Bruno
Había días en los que compartir la mesa con mi padre era una tortura y claramente, hoy era uno de esos días.
No dejaba de quejarse por la poca producción que este mes habíamos tenido, pero sabía que su preocupación era falsa. Otro vil engaño, él no podía saberlo, pero conocía su plan gracias a Nova.—No quiero que nadie salga de la manada, debemos trabajar en conjunto para salir adelante. ¿Escuchaste Bruno? Eso fue principalmente para ti. —lo sabía, no creía que se lo estuviera diciendo a mi madre o a mi hermana y solo nos encontrábamos los cuatro aquí.
Nova se había negado a bajar, según ella “No lograría pasar más de cinco minutos con un ser despreciable como mi padre”. Me gustaría poder negarme también, pero en mi caso, al poder verme, me arrastrarían hacia aquí.
—No soy quien acostumbra viajar, delegando responsabilidades. Todos en la manada saben que pueden contar conmigo para salir adelante, no me importa ensuciarme las manos trabajando por un bien común. —deje el cuchillo y el tenedor junto a mi plato, repentinamente el hambre se había ido.
Ambos teníamos la mirada trabada en la del otro, nos mediamos a ver quien sería el cobarde en apartarla primero.
Ya no me preocupaba lo que hiciera, había tomado una decisión y era luchar. Me enfrentaría a mi propia sangre, al ser que debería admirar y sin embargo detestaba, con cada gota de sangre en mis venas.
No dejaría que nadie más perdiera la vida en un intento de conseguir más poder. ¿Qué era el poder? No era respeto, no era orgullo, no era nada más que miedo y envidia. Nunca era suficiente, siempre se querría más y más, pero no valía sacrificar a nadie.
Ya había perdido a mi compañera por ello, ya que ahora conocía su participación en el antiguo ataque. No perdería a nadie más, antes lo mataría.—¿Estas rebelándote? ¿Sera que por fin te han crecido un par de pelotas? —Cuestionó, con burla, mientras llevaba un trozo de carne s su boca.
—¿Acaso miento… padre?
—No es eso lo que te pregunté.
—Pero es toda la respuesta que obtendrás. —Me levanté, dejando la servilleta al costado del plato. —Si me disculpan tengo planes.
No tenía a donde ir a esta hora, sin embargo no me quedaría a escuchar la mierda que tenía para decir. Mentiras, excusas y criticas, en lugar de buscar soluciones.
Caminé, por las calles de la manada saludando a cada persona, antes de ver a Joanna frente a una vidriera.Ella se encontraba concentrada, con la cabeza ligeramente inclinada hacia un costado y su labio inferior entre sus dientes. Lo que sea que estuviera en su mente, no estaba resolviéndose.
—¿Qué puede andar tan mal para tener esa expresión? —pregunté acercándome lentamente, aunque eso solo provoco que saltará en su lugar.
—¡Bruno! ¡Por la Diosa, nunca vuelvas a hacerlo!. —llevo sus manos a su pecho y suspiró antes de soltar una pequeña, aunque cantarina risa.
—Lo siento, es que te veías tan concentrada.
—Creerás que es algo tonto, pero tengo una fiesta muy importante y no logro decidirme entre esos dos vestidos. Sé que el negro seria el correcto, es un clásico después de todo, pero el rosa me inspira alegría. —bufó y volvió a sonreír. —Me siento un poco superficial, pero uno nunca sabe que encontrará. Mira y encuentro a mi compañero.
—Cualquiera de los dos te quedaría bien, además no debes preocuparte, tu compañero te adorará con lo que sea que lleves.
—Tienes razón, mañana temprano vendré por él. —entonces envolvió su brazo en el mío y comenzó a jalarme en hacía adelante. —Ahora camina un poco conmigo, hace mucho no hablamos.
Joanna Cabral había sido mi mejor amiga cuando éramos pequeños, poco a poco nos fuimos apartando, pero aún había mucho cariño entre nosotros. La razón de nuestra distancia, era que ella había confesado tener sentimientos por mi y no quería lastimarla, ambos teníamos compañeros.
—¿Cómo has estado?
—Preparándome para ser alfa, trabajando para solucionar los daños tras el último ataque y adaptándome a todo. No es fácil, pero es lo que me toca.
—Siempre te conformaste con lo que la vida te daba, nunca impusiste tu propia opinión. Muchas veces me hubiera gustado ver que te enfrentaras al destino.
—¿Estas diciéndome cobarde? —Sonreí y negué, al menos ella lo hacía de manera delicada. —¿Cuándo te volviste tan malvada Jojo?
—¡No! No dije eso. —golpeó mi brazo y continuó negando. —Solo digo que tiendes a conformarte, no luchas.
—Puede ser, pero estoy cambiando eso. ¿Qué hay de ti?
—Sigo trabajando en la tienda de mi padre, amo ese lugar. Luego no sabría que decirte, soy feliz en mi locura. ¡Oh espera, hay algo! He comenzado a correr en las mañanas, deberías sumarte.
—¿Ahora me llamas débil? — volví a bromear, con ella era demasiado sencillo.
—¡Oh por la Diosa, si que eres sensible! Había olvidado esa faceta tuya.
Seguimos caminando hasta llegar a su casa.
—¿Quieres entrar? Estoy segura de que a mis padres les encantaría verte.
—Hoy no, solo necesitaba distraerme un poco y me has ayudado, pero debo volver.
—¿Qué anda mal Bruno? Sé que estas ocultando algo, pero me conoces desde pequeños y puedes confiar en mi. Dicen que contarlo ayuda. —podía ser, pero había tanto que contar.
—Encontré a mi compañera—era mejor contarle esto…
—¿Qué? ¿Y por qué no estas junto a ella?
—Nadie más lo sabe, ni lo sabrá. —ante la curiosidad en su rostro, continué. —Mi compañera murió en el último ataque.
La sentí inspirar una fuerte cantidad de aire, no esperaba lo que acababa de decirle, pero yo tampoco esperaba que decir esto en voz alta me doliera de la manera en que lo hacía.
—Lo siento mucho Bruno. —cuando levante mi mirada para mirar a Joanna, pude sentir el olor de Nova cerca. No la veía, pero sabia que estaba por aquí.
—Yo también lo siento y no imaginas cuanto. —Me arrepentía de no ir tras ella antes, de decir esas palabras y solo desearía volver el tiempo atrás.
Pero el que Nova decidiera no mostrarse ahora frente a mi, era como si de repente la vida me escupiera en la cara, mojándome con la realidad. Ella me odiaba y nunca me iba a perdonar.
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Rechazada
WerewolfHay dolores que matan, pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ella... Antonie L. Apollinarie Fée Portada hecha por @arealunicorn_ Muchas gracias❤❤ Obra registrada en Safe Creative.