El tribunal de las mentiras.

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Capítulo 38: El tribunal de las mentiras.

Calipso se empieza a preguntar una vez más en dónde está Leo, buscando con la mirada cada chico disfrazado como mago (el disfraz de Leo), cuando el chico aparece de la nada.

—¡Calip! —saluda él y ella lo mira enojada.

—¿Y tú en dónde estabas? Ya estaba empezando a pensar que me dejaste plantada.

—¿Yo? Nunca jamás haría tal cosa, Calipso. Estaba en la mesa de bebidas —el chico le tiende un vaso con ponche—. Estaba hablando con Percy, él desapareció y yo fui a comer, busqué bebidas, las traje y ahora me estás regañando.

—¿No estabas haciendo nada malo? —pregunta la chica agarrando el ponche.

—No, Calip, claro que no —sonríe él y Calipso también.

—¿Sabes quién es El Zorro? —pregunta ella.

—Es amigo de Percy, por lo que sé —responde Leo tranquilamente.

—¿Tú lo conoces?

—No mucho. Se llama Zacharias. ¿Por qué tienes tanto interés? —pregunta el chico, alzando una ceja. Calipso se pregunta si estará celoso.

—Lo vi irse con Percy hace un momento, luego de que tú me dijiste que ibas a hablar con él.

—¿Qué insinúas?

—Nada. Sólo que me parece extraño. ¿No traman nada?

—Claro que no, Calipso.

—¿Y en dónde estabas tú si Percy estaba con Zacharias?

—Con Jason y Frank, Nico está con Thalia y Percy salió a hablar con su amigo.

—Así que no hablaste con Perseus.

—Hablé, pero no mucho.

—Me escondes cosas.

—No es así.

—Mentiroso.

Leo sonríe pero no lo niega.

El lunes, en el Colegio Harrinson...

El fin de semana fue un poco difícil para Annabeth. Estuvo por dos días seguidos pensando sin parar en Zacharias. La pregunta de quién será ronda en su cabeza una y otra vez sin parar, y la duda crece a cada segundo. Necesita saber ya quién es FreeBoy.

La campana de clases suena sacándola de sus pensamientos. Es hora de volver a la realidad e ir a clases.

Entra en su primera clase del día. El regordete profesor Rogelio entra a su clase con cara de fastidio.

—Hoy vamos a hacer algo diferente. Realmente no tengo ánimos de lidiar con estudiantes que no trabajan, así que hoy haremos un tribunal en clase —anuncia el profesor. La clase estalla en murmullos de emoción. ¿Un tribunal? ¡Eso suena muy interesante!—. ya sabemos que eso no tiene nada que ver con la Historia, pero estoy seguro que eso les gustará más que oírme hablar de los años cuarenta.

La clase suelta una risita, estando de acuerdo. Cualquier cosa es más divertida que oír hablar al profesor Rogelio.

La puerta del aula se abre y todo queda en silencio. Ahí está Perseus con su expresión de tranquilidad infinita y sonrisa peligrosa. Ha vuelto a ser el mismo Percy de siempre.

—Llega tarde, señor Jackson —dice el profesor. Percy lo mira con una ceja alzada.

—¿Quiere que me vaya? —pregunta el chico, es obvio que no le molestaría irse y no entrar a clases.

¡Como te odio, Percy! ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora