-Os han dado ya las calificaciones de vuestros finales, ¿verdad?
Dodo hundió la cuchara en sus cereales y siquiera se molestó en mirar a su padre. ¿Por qué estaba allí siquiera? ¿No tenía cosas más importantes que hacer como encerrarse en su estudio, irse a Hawái sin ellos de vacaciones o pasarse el día en la oficina, como llevaba haciendo los últimos dieciséis años?
Estaba segura de que su padre no se enteró de que ellos habían nacido hasta días más tarde, con el poco interés que tenía en ellos. Pero bueno, en verdad tenía sentido que preguntara eso, lo único que le interesaba a su padre de ellos era mantener la dignidad de la familia Lee o... en verdad Dodo no tenía ni la más remota idea, pero él solo aparecía cuando ellos estaban haciendo algo que podría dañar su reputación o para asegurarse de que sus hijos eran los alumnos modelo que, si eran, no era precisamente gracias a él.
De todos modos, Dodo tenía demasiado sueño como para contestarle.
Los últimos dos meses habían pasado sin demasiada emoción y sin demasiados incidentes. No había pasado gran cosa ni en Navidad, ni en año nuevo, siquiera en su cumpleaños y de Min Hyuk, en el de Chang Kyun o en el año nuevo lunar. Bueno, el año nuevo lunar sí le había traído algo: mucho sueño. Había sido mala idea lo de irse a festejar hasta las cuatro de la mañana con la comunidad adolescente china de Massachussets cuando al día siguiente era viernes y había clase. Eran las ocho de la mañana y había dormido tres horas escasas. Se iba a dormir en matemáticas, estaba segura.
En cualquier caso, para ella no había pasado gran cosa. La única diferencia con esos mismos meses el año anterior, era la presencia de Chang Kyun.
En ese tiempo, ellos dos habían hecho las mismas cosas que habían hecho los primeros meses de conocerse, pero de forma más íntima, más real. Dodo ya no pretendía poner distancia entre los dos, ni jugaba hasta ver hasta qué punto Chang Kyun la deseaba. Ahora sabía que él no solo la deseaba, la quería. No tenía convicción de muchas cosas, pero sí de eso.
También estaba intentando ser un poco más abierta con él, pero aún había muchas cosas de ella que Chang Kyun no sabía. No le había contado nada sobre sus padres o sobre Ho Seok. Al menos, no en concreto, aunque suponía que Chang Kyun habría unido bastantes de las piezas ya a esas alturas. De algún modo, esperaba que montara el puzle él solo para no tener que contárselo. La hacía sentirse débil y frágil admitir que sus padres no la querían, tener que admitir que estaba herida y, en especial, temía tener que ver a Chang Kyun mirándola con lástima. Pero le hablaba sobre sus clases, sobre sus planes de ir a la universidad, sobre sus clases de patinaje y de taekwondo. Le había explicado recuerdos agradables que tenía de su infancia, como los viajes con Ho Seok o algunos buenos momentos que había tenido con Min Hyuk, o con Min Hyuk y con Min Ji. Chang Kyun siempre la escuchaba con devoción y Dodo sentía que había estado esperando por una persona así toda su vida.
Otras veces, sin embargo, le costaba no sentirse una impostora, o no sentir que el impostor era Chang Kyun. Todo el mundo la había abandonado más temprano o más tarde. Por eso, a veces le costaba no probar la lealtad y el cariño de Chang Kyun hacia ella. No era como antes, cuando le rechazaba esperando que la persiguiera, ahora era algo más íntimo, como si tanteara el terreno tratando de averiguar qué significaba que Chang Kyun la quisiera. Aun así, su relación iba bien.
Si había algo por lo que quejarse, Dodo diría que esa era la madre de Chang Kyun. No por ella en sí, sino por cómo Chang Kyun insistía tanto en ocultar esa parte caótica y rebelde de ella a su madre, en hacer que Dodo la tapara para que su suegra no la viese.
Él, desde el principio, le había dicho que esa era la razón por la que se había fijado en ella por primera vez, que esa parte en ella que hacía que él la viera como a un bonito ángel de la destrucción, cuya apariencia no encajaba con esa personalidad suya, era lo que había hecho que él quisiera saber de ella, conocerla, enamorarla. Pero quería que luciera como una chica mucho más... sensata, femenina, estable, para su madre, y podía entenderlo, porque sabía que no era la chica que una madre querría para su hijo, pero ¿de qué servía fingir así? ¿Esperaba Chang Kyun que ella cambiara con el tiempo? O, peor, ¿cambiarla él? Esa idea la perturbaba a veces, aunque procuraba mantenerla fuera de su cabeza.
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Not all Girls are from Venus » Dodo x I.M. MONSTA X
RomanceDodo era como una bala perdida, como la rosa con más espinas. Quizá podría romper el corazón a cualquiera con un parpadeo y las costillas de un puntapié pero, para Chang Kyun, ese ángel de la destrucción era lo más bello que hubiera visto jamás. Él...