Annabeth detiene su paso veloz cuando llega a la plaza detrás del colegio, fue allí donde Rachel y Reyna le habían lanzado el agua.
Se sienta en un banco bajo a un árbol y se queda mirando el césped. Ese sería un buen momento para que Zacharias o ChicoTímido aparecieran para hablar.
Annabeth mira a cada chico que pasa cerca de ella intentando descifrar quien puede ser ese chico libre o ese chico tímido. Por otro lado, TodosMeAman ha de ser alguien arrogante, pero no ve a ningún chico que se de aires de superioridad.
La rubia baja de las nubes cuando escucha dos voces conocidas detrás del árbol donde está ella. Son Percy y Jason.
—¿Y ahora son Annabeth y tú? Todo el mundo los llama Percabeth —dice Jason. Annabeth se inclina un poco más al árbol para escuchar sin que la vean.
—¡No, Jason! ¡No vuelvas a decir eso! De solo pensarlo me da asco —dice Percy con repulsión. Annabeth se siente ofendida. Claro, ella también lo siente, pero escucharlo lo vuelve ofensivo.
—Vamos, Percy, no puede ser tan malo —contradice Jason.
—¿Que no? ¿Que mosca te picó? ¡Seguro es horroroso salir con esa listilla! Se cree que se las sabe todas. Que es la más inteligente de todos aquí. Estoy seguro de que sé mucho más que ella. Ella lo único que sabe hacer es sonreírle a la gente para caerle bien. Yo también hago eso ¡Siempre lo hago! —dice Percy con furia. Annabeth con cada palabra se siente más ofendida.
—Yo creo que ella no es así —la defiende Jason. Pero la rubia no escucha los halagos de Jason solo los insultos de Percy.
—¿Por qué la defiendes tanto? —pregunta Percy extrañándose—. ¿Acaso te gusta la listilla?
Silencio. Esa fue la respuesta de Jason. El puro y más incómodo silencio.
—No es eso, solo que creo que es injusto como la tratas —se defiende finalmente Jason.
—¿Crees que yo soy injusto? Ella me trata igual, o creo que incluso peor. A ti te gusta, Jason, ya admítelo —lo acusa Percy. Annabeth enrojece en el acto. ¿Ella gustarle a Jason?
—Es una chica muy guapa —dice Jason como única respuesta.
Annabeth no sigue escuchando la charla de los chicos, porque de inmediato agarra sus cosas y sale corriendo a contarles a sus amigas.
Unos minutos después...
—¿Que Jason qué? —pregunta Piper cuando Annabeth termina de contar lo que escuchó de Jason y Percy. A la morena se le han teñido las orejas de rojo y Annabeth presiente que no es de nerviosismo. Piper parece bastante molesta.
—Lo que oíste, Pipes —responde Annabeth.
—No le puedes gustar a Jason —afirma Piper, tratando de convencerse más a ella misma que a la rubia—. Debiste terminar de escuchar lo que estaban diciendo.
—Puede que no, puede que sí —dice Hazel, interviniendo antes de que Piper salga corriendo a preguntarle a Jason si es cierto o no.
—Todo puede pasar —dice Annabeth.
Detrás de un árbol, con Jason y Percy...
—Es una chica muy guapa —dice Jason como única respuesta.
Percy alza una ceja a su amigo.
—O sea que sí te gusta —dice Percy.
—No quiero decir eso. Me parece muy linda, pero hasta ahí. Creo que en parte tienes razón, si se da de muy sabihonda —lo apoya Jason—. Pero ella no me gusta. Sabes que es otra chica.
—¿Reyna? —pregunta Percy.
—No, Piper —responde Jason.
—Lo sé. Solo quería saber si caías.
—Quiero acercarme a Piper, pero no sé cómo —admite el rubio—. ¿Que tal si me ayudas?
Percy lo piensa un momento.
—Depende —responde su amigo—. ¿Qué tengo que hacer?
—Sabes que Piper no se fijará en mí si Annabeth no está de nuestro lado —comienza a decir Jason, a Percy no le gusta lo que está por venir—. Lo que quiero es... que te acerques a Annabeth... —continúa diciendo Jason, por otro lado Percy no deja de negar con la cabeza—... Hazte su amigo, y así será amiga de todos, y sus amigas serán nuestras amigas, y Piper se fijará en mí.
—¿No sería más sencillo que le regalaras flores? —pregunta Percy.
—No —se niega Jason—. ¡Por favor Percy! ¡Ayuda a este chico enamorado!
—Me estás pidiendo algo imposible —se queja Percy.
—¡Por favor! Hazlo, Percy. No será tan horrible —intenta convencerlo Jason.
—¡No! —vuelve a decir Percy.
—¿Y si te digo que te pagaré? —lo intenta sobornar el rubio.
—Algo tentador, pero no.
—Por favor, por favor, por favor, por favor —luego del «por favor» número veinte Percy acepta.
—¡Está bien, pero cállate! —Jason sonríe de alegría—. Me haré amigo de la listilla para que de algún modo tú y Piper sean novios.
—Gracias, amigo —dice Jason.
—Como sea —responde Percy.
Jason está feliz de que Percy acepte su plan y así pueda comenzar a salir con la chica de sus sueños.
Lo que el pelinegro no sabe es que en parte Jason se lo pidió para que solucione sus problemas con Annabeth.
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¡Como te odio, Percy! ✔
FanfictionAnnabeth Chase y Percy Jackson son las personas más populares del Colegio Harrinson y solían ser los mejores amigos hasta que de un día a otro comenzaron a profesarse odio eterno. ¿Pero qué fue lo que sucedió? ¿Qué pudo ser tan terrible para que dos...