Capítulo 17: ¿A Annabeth le gusta Percy?
Ese largo sábado, en la primera cita de Jason y Piper...
Jason había decidido llevar a Piper a un restaurante lujoso de sushi, la comida favorita de Piper. A él no le gusta esta clase de comida, pero está dispuesto a comer pescado crudo por ella.
A pesar de que Piper estaba vuelta un manojo de nervios, intentó parecer lo más tranquila frente a Jason. Van en el auto del chico de camino al restaurante Wasabi, el mejor de toda la ciudad.
Llegan y un anfitrión alto y moreno les atiende, busca en la lista el nombre de Grace, Jason. En cuanto lo encuentra, les dirige una amable sonrisa y los acompaña hasta su mesa. La mesa de Piper y Jason está justo en el balcón, donde la luz la luna los iluminaba junto a la luz de las velas. Muy romántico.
Un mesero chino les da sus cartas y ellos piden. Ninguno de los dos se ha dirigido la palabra entre ellos, pues temen echar a perder todo.
—Y... ¿Que te parece el restaurante? —pregunta Jason.
—Mm... Muy lindo todo —responde Piper.
Silencio otra vez.
—Cuéntame sobre tu día —dice Jason en un intento de seguir hablando.
—Todo cool —dice Piper sintiéndose más torpe que antes.
—Cool —dice él de respuesta. Realmente todo está saliendo un poquito mal. El mesero les entrega sus pedidos. Comienzan a comer en silencio otra vez. Jason le da vueltas a su comida, de verdad no le apetece comer eso. Pero decide darle una oportunidad al pescado crudo y se lo come, aguantando una mueca de asco.
—No te gusta el sushi —le dice Piper mirándolo fijamente.
—No, la verdad no —admite él, dejando a un lado sus palillos chinos. Ella se ríe, y Jason también.
—¿Y porqué vinimos hasta aquí? —pregunta Piper.
—Es tu comida favorita —contesta él.
—Pero podríamos haber ido a cualquier otro lugar —señala la chica.
—Ya estamos aquí —dice él—. Mejor quedarnos. ¿No te parece?
—Claro —responde Piper. Y así y como comienzan una dulce y tranquila charla. La cita al principio había comenzado mal, pero al final resultó ser la mejor cita de todas.
El miércoles en el Colegio Harrinson...
Annabeth no ha visto a Percy desde aquel extraño sábado, cuando le había dicho que estaba celosa de que él saliera con Rachel. Desde aquel día, no se habían dirigido la palabra, y habían evitado no verse lo más posible.
La clase de Historia Antigua ya había llegado. Annabeth le entrega el video a la profesora Mónica que los estaba pidiendo a penas entrabas. Annabeth se sienta en su sitio. Varios minutos después llega Piper y junto a ella está Jason. Piper le sonríe a su amiga, aunque se sienta con el rubio. Hazel la saluda al entrar, pero Frank la llama y se sientan juntos. Percy entra diez minutos más tarde y se sienta junto a Annabeth con un gruñido ya que es el único puesto vacío.
—Muy bien. Van a hacernos una explicación sobre el dios o diosa que les ha tocado. Tienen cinco minutos para prepararlo —dice la profesora Mónica.
Annabeth se queda congelada. ¿Tiene que dirigirle la palabra a Perseus? ¡Ella no quiere! Percy hace una mueca, y Annabeth se da cuenta de que él tampoco quiere hablarle.
—¡Ya pasaron los cinco minutos! —dice la profesora de repente y la rubia se desespera. ¡¿Qué?! ¿Cómo pudo pasar el tiempo tan rápido? ¡Ni si quiera han escrito una línea! Y como si su suerte no pudiera ser peor, la profesora deja que Annabeth y Percy pasen primero.
Los dos se ponen de pie frente a la clase. Como Percy no dice nada, ella es la que habla primero.
—Represento a Atenea. La diosa más sabia de todos. Ella es capaz de resolver problemas complicados utilizando el pensamiento lógico. Su sabiduría e inteligencia a ayudado a ganar batallas a través de los tiempos. En conclusión es una diosa importante, no como otros, que no sé para que existen —termina de decir ella con una sonrisa. Aunque Percy sabe que al final habló de él.
—Represento a Poseidón. El dios de los mares. Considero que es el dios más importante y poderoso. Sus poderes son aún más útiles en la guerra que el de otros dioses. Puede hablar con los caballos, crear terremotos y controlar el mar. Todo eso es muy peligroso. Y sí, es cierto lo que dice mi compañera, hay dioses que no se sabe para qué existen —él la mira y ella le lanza una mirada asesina.
—Bueno... veamos el video —dice la profesora Mónica antes de que esos dos se maten. Annabeth y Percy se sientan en su sitio y no se vuelven a dirigir la palabra.
A la hora del almuerzo...
—¿Qué les pasa a ustedes dos? —pregunta Hazel a Annabeth.
—¿A mí y a quien más? —pregunta la rubia a modo de respuesta.
—¡A ti a y Percy! —le dice Piper.
—Nada... —responde, aunque suena algo insegura. Se aclara la garganta—. No pasa nada —dice con más confianza—. ¿Qué va a estar pasando?
—Los dos están muy raros. Antes no se hablaban, y cuando lo hacían era para pelear. Ahora ya ni eso hacen. Todo el colegio se ha dado cuenta de su actitud extraña —dice Hazel.
—No pasa nada —repite Annabeth.
—Ustedes dos se han peleado. ¿No es así? —Cuestiona Piper—. Y no es de esa manera en la que siempre lo hacen, ésta vez ha sido por algo serio.
—¡Que no! —dice Annabeth, aunque esta vez con menos convicción.
—¡Que sí! —dicen sus amigas al mismo tiempo.
—Puedes contarnos —la anima Hazel.
Pero la rubia no dice nada más. Las puertas de la cafetería se abren, y Annabeth ve entrar a Percy de la mano de Rachel. Todos se los quedan mirando con cierto asombro, Drew está que echa humo por las orejas pero aun así les sonríe. Annabeth desvía la mirada de inmediato.
—¿Estás celosa de Rachel? ¿Es eso? —pregunta Piper en un susurro. Annabeth no responde de nuevo. Sus amigas intercambian una mirada y le lanzan miradas asesinas a Rachel y Percy por romperle el corazón a Annabeth.
—Te gusta Percy, lo sabemos —dice Hazel.
—Ya ni siquiera sé que siento por el sesos de algas —admite Annabeth con tono lastimero. Ha pasado todos esos días pensando en lo que pudo haber causado su ataque de celos. Trató de convencerse de que se trababa solamente de que añoraba su vieja amistad, tan leal y perfecta. Pero los amigos no sienten esa clase de celos al ver a sus amigos con otra gente.
—Él no te merece. Eres mucho mejor que él —la anima Piper. Annabeth sonríe.
—Gracias —susurra.
Cuando se va de camino a casa, piensa en lo que le dijeron sus amigas, pero a ella, Annabeth Chase, ¿realmente le gusta Percy Jackson?
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¡Como te odio, Percy! ✔
FanfictionAnnabeth Chase y Percy Jackson son las personas más populares del Colegio Harrinson y solían ser los mejores amigos hasta que de un día a otro comenzaron a profesarse odio eterno. ¿Pero qué fue lo que sucedió? ¿Qué pudo ser tan terrible para que dos...