Capítulo 21: Fotos furtivas y robos accidentales.
Fuera del salón de química...
El profesor sin nombre les lanza miradas a Percy y a Annabeth, luego señala a la rubia.
—Chase, a la dirección. Ahora —dice mientras se encamina al despacho del director Bloom. Annabeth mira a Percy.
—Tú te vienes conmigo, sesos de alga. Fue en parte tu culpa todo esto. Debías estar ahí para ayudarme, no coqueteando con Reyna —le dice la rubia. Para sorpresa de Annabeth, Percy acepta ir con ella sin rechistar, y sin negar que estuviera coqueteando con Reyna, a pesar de que se dice que es novio de Rachel (eso cuando no dicen que es novio de Annabeth).
Entran en la dirección y ven al director Bloom, un hombre con complejo del actor La Roca. Ven que la profesora de Historia Antigua, Mónica, está ahí también junto a Quirón, el subdirector. Un hombre que es todo lo contrario a Bloom: amable, atento y sonriente. El profesor de química está contando lo sucedido en la clase.
—Chase, Jackson, tomen asiento —dice el director cuando el profesor de química termina con su explicación. Los dos obedecen.
»Ahora, explíquenme qué sucedió—pide con voz extrañamente calmada, eso asustaba más que cuando el gritaba.
—He mezclado dos sustancias de forma incorrecta, lo que hizo que ocurriera una explosión —explica la rubia.
—¿Fue solo culpa suya, Chase? —pregunta Bloom.
—No. Percy debía ayudarme, pero no estaba pendiente y por eso me confundí. El trabajo era en parejas, pero faltaba la mitad de la pareja, en este caso —señala.
—Pero la que mezcló más las mezclas fue Annabeth —replica Percy que se había mantenido muy callado y tranquilo, como siempre—. Yo le dije de derecha a izquierda, ella mezcló de izquierda a derecha.
—Salga de aquí, señor Jackson —pide el director luego de meditar un momento. Annabeth mira al director sorprendida. ¿La van a dejar a ella sola ahí?
—No, mejor quédese —dice Mónica, Percy gira sobre sus talones y vuelve a sentarse—. Ustedes dos están muy raros —dice la profesora—. Sus defensas sobre la mitología fueron las peores y las más raras. ¿Que les pasa a los dos últimamente que no pueden hacer nada bien...?
Y así comienza una reprimenda que probablemente duró una hora, el tiempo en el que debían de estar en Literatura. Y no solo los regañó Mónica, Bloom y el profesor de química soltaron la lengua y comenzaron a darles un millón de advertencias. Incluso el amable y sereno Quirón no perdió la oportunidad para regañarles. Annabeth temblaba de miedo en el asiento, en cambio Percy solo suspiraba de vez en cuando en señal de cansancio.
Finalmente, la profesora Mónica los dejó ir. Sin castigo, lo cual fue un milagro.
Annabeth se va furiosa con Percy por los pasillos para ver si los dejan entrar a la última hora de Literatura. Percy va tranquilamente a su lado, sin mostrarse para nada afectado por el gran regaño que les acaban de dar.
—...¿Como puedes estar tan tranquilo? —continuó Annabeth. Ya llevaba medio camino regañando a Percy sobre todo y mucho más, él solo caminaba como si no hubiera nadie más con él—. Si sigues metiéndome en problemas me van a expulsar... —un largo minuto de quejas—... ¡Eres insoportable...! ¡Te odio...! —y así estuvo Annabeth, hasta que en la puerta de Literatura, se colocó frente a ella.
Annabeth miró sus hermosos ojos color verde agua y se perdió en ellos. Percy posó sus manos sobre sus hombros y la besó en los labios. Un beso corto, pero lo suficiente para callar a la rubia y dejarla inmóvil y sorprendida. Él se separa y se va, sin entrar a la clase que les queda.
Annabeth tampoco entra. Se queda allí de pie, sintiendo un raro cosquilleo en todo el cuerpo.
Lo que ninguno de los dos sabían, era que Rachel los había visto. Había tomado una foto, y que se dirigía camino a la sala de Computación para subir esa foto a la página Web del colegio.
Escena Extra;
En un centro comercial...
Todo en el centro comercial estaba siendo muy tranquilo. Vera admiraba con asombro las hermosas joyas que había en el mostrador. Y mientras miraba un lindo collar de diamantes se puso a pensar en los rumores del Colegio Harrinson: Jason y Piper son novios.
Ellos mismos ya habían confirmado la noticia, y eso era una gran sorpresa para todos en el Colegio. Y es que es normal que todos piensen que es una locura, es decir, todos saben que Piper es la mejor amiga de Annabeth y Jason el de Percy, y todos tienen bien clarito que los dos son enemigos mortales a pesar de los rumores Percabeth.
Los pensamientos de Vera se ven interrumpidos al ver a Jason pasar frente a la Joyería Deluxe de Madame Tinka, justo donde está ella. El rubio sigue caminando hasta que se detiene frente a una chica.
Vera se queda congelada de la impresión. ¡¿Que está haciendo Jason Grace con otra que no es Piper?!
No es posible... ¡¿Acaso la acaba de mirar con ternura?! ¡¿Que le pasa a este hombre?! ¿Acaso está engañando a Piper?
Vera se queda mirando la escena sin parpadear para no perderse nada. La desconocida sonríe a algo que le dice Jason, algo que lamentablemente Vera no logra oír.
Jason saca de su mochila un sobre y se lo entrega a la chica. Ella lo agarra y lo guarda, Jason mira a los lados, asegurándose que nadie lo ha visto. Por suerte, no nota que alguien en Joyería Deluxe lo está vigilando.
La chica se va, y Jason se va con ella. Vera quiere seguirlos, así que se va detrás de ellos y en cuanto cruza la puerta una alarma llena la joyería.
¡Su suerte no podía ser peor! Había olvidado que aun tenía en la mano el brazalete de rubíes y lapislázuli. Los ojos de Madame Tinka la miran destellando de furia y la hace volver a la tienda, murmurando en su acento francés algo sobre robar su tienda en sus narices. Vera devuelve el hermoso brazalete y cuando sale para seguir a Jason y la desconocida, dispuesta a averiguarlo todo y contárselo a Piper, pero ellos ya se habían ido.
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¡Como te odio, Percy! ✔
FanfictionAnnabeth Chase y Percy Jackson son las personas más populares del Colegio Harrinson y solían ser los mejores amigos hasta que de un día a otro comenzaron a profesarse odio eterno. ¿Pero qué fue lo que sucedió? ¿Qué pudo ser tan terrible para que dos...