¡Como te odio, Percy! ✔

Poseidón y Atenea se besan.

La materia de Historia Antigua ya había llegado. Piper aun no aparece, por lo que Annabeth se sienta en un puesto a esperarla. Por primera vez en su vida, Percy llega temprano. Y para mala suerte de la rubia, él se sienta a su lado. Ella lo mira con los ojos entrecerrados.

—¿Qué estás tramando, Jackson? —le pregunta la rubia.

—Nada, listilla —dice Percy mirándola con inocencia—. Solo quiero sentarme aquí —continúa diciendo Jackson—. Los puestos son libres, puedo sentarme donde quiera.

—¿Por qué al lado mío? —Pregunta Annabeth—. Este puesto lo guardaba para Piper.

—Deja que Piper se siente con otra gente —sugiere el pelinegro.

La profesora Mónica entra al salón seguida de Piper. La castaña la mira impresionada, con cara de «¿Porqué te sentaste con Percy?». Pero no hay tiempo de discutir sobre asientos, así que Piper se sienta en el único puesto libre que, curiosamente, es al lado de Jason.

Antes de que termine la clase, la profesora Mónica los mira a todos sonrientes.

—Hay que hacer un trabajo, en pareja. Lo harán con la persona con la que están sentadas. Sin quejas —anuncia la profesora.

Annabeth mentalmente piensa: «¡Nooooooo!»

Mientras que Percy piensa: «¡Siiiii! ¡Sacaré un sobresaliente!»

—No te puedes quejar, Annabeth. Estás con el mejor de la clase —dice Percy. Annabeth no sabe si llorar, reír o golpearlo. ¿A caso los dioses y los astros están en contra de ella?

Intenta ordenar sus pensamientos, pensado en por qué Percy habrá decidido sentarse a su lado. ¿Qué estará planeando? La voz de Percy la vuelve a la tierra:

—¿Cuándo nos reunimos, nena?

—¡Jamás! —exclama ella—. Tú has la mitad por tu parte y yo haré la otra mitad por mi parte.

—¿En qué mundo estabas, Annie? La profesora dijo que hay que grabar un video juntos —explicó Percy.

—Serán sobre Mitología Griega y Romana —explica la profesora—. Yo personalmente les daré sus papeles de dioses. Ya saben, un video que los incluya a la los dos.

La profesora comienza a decir los nombres y sus papeles.

—...Piper McLean será Afrodita y Jason Grace será Júpiter —continúa diciendo la profesora Mónica—. Annabeth Chase será Atenea y Perseus Jackson será Poseidón.

—No será difícil hacer nuestros papeles, Atenea y Poseidón son enemigos naturales —informa Annabeth. Percy no puede evitar lanzarle una mirada de irritación. ¿Tiene que saber siempre todo?

Annabeth nota la mirada que le lanza. Algo anda mal. De momento es agradable y de repente es el mismo Percy odioso de siempre. ¿Será bipolar?

La profesora Mónica termina de repartir los papeles. Por segunda vez, Percy le pregunta dónde y cuándo se reunirán.

—Vamos a reunirnos en un lugar público dónde me llegue a la consciencia que no puedo matarte —sugiere Annabeth.

—Bien, hoy después de clase. Yo tengo una cámara —dice Percy—. En el parque Olimpo. ¿Te parece?

—Está bien —dice Annabeth.

Al final del día...

—Annie, nos vamos a comer pizza. ¿Vienes? —pregunta Hazel.

—No, no puedo —dice Annabeth—. Voy con Percy a la plaza Olimpo —la rubia se pone roja como un tomate.

—¿Una cita? —pregunta Piper.

—¡NO! No... Es para lo de la clase de Historia Antigua —explica Annabeth tartamudeando.

—Claaaro... —dice Piper con una sonrisa—. Nos vemos mañana, Annie.

* * *

Annabeth mira a Percy. Él le había propuesto irse en su carro, ella no quiere. Pero si quieren llegar pronto debe aceptar. Muchos estudiantes del colegio los miran y susurran cuando la ve subirse al auto rojo.

Llegan en total silencio. Buscan un buen lugar para grabar. Esto sólo será un ensayo, pero quieren que salga perfecto.

Llegan al lugar ideal para grabar la escena que Annabeth ya había preparado.

—La inteligencia y la sabiduría son menos poderosas que el imponente poder del océano —exclama Percy diciendo lo que debe decir Poseidón.

—Te equivocas, Poseidón. El océano es incomparable al poder de la sabiduría. Sin inteligencia el mundo sería inservible —responde Annabeth como Atenea.

—Sin el mar el mundo estaría perdido —replica Percy.

—¡La inteligencia y a sabiduría son más importantes! —dice Annabeth, saliéndose ligeramente del papel.

¿Tienes que tener siempre la razón, Atenea? —pregunta Percy, fuera del papel por completo. Annabeth intenta alejarse dándole a espalda porque no quiere escucharlo—. ¿Por qué huyes de tus problemas?

Annabeth se voltea de golpe y quedan frente a frente. Ella quería insultarlo pero los ojos verde mar de Percy la hipnotizan además de mirarla enojado, los ojos grises de Annabeth son como dos tormentas a punto de estallar. Ella se queda sin palabras. Nunca había visto un par de ojos tan impresionantes. Sus narices se rozan, sus respiraciones se mezclan. Y en un segundo, sus labios están unidos.

Por un momento, Annabeth no sabe qué hacer de la impresión. Pero de inmediato reacciona. Lo aparta y le da su acostumbrada cachetada y sale corriendo del parque Olimpo, donde recibió su primer beso de la persona menos esperada.