Capítulo 45: Te extrañaremos, Leo.
Aún en el Hospital J. G...
Annabeth aún pensando en las palabras de Zacharias, cuando va a responder, ve que el chico tiene los ojos cerrados, pero no está dormido.
—Creo que necesitas descansar, Zack —le dice ella. El pelinegro sonríe aún con los ojos cerrados.
La chica también sonríe y sale del cuarto. El chico recostado en la camilla decide que es mejor hacerle caso a la rubia, pero en su mente aún se reproduce el accidente que ha tenido hace sólo tres días.
Hace tres días, a las afueras de una casa...
Zack, Leo y Percy dejan atrás la casa de Jason para finalmente irse a sus hogares. Todos han ido en el coche de Zacharias, así que vuelven a montarse en él ya que el chico ha ofrecido generosamente a llevarlos.
Leo se sube al lado del copiloto, Zack en el piloto y Percy en los asientos de atrás, justo en el medio.
—Leo, te ves terrible —dice Percy mirando la cara de tragedia de su amigo.
—Es que... ya sabes... Estoy mal por lo de Calipso —Leo baja la mirada.
—Si tan mal te sientes, ¿por qué no vuelves con ella y ya está? —cuestiona Zack cruzando una esquina, que da una carretera muy solitaria.
—No es tan fácil. Ella ni me habla.
—Pídele perdón. Calipso no dudará en perdonarte por terminar con ella de forma tan malvada —señala Perseus con una sonrisa.
—Lo intentaré... Oye, Zack, ¿qué haces? —le pregunta el que va en el copiloto. Zacharias está escribiendo un mensaje en su teléfono, aún mientras conduce.
—Le envío un mensaje a Annabeth desde la cuenta de FreeBoy. Quiero explicarle las cosas —responde el muchacho.
—Vale, pero hazlo rápido que no quiero que nos estrellemos contra un edificio por tu escribirle a la listilla —dice Percy.
—Cierto, amigo, hazlo rápido o Percy se pondrá celoso —dice el ojos oscuros.
—No me voy a poner celoso —replica el nombrado.
—Sí, claro... —dice Leo riéndose a carcajada viva.
Percy pone los ojos en blanco mientras Zack se une a la risa de Leo, mira hacia la ventana del carro y lo que ve son luces brillantes dirigiéndose a ellos a toda prisa.
—¡Zack, mueve el auto! —logra gritar, pero es muy tarde. Un segundo después el otro auto ya les ha dado directo en la puerta de Leo y lo siguiente que pasa es digno de película.
El auto de Zack empieza a patinar por las resbaladizas calles aún mojadas por la lluvia de hace un rato. En algún momento el carro gira sobre sí mismo un par de veces antes de chocar contra un árbol junto a la carretera que hace detener el auto de golpe.
Percy apenas se puede mover. Le duele todo y la cabeza le palpita de dolor.
—¿Zack? ¿Leo? —pregunta lastimeramente, pero ninguno de sus dos amigos responden. Cruza los dedos para que estén inconscientes y no algo peor. El auto no ha terminado patas arriba, pero aún así le cuesta una eternidad salir por la abollada puerta, luego de unas cuantas patadas logra abrirse. Grita cuando siente un dolor tan fuerte que es como si su brazo se fuera separado del resto de él, mira y ve que tiene un trozo de vidrio clavado. Con mucho esfuerzo logra sacarlo, aunque ahora le duele más. Pero al menos no se desprendió de su cuerpo como sintió.
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¡Como te odio, Percy! ✔
FanfictionAnnabeth Chase y Percy Jackson son las personas más populares del Colegio Harrinson y solían ser los mejores amigos hasta que de un día a otro comenzaron a profesarse odio eterno. ¿Pero qué fue lo que sucedió? ¿Qué pudo ser tan terrible para que dos...