¡Como te odio, Percy! ✔

El Zorro Y El Pirata.

Capítulo 37: El Zorro Y El Pirata.

En la fiesta de disfraces...

Las palabras de Zack aún rondan en su cabeza, preguntándose porqué ese chico anda tan misterioso, cuando Piper se le acerca sonriente.

—Te vi bailar con El Zorro —dice la castaña—. Es un gran logro, muchas lo han intentado pero se ha negado. Es muy enigmático, ¿no?

—El Zorro es FreeBoy —le dice Annabeth sonriente.

—¡¿Qué?! —exclama Hazel acercándose. La rubia les cuenta todo el encuentro—. ¿Y no le viste la cara?

—No. Ni siquiera su color de ojos, ni su cabello. Sólo sé que es algo bronceado y su voz es... profunda, suave y muy misteriosa sin duda, siento que esconde cosas y esas cosas no parecen ser nada buenas.

—Un chico problemático —deduce Hazel.

—Así parece.

—¿Y sabes quién es el rey de los problemas? ¡Percy! ¡No por nada es el líder de la pandilla de chicos malos! Podrían ser la misma persona —dice Piper.

—¿De verdad? Pensé que era TodosMeAman no FreeBoy.

—Fácil. Tiene dos cuentas o TodosMeAman mintió. No sería la primera vez —dice Hazel.

—Estás muy pensativa hoy, Haz, vestirte de detective funciona —sonríe la chica de indígena. Hazel ríe.

—Me pondré ésta ropa más seguido a ver si me pongo tan lista como Annie.

—Un momento. ¿Quiere decir que el pirata que está bailando con Rachel no es Percy? —pregunta la rubia mirando la pista de baile. Sus amigas también miran.

—Es sólo una teoría, no es de verdad. Pero supongo que sí, ese pirata no es Percy —alega la castaña.

—¡Miren eso! ¡Son El Zorro y el Pirata hablando! —dice Hazel. Es verdad. El pirata ha dejado de bailar con Rachel Elizabeth y se ha dirigido a hablar con Zacharias. A los pocos segundos los dos salen del gimnasio.

—¿A dónde irán? —se pregunta Annabeth.

—¿Qué interesa eso? Anda y síguelos —le ordena Piper. Annabeth asiente con la cabeza y se abre paso hasta la salida. Los pasillos están solitarios pues todos están en la fiesta.

Puede ser que Zack y el otro chico hayan ido afuera. Annabeth se dirige allí.

Sale por la puerta principal, baja los escalones hasta el último y observa cada centímetro, pero no hay señales de vida humana. Se ha equivocado. Se quita la máscara y suspira.

—¿Esperando a alguien? —pregunta una voz detrás de ella. Annabeth se sobresalta y voltea a ver quién es.

Se queda sin palabras. Al inicio de las escaleras y ve a Percy Jackson. Vestido de Pirata. Con la máscara y el sombrero en la mano.

—No exactamente —balbucea la rubia.

—¿Entonces qué haces aquí? —Percy alza una ceja. La plateada luz de la luna añade sombras que lo hace lucir casi peligroso, algo típico en él. Algo muy parecido a cómo luce antes de hacer una travesura. Es una expresión que Annabeth no ve desde hace mucho tiempo, desde antes de que ese año escolar iniciara. Últimamente Percy ya no parece ser el mismo chico malo de antes, pero esa noche parece haber renacido algo en él. ¿Qué estará planeando el sesos de alga?

—Te buscaba —admite. El pelinegro frunce el entrecejo y baja un escalón.

—Pues aquí estoy —sonríe.