría.
A pesar de no odiarlo como los primeros días, aún no era mi persona favorita aquí. Me gustaría verlo como un amigo, pero aún no podía considerarlo ni siquiera eso.

 —No quiero que nadie salga herido, entre ellos te cuento, pero no puedo olvidar todo lo que hemos vivido. Quiero verte como un amigo, pero aún no logro hacerlo, quizás más adelante lo haga. Tampoco soy una malagradecida y veo que intentas ayudarme, sé que no fue fácil pasar tiempo junto a Amanda y sin embargo lo hiciste.  

—Por mi parte, te considero una de mis amigas más cercanas, eres quien más me conoce y siento que contigo puedo ser yo. Puede no ser fácil para ti verme de esa manera, pero para mi, si eres importante.

—Ahora…—me fue imposible no soltar ese comentario amargo, pero si esto hubiera pasado hace tiempo, todo sería diferente.

—Sí Nova, ahora. Soy un poco lento comprendiendo las cosas, pero soy lo suficientemente valiente para admitir mi error. Debí darte una oportunidad y no pensar siquiera en la posibilidad de rechazarte.

—Lo hecho, hecho esta. —Espeté, no queriendo caer en este tema. — Tenemos cosas importantes que tratar, ¿No crees?

Por la mirada que me dio, pude notar que quería decir algo más, pero termino asintiendo. No era el momento para tratar algo que no funciono y que era inútil tratar.
Lo importante era evitar que acaben con todo, que los ambiciosos lograsen salirse con la suya.

—Creo que hay algo que puedo hacer, tengo un grupo de jóvenes interesados en crear un ejercito, puedo hablar con ellos y comenzar con el trabajo duro. Sé que al vernos, muchos se sumaran, nunca esta de más reforzar la seguridad de todos.

—Si tu padre estuviera de viaje sería mucho más sencillo.

—Necesitaré encontrar una manera para mantenerlo alejarlo, distraerlo con algo.

—Me gustaría poder ayudar más, esta situación me hace sentirme tan inútil. —aunque si estuviera viva tampoco sería de mucha ayuda. Al contrario, ahora al menos pude escuchar los planes que tenían.

—Ayudas Nova, confía en mi, ayudas más de lo que imaginas.

—Eres un pésimo mentiroso, pero con el tiempo sé que serás un buen alfa. Solo debes dejar de ser tan cerrado y volverte más empático. —él era más duro que una roca, su coraza parecía ser impenetrable.

—Lo digo en serio. Sin tu ayuda no podría saber esto, tampoco podría intentar solucionarlo. Así que no vuelvas a desvalorizarte, eres mis ojos en este lugar, mis ojos, oídos y a veces eres mi jodida conciencia.

—Gracias, pero lo mejor es dejar de hablar y empezar a actuar. Hay muchas cosas por hacer y muy poco tiempo.

Detener esto era imposible, pero al menos rogaba porque pudieran defenderse. Me preocupaban mis padres, ellos eran mayores, pero nada los detendría de querer luchar, ellos ya no tenían nada a lo que aferrarse, por lo cual vivir. 
Lo peor de todo es que aunque estoy aquí, no pueden verme y no puedo decirles que se cuiden, por mucho que lo desee.

Ahora solo me quedaba confiar en Bruno, era lo único que podía hacer.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora